57- Foster

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Libro: La reina de las espinas.
Autor: Joana Marcus.

Foster

Mire Foster sonriente, pero con lágrimas en mis ojos.

Mirarle después de tantos años me dolía, a diferencia de Genevieve yo sí recordaba todo, a diferencia de ella podía recordar.

El al vernos inmediatamente supo que yo sí lograba recordar, no dejaría a mi hermanita aquí, no con todos ellos, si confiaba en Foster y el niño viejo como me gustaba llamarle, pero aún así, quería estar cercas de ella.

Aunque muy en el fondo se que no es por eso, se que es por el, por Foster y Abby.

Aunque se que Abby me reconocerá inmediatamente, después de todo soy su madre.

Cuando el nos contrató, espere a que Vee se fue a dormir yo fui a la oficina de Foster.

—¿Porque volvieron?—. Preguntó.

—Recivio una carta, uno de ustedes le llamo, alguien la quiere aquí, no la dejaría sola, no sabiendo que con ella… ella no se si estaría segura—. Dije bajando mi mirada.

—Pude notar como me miraste—. Dijo cambiando el tema.

—Tienes razón, no te he olvidado—. Dije sin rodeos.

El me miró directo a los ojos para después bajar su mirada.

Se acercó a mi y junto nuestras frentes, las mariposas en mi estómago llegaron inmediatamente.

—¿Y como está Abby?—. Le pregunté.

—Ella está bien—. Respondió.

—¿Quiero verla, puedo?—. Dije rogando.

—Eres su madre, cariño, claro que puedes—. Dijo sonriendo.

Cuando salimos de la oficina entrelazados de las manos, y entramos a la habitación de Abby ella estaba con Vee quien al verme se levantó y me abrazo, lo hizo con tanta fuerza que sentí las lágrimas correr por mi rostro.

—Mami, eres tú de verdad—. Dijo apretando sus ojos.

—Claro que soy yo, cariño—. Deposité un beso en su cabecita.

Ahora sabía que no solo tendría que responder preguntas por parte de Abby sinó también de Vee.

—Ya tienes que dormir, Abby—. Le dije.

Ella inmediatamente se levantó y fue a acostarse deje un beso y su mejilla.

Al salir Vee me miraba confusa.

—Yo, yo tu y yo no somos siquiera hermanos Vee—. Dije apenada.

—Aunque siempre serás mi hermana—. Dije dejando un beso en su mejilla.

Sin más me fui a mi habitación, en la puesta estaba Foster.

—¿Dormirás aquí o conmigo?—. Reí bajo.

—Pues ya que insistes vamos a dormir a nuestra habitación—. Dije caminando a su lado.

El detuvo en seco uniendo nuestros labios en un beso lento lleno de sentimientos por parte de ambos.

Suspire y bese su nariz.

El me miró sonriente para después besarme, yo gustosa le seguí el beso.

Después unió nuestras frentes y beso mi nariz.

—Cuando bese tu bella naríz significa que te amo, te amo tanto que entregaría mi alma, tanto renunciaría a todo y aceptaría tanto solo para poder estar a su lado—. Me dijo sonriendo.

—Pues yo haré lo mismo—. Dije sonriendo.

Escuché como suspiraba para después decir aquellas palabras que tanto me gustaba escuchar.

—Te amo—.

—No más que yo, cariño…

ONE SHOTSWhere stories live. Discover now