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Capítulo 54: Bebamos juntos

"Lo siento, el número al que ha llamado está apagado, por favor marque de nuevo más tarde..."

Chu He escuchó el tono de ocupado en el teléfono y frunció un poco el ceño. Originalmente quería llamar a Bai Zinan para enviarle una bendición después de las 12. ¿Cómo podía estar apagado el teléfono? Pero Liu Xiao debía quedarse con Bai Zi, no era demasiado tarde para llamarlo.

Así que Chu He marcó otro a Liu Xiao. Sus ojos miraron inconscientemente al hombre que estaba tumbado en la cama, con facciones bonitas y traje, que estaba tan borracho que no podía distinguir entre el norte y el sur.

Se sujetó la frente con impotencia, y se quedó en silencio durante unos segundos antes de escuchar los sonidos que venían del lado de Liu Xiao al otro lado de la habitación, muy animados, con sonidos a fuegos artificiales.

Liu Xiao: "¡Hey, Chu He, Feliz Año Nuevo!"

Chu He: "Feliz Año Nuevo, ¿estás ahí, por qué hay tanto ruido?"

"Sí, mi novio y yo hemos vuelto a casa. Tú y Bai Bai lo están pasando muy bien allí como dúo, ¿verdad?"

Liu Xiao cotilleó y se rió mientras los fuegos artificiales que tenía en la mano destellaban ágilmente. El cielo era de siete colores, floreciendo y desvaneciéndose como las flores.

Chu He dijo con suspicacia: "¿No te quedaste en Ciudad W? No volví a China para el Año Nuevo".

"¡¿Qué?! ¿Tampoco te quedaste en Ciudad W? ¡¿Entonces Bai Bai se quedó allí solo para la Nochevieja?! ¿Tienes conciencia? Es tan fácil tener la oportunidad de volver a China, no vuelves a quedarte con Bai Bai". Liu Xiao soltó el palo de los fuegos artificiales que tenía en la mano, y con una repentina comprensión, estiró la voz y rugió: "¡No encontraste una cita allí, ¿verdad? Luego intentas echar a Bai Bai!"

El ceño de Chu He se frunció cada vez más, y estaba a punto de abrir la boca para replicar cuando Cheng Zhou, que se encontraba detrás de él, apareció de repente: "Chu He, quiero beber agua".

"..."

"¡Santo cielo. Realmente es mentira. No me preocupo por ti. Cuando vuelvas no me detendré contigo, no. Bai Bai no ha terminado contigo!"

Liu Xiao se sorprendió al escuchar la voz de un hombre extraño. Su boca se abrió inconscientemente de par en par, sus ojos estaban a punto de caerse, dejando a Chu He con una frase amenazante y colgó el teléfono.

Realmente no esperaba que Chu He, que había estado encaprichado con él durante cinco años, hubiera roto su precepto, así que ¿qué debía hacer Bai Zinan? Si Bai Zinan estaba encariñado con Chu He, qué difícil sería para él enterarse de que el hombre que le gustaba tenía a alguien afuera.

Liu Xiao pensó en ello y sintió que no era correcto. Si realmente se amaban, deberían haberse casado hace tiempo, no retrasar cinco años.

Sacudió la cabeza, no quería molestar a los dos, sólo los implicados tenían derecho a hablar.

Liu Xiao volvió a encender un palo de fuegos artificiales. La brillante luz amarilla se derramó sobre su cara. Xu Yang surgió de repente por detrás y abrazó la espalda de Liu Xiao con fuerza. Su cabeza se frotó contra el lado de su glándula como un pequeño peluche mimado.

"Vamos a entrar después de jugar con este, hace frío fuera".

Dijo Xu Yang tirando de la mano de Liu Xiao, dando un suave respiro, con una mirada de inocencia en su inocente rostro.

Chu He miró desenfocadamente el teléfono colgado, dudando en llamar de nuevo a Bai Zinan. Pero si escuchaba las voces de otras personas a su alrededor, su corazón definitivamente pensaría mal.