67-Mason y Pierce

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Mi desespera decisión.
Ariana Godoy.
Cuarta parte.

Mason y Pierce

Recuerdo
Bella Amara William.

Mire a Frey jugar con sus trenes, por otro lado estaba Mason lanzando una pelota al aire, Pierce tenía su laptop en sus piernas, supongo que trabajando.

Mila, Adam, Kaia, Heist y Hayden salieron de paseo.

–¿Que hacés?–. Pregunto Frey.

Bueno se preguntarán porque me preguntó que es lo que estoy haciendo, se podría decir que justo no se en qué momento tome un cuchillo.

–No lo se…–. Susurré.

Sentí las miradas de Mason y Pierce en mi, mire con atención y me di cuenta de que me había cortado.

Pero no sé en qué momento lo hice, mis ojos dejaron de enfocar.

–Tranquila maníaca–. Negué.

–Amara… tranquila si, sabés que aveces pasa–. Dijo Pierce.

–Pero… los-los medicamentos–. Dije llorando.

–Bella, solo hay que subir la porción, tranquila, esto era una opción–. Asentí.

Sentí que me quitaban el cuchillo y los brazos de alguien abrazándome.

Frey.

El me pegó contra su pecho, mientras sollozaba.

No entiendo porque todos son más altos que yo.

Bueno si entiendo, mido 1.65 soy baja comparada a los de está casa.

–Tranquila mamá, recuerda lo que tú me dices–. Asentí.

Frey comenzaba a empeorar, no se cómo logré convencer a Mason, después el convenció a los demás.

–Mira Frey, todos tenemos recaídas, pero siempre hay que mantener en mentón alto… no darnos por vencidos, siempre estaré para apoyarte–. El me sonrió con sus ojos rojos.

–Ya se habían tardado en volver–. Sonreí.

–Pues no sabes cuanto gusto me da haber volvió–. El sonrió.

Cuando Frey tenía cuatro años Mason, Pierce y yo nos mudamos, solo fueron dos años, como yo no puedo tener hijos quería que al menos ellos convivieran con alguno.

A Pierce le hace mucha ilusión y si yo no sé lo puedo dar… se que haya donde Mila si lo tiene.

–Eres el mejor mocoso–. El río divertido.

–Y tu la mejor mamá–. Sonreí.

Las ganas de llorar me inundaron, el echó de que el me considerará su mamá para es algo que no puedo expresar, se necesita más que simples letras o palabras.

–Mucho amor–. Escuché a Mason.

Volteó y lo miro divertida, niego con la cabeza.

–Ni seas así y pasemos un momento en familia–. Lo tomé de la mano.

–Que opinas Pierce–. Pierce sonrió divertido.

–Sabes que no me importa igual lo haremos–. Sonreí inocente.

Mason negó repetidas veces, pero me valió tres cacahuates.

Camine a la cocina y comencé a partir fruta.

Sentí que alguien me tomaba de la cintura y dejaba besos en mi cuello, cerré los ojos por la grata sensación.

–¿No prefieres hacer algo más divertido?–. Negué.

–Mason se que para ti esto es algo sin importancia, pero para mí no lo es, ustedes son mi familia y me gusta pasar momentos que no olvidare–. El asintió.

–De acuerdo, veremos películas–. Le sonreí.

Después de prepara la botana, puse la película que más me gusta.

Me dirán infantil pero me gusta mucho.

–Bella, ya estoy arto de esa película, me se todos los diálogos–. Dijo Pierce.

–Calla–. Le dijo Frey.

Sonreí burlona a Pierce para seguir viendo la película.

–Haber ni es tan complicado saber que probablemente Ana se va a "enamorar" de el príncipe porque nunca a recibido atención de un hombre–. Pierce bufó.

–Claro, suerte que tienes no has visto la película–. Se quejó.

–Pues si pasará más tiempo en casa, vería películas en familia–. Dije obvia.

Escuchamos un quejido en la puerta en el salón.

–¿Una familia?–. Dijo Heist.

Lo miré y le sonreí amable.

–Ven, siéntate con nosotros a ver la película–. El negó molestó.

–Bella, tu para mí nunca serás de está familia, tu solo llegaste y le quitas a Nuestra Mamá a sus esposos–. Lo miré sorprendida.

–Heist–. Susurré.

–Heist esto, Heist lo otro, siempre me acusan a mi por todo, en cambio tú llegaste aquí como si nada, y no me equivocó porque he escuchado mil veces la historia, la verdad que intenté soportar estar contigo Bella, pero hay cosas que nunca se lograrán–. Me dijo.

Mis ojos comenzaron a picar, bajé la mirada y seguí escuchándolo.

–No entiendo porque mamá te perdono, no debió tu eres una persona rota llena de mierda que nunca podrá superar su pasado y tampoco acabarás con la mierda que tienes en la cabeza, ¡JODIDA LOCA!–. Comencé a llorar.

–¡TIENES LO QUE QUERÍAS NO! ¡AHORA LARGO! ¡VETE Y DEJA QUE TENGA UNA FAMILIA! ¡DONDE MI PADRE ME PRESTÉ LA ATENCIÓN QUE MEREZCO! ¡NO DONDE LE DE TODA A UNA LOCA!–. Gritaba.

Esa simples palabras bastaron para que sintiera mi corazón estallará, no de una buena manea.

––¡¿Qué mierdas te pasa Heist?! Tienes mierda en la cabeza–. Gritó Pierce.

Levanté mi mirada y tomé el brazo de Pierce.

–No… no le grites–. Apenas podía hablar.

–¡Lo vez! ¡Se hace la víctima!–. Se quejó Heist.

–No se hace la víctima de nada, Bella no te ha echó nada, en cambió tu desde pequeño la detestas–. Dijo Mason.

–Vallanse a la mierda todos–. Dijo para salir.

Escuché como la puerta era golpeada con mucha fuerza, no se en qué momento pero ya todos estaban mirando está horrible escena.

–Yo, Bella lo siento, se que el no quería decir todo eso–. Dijo Mila.

Le sonreí lo mejor que pude.

–Tranquila, es jovén aún no sabe lo que hacé o dice–. Ella me miró con pena.

–Yo iré a dormir–. Les dije fingiendo un bostezo.

–Vamos–. Tomo mi mano Frey.

Yo lo seguí confundida, al entrar al cuarto me senté en la cama mirando sus acciones.

–Mamá, se que quieres llorar–. Negué fingiendo diversión.

–Ohh Frey no tendría porque–. En negó.

–No mientas, esa palabras fueron demasiado hirientes–. Bajé mi mirada.

–Es extrañó como se supone que yo soy la adulta y mirá… –. Dije sonriendo.

Dicho eso me eché a llorar.

Quizás Heist tenía razón en todo lo que dijo, por qué si algo tengo claro es que soy una loca, alguien roto y se que no tengo algún remedio.

–Mamá, tu no estás rota… solo tienes grietas todos las tenemos–. Me abrazó.

Esa noche aprendí algo nuevo.

Las personas no están rotas solo tienen grietas y necesitan a alguien para repararlas.

ONE SHOTSWhere stories live. Discover now