ONE SHOTS

50- Magnus Lacronte

LIBRO: El perfume del rey.
AUTOR: Karine Bernal Lobo.
Okey primero que nada este fue un pedido por muchos de ustedes y apenas lo hago, no me gustaba ni una de las otras que hice y pues me quedé con este, espero y cumpla sus espectativas.
Segunda parte de Magnus Lacronte en Agradecimientos.

Magnus Lacronte.

Magnus Lacronte.

¿En donde estaba?¿Por qué salió del palacio?¿Que hizo Emily?¿Que pudo haberte pasado Mara?.

Todas aquellas preguntas llegaba a mi mente y se repetían una y otra vez, no podía dejar de pensar en Mara y el lugar donde probablemente podría estar.

La busque en el salón de ballet, no estaba, en el salón de música, no estaba, en la biblioteca, no estaba.

Esos lugares eran si refugio y en ningún se encontraba Mara.

Las ganas de llorar llegaba a mi una y otra vez, pero no derramará mi una gota, no podía ser débil.

Mientras la buscaban por cielo, mar y tierra yo me dedicaba a mirar su habitación.

No había nada, nada de ella, ni un solo objeto.

Cuando me llamaron y dijeron que la habían encontrado mi pecho dejo de arder como lo hacía antes.

Mire a Mara por la ventana, ella estaba con Emily en el jardín, ambas corrían bajo la lluvia.

Al salir de aquella habitación me dijeron o que tenía que ir con ellos.

Algo andaba mal, ¿Dónde estás Malhore?¿Porque me llevan contigo?.

Después de su pequeño escape comprendí todo con tanta jodida claridad.

No, no estaba enamorado de Emily sino se ella, de Mara.

Ella que apesar de toda la mierda que se decía de nosotros los Lacronte siempre pensó diferente.

Mara era de aquellas chicas que encuentra luz en el rincón más oscuro, paz en medio de una guerra, y belleza en la flor más podrida de algún jardín.

Esa era mi Mara, la que entregaba todo aunque se dañará.

Al llegar a el lugar mi mundo se acabó por completo.

Ahí estaba Mara.

No de la manera que me hubiera gustado, pero ahí estaba.

Al rededor de ella un charco de sangre, sus ojos cerrados, y su mano apretando una carta.

Me acerque tan rápido a su cuerpo, el cual ahora estaba demasiado frío, sin pulso.

Ella ya no estaba conmigo.

Se convirtió en una estrella.

Mirábamos las estrellas con tanta fascinación de su parte.

—Cuando muera seré una estrella—. Me dijo ella.

Sonreí ante su comentario.

—Seras la más brillante—. Aseguré.

Mi pequeña estrellita ya iluminaria el cielo cada noche de la oscuridad y silencio doloroso.

Iluminará cada noche de llanto y dolor.

Abrase su cuerpo sin importar si me llenaba de su sangre.

Mara Malhore había muerto por un accidente, uno que me costará a mi.

Tome la carta de sus manos y al abrirla me lleve la grata sorpresa que era para mí.

Magnus Lacronte un rey un tanto malo, machista, sin un poco de equidad a su pueblo, eso escuchaba de ti Magnus.

Quizás no estaban tan equivocados, aunque para mí si, tu no eres eso que ellos llamaban, para mí eras un hombre con una vida triste y dolorosa que a su corta edad tuvo que hacerce cargo de un castillo y un pueblo entero.

Si, me dijeron que me alejara de ti lo hice, ¿Grandioso no?, Aunque al final si me fuí, tenía que hacerlo.

Para poder superar esto que siento, esto que es incorrecto.

Tu la amas a ella y ella te ama a ti.

Emily Malhore mi bella hermana, espero sea feliz a tu lado Magnus.

Magnus Lacronte mi bello mejor amigo, espero que seas feliz con Emily.

Sabes no los odió, jamás he odiado a alguien y tú mi primer amor no serás el primero.

Con mucho amor Mara Malhore.

Las lágrimas rodaron inevitablemente por mis mejillas al leer aquella despedía que claro ella pensaba que nos volveríamos a ver, ahora está más que claro que no.

La carta tenía una gota de su sangre, de esa sangre que me hubiera gustado fuese la madre de mis hijos.

¿Esto es la verdadera tristeza? Si, si lo es.

Solo puedo decir unas palabras.

Te amo Mara, hasta el fin de mis días, hasta que mi reino arda, cuando mi alma deje de amarte, cuando mi cuerpo sea solo cenizas y cuando tu llegues a odiarme ese día dejare de amarte.

Tuyo para siempre Mara Malhore