96- Nick Miller

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I all what
Alexandra Henao.
Pedido de Angelycausado

Nick Miller.

Mire a aquél chico nuevo, era muy atractivo y me causaba curiosidad.

Me acerque a el con la tonta escusa de que íbamos en el mismo salón, el solo se dedicó a mirarme y responder algunas de mis preguntas, nunca lo hacía con ganas.

Y yo soy alguien que se cansa rápido así que nunca intente volver a hablar con el.

—Señorita James—. Mire a la profesora.

—¿Si?—. Ella elevó una ceja.

—Su libró—. Extendió su mano.

Le entregué una memoria a lo que ella simplemente rodó los ojos y se fue.

Siempre me a odiado.

Y no tengo idea del porque.

Bueno si, puede que le haya descubierto siendo le infiel a su esposo con el profesor de historia.

¿Historia?, Habiendo tantos le gustó el más aburrido.

—Bueno calificarte sus libros, por la presentación, reseña y orografía, recuerden que no puedo leerlos todos ya que son muchos, pero al menos voy a leer la mitad o poco menos y el final—. Sin más sonó la campana.

Salí de ahí camina al comedor cuando alguien me tomó de la mano.

Le miré rápidamente.

—Vale… ¿Sucede algo?—. Ella sonrió mientras negaba.

—Nada, solo creo que te confundí—. Sin más se fue.

Que raro.

Seguí caminando a mí taquilla, dejé todas mis cosa para dirigirme ahora sí al comedor.

En el caminó me puse uno de mis audífonos, para comenzar a escuchar mi querida y amada música.

La cosa que más amo.

Pero bueno el mundo está en mi contra -siempre a sido así- accidentalmente alguien
derramó su bebida en mi ropa.

Solo apreté los labios y me dirije al baño.

—Siempre le ocurren está clase de cosas, ¿No es así, señorita James?—. Miré al chico que estaba caminando a mi lado.

—Si, digamos que tengo mala suerte— le sonreí.

Era extrañó hablar con el, y más que el me hablará a mi.

—Bueno, tenga está le puede servir—. Extendió su mano.

En su mano se encontraba su polera blanca.

Shhh no creo que sea buena idea, con la suerte que nos cargamos.

Pero tampoco puedo andar por ahí con la ropa sucia, llena de refrescó.

—Muchas gracias Nick—. El asintió.

ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora