Capítulo 5

65 12 0
                                    

Taehyung

Es martes y me desperte con mucha flojera, si pudiera no iría a trabajar pero en mi escritorio hay cinco manuscritos que tengo que entregar esta semana. A regañadientes me levanto de la cama y me meto a la ducha, me tarde un poco más que lo que me tardo normalmente en bañarme, salí y me vestí, hay días en que puedo ir vestido semiformal, aunque mi estilo es un poco diferente a lo semifomal que llevan los demás, mis amigos suelen decirme que soy un alma vieja y que mi forma de vestir a veces lo refleja pero en un estilo más moderno, el problema es que para rematar con mi día hoy acompañaré a mi jefe a una reunión y debería asistir vestido de manera más formal. Tome un traje gris con una camisa blanca, una corbata color plata que hacía juego y retire el cabello de mi frente peinando lo un poco hacia atrás. Me he estado dejando un poco más largo mi cabello que de costumbre y si voy bien vestido suelo verme formal incluso si mi cabello esta despeinado, pero hoy me parecío que debía esforzarme para agarrar un poco de energía, tal vez si me veía más arreglado yo mismo empezaría a animarme.

Tome mi maletín, mi celular y salí de casa rumbo a la oficina, antes de llagar pase a comprar un café, esperaba que esto me ayudara un poco más a despertar. No se que es lo que me pasaba, no es la primera vez que me da flojera ir a trabajar pero pienso que hoy es diferente, a decir verdad la flojera paso a segundo termino, tengo una sensación extraña en el pecho, como si algo fuera a suceder hoy, me siento como si estuviera nervioso o ansioso y no me agrada sentirme de esta manera. En cuanto llegue a la empresa Sarah, la mano derecha de mi jefe, me estaba esperando en mi oficina.

-¡Buenos días!- dijo con una sonrisa coqueta. Sarah y yo habíamos empezado una clase de relación hace unos días atrás, no era nada formal aún y la verdad es que así estaba mejor, no se me hacía un chica fácil pero tampoco ponía tanta resistencia, llegamos a un acuerdo en el que jugariamos por un tiempo y después veríamos que sucedía. Ella es una persona bastante voluble y caprichosa, su padre es el dueño de la empresa y por ese motivo es sumamente importante que nadie sepa sobre nosotros.

-¡Hola Sarah, buen día! ¿Hay algún problema?- pregunte serio mientras tomaba mi asiento detrás de mi escritorio.
-No, solo quería avisarte que nos vamos en media hora, el jefe quiere llegar temprano.- dijo ella recobrando la compostura, dio media vuelta y salió de mi oficina. A pesar de su forma de ser, Sarah también es una persona muy trabajadora, viene de una familia de empresarios y es la única hija, se espera mucho de ella en los negocios por lo tanto, jamás buscaría un problema dentro de su trabajo.

Di un trago a mi café y recordé porque no me gusta

-¿Por qué demonios compre esto?- me dije a mi mismo y arroje el vaso a la basura, acomode todos los documentos que necesitaría en la junta y espere a que diera la hora. La reunión de hoy es con los socios así que problablemente estén interesados en los nuevos proyectos que hay, les gusta ver en que estamos trabajando y piden algunos avances, principalmente el dueño de la empresa, padre de mi jefe y abuelo de Sarah. Faltan cinco munitos para irnos, tomo mis cosas y me paro fuera de la oficina, con una mano sostengo mi maletin y la otra la tengo dentro del bolso de mi pantalón. Nam una vez me dijo que la gente poderosa o de dinero, te trata como te ve, ese día empecé a practicar para lucir un poco más intelectual pero no quería parecer nerd, así que también practique para lucir un poco más arrogante, no al nivel de caer mal, simplemente quería que se dieran cuenta que era inteligente y que lo sabía así que nada les daría derecho a aprovecharse de mí. También tuve que acostumbrarme a decir que no varias veces, esto sí me costó más trabajo ya que jamás les había negado nada a los chicos pero con alguien tenía que practicar, no era negarme a realizar algún trabajo, pero si a dar mis puntos de vista y aferrarme para ser respetado. No se si fue suerte o de verdad me ha servido todo lo que he practicado pero me ha ido bastante bien en este trabajo, me respetan y a veces hasta me piden opinión para tomar ciertas decisiones, me siento valorado en este lugar. Un minuto después de que me pare fuera de la oficina el jefe paso frente de mi, me saludo con la cabeza sin detenerse y camine detrás de él, salimos y el auto de la empresa ya nos esperaba afuera.

La reunión fue un poco tardada, eran las dos de la tarde cuando salimos de la sala de juntas, mi jefe y algunos de los socios se quedaron hablando y nos pidieron salir de ahí, Sarah y yo caminamos por el pasillo hacia los elevadores, íbamos a bajar al estacionamiento para esperar en el auto.

-¿Crees que acepten la propuesta de mi padre?- pregunto Sarah.
-Bueno, no lo sé pero estoy seguro que no se los dejará tan fácil, además no me parece una mala idea- dije mientras subíamos al elevador.
-¿Deberiamos ir a mi casa hoy o a la tuya?- pregunto Sarah colocándose frente a mi, empezó a jugar con mi corbata mientras esperaba una respuesta, subió su mano por mi pecho y tomó mi rostro para poder besarme.
-Hoy no puedo, tengo cosas que hacer.- dije alejándome un poco de sus labios, no era verdad, no se por que lo dije pero creo que no tenía ganas de estar con ella hoy. A decir verdad casi nunca nos vemos a menos que sea en hora de trabajo, nuestro juego empezó en una fiesta de la empresa, hubieron besos y manoseo pero nada más, después nos besamos en un bar al que fuimos con algunos compañeros de trabajo y esto fue a escondidas de todos, pero desde ese día insiste en invitarme a su departamento o que yo la lleve al mio, lo que jamás haré. Ninguna mujer que no sean Lex, Tess, Majo o Mica, entrará en mi casa, mucho menos si es alguien sin importancia.

Segundos después de que me empezará a besar me di cuenta de que mi mente pensaba en todo menos en su beso, así que la tomé de los brazos y la aleje.

-Deverias controlarte un poco, aun estamos en horario de trabajo.- dije mientras las puertas del ascensor se abrían, pasé a lado de ella y me limpie el beso ya que seguro que me mancho de labial. Abrí la puerta del copiloto y subí al auto mientras ella subía al asiento trasero, de repente mi humor cambió, me siento de malas y ya me quiero ir de aquí, tal vez pase a la librería antes de ir a casa, quiero relajarme un poco y leer es lo que mejor se hacer en estos casos.

Destino: Tómame Where stories live. Discover now