29- Adrik Cash

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Libro: Perfectos mentirosos
Autor: Alexdigomas- así está en su perfil.

Adrik Cash

Estaba en la parte alta del Tangus fumando, miraba a las personas como si fueran hormigas…y a las chicas que paresia locas por dos de los Cash su entraban a el Tangus pero faltaba uno el de el medio.

- Me das- Yo mire a la persona que pertenecía la voz.

Me encogí de hombros.

- porque no- le extendí mi "cigarrillo".

- ¿Porque traes esto aquí?- Me pregunto dándole una calada.

- Semana de exámenes- Me limité a decir.

- Ya- se cento a mi lado.

- También tengo polvito de adas- Dije sin mirarlo.

Escuché una risa burlona.

- ¿Entonces eres una drogadicta?- Yo negué.

Saque el "polvito de adas" y se lo di.

- Lo encontré aquí arriba- El comprendió.

- No no es de mis hermanos ni mío- Yo lo lance.

- bueno fue un gusto hablar contigo pero me voy- Sin más me fuí.

Las lágrimas corrían por mis mejillas estaba muy molesta, el me engañaba con Jude los mire no había duda, Adrik estaba frente a mi yo solo me limitaba a verlo.

- No te dije nada para no perderte- Susurré.

Entre al departamento de los Cash, Adrik me había dado las llaves.

Cuando estaba apunto de entrar escuché la ciudad Jude.

- ¿La vas a dejar?- Fruncí el ceño.

- Sabes que no puedo Jude- Ella río.

- Ooh le vas a romper el corazón, aah espera no tiene- Dijo irónica.

Sabía que hablaban de mi.

El me miraba confundido, el no sabía que los había escuchado y visto.

-Me traicionaste y se que no te arrepentirás de ábreme lastimado así- Le dije sin poder controlar las lágrimas.

- ¿De qué hablas Mireille?- Dijo fingiendo estar confundido.

- Los e visto- Susurré.

Caminaba a la azotea de el Tangus, cuando estuve a punto de entrar sus voces me destrozaron.

- Sabes que no puedes dormir en mi cama Jude- solo resolvió silencio.

- ¿Cuando terminen podremos dormir juntos?- Pregunto ella.

- Sabes que si- Yo solo me alejé llorando.

Parecía que el sabía de qué hablaba pero después de segundos era claro que no.

- Cuando ella duerma en la cama que solía ser nuestra cama- Susurré.

- Te darás cuenta de que siempre la quisiste a ella- le dije sonriendo.

- No espera Mireille, no se de qué mierdas hablas- Me reí irónica.

- Sabes…- Susurré.

- Eres un perfecto mentiroso…

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