Capítulo 17

61 10 0
                                    

Esmeralda

Me encontraba acostada en la cama solo con una sabana enredada en mi cuerpo, el atardecer entraba por los ventanales, las olas del mar se escuchaban desde afuera, tranquilas y relajantes, lo que ayudaban a que mi corazón tomara de nuevo su ritmo, los colores anaranjados y amarillos que bañaban la habitación hicieron que solo pudiera distinguir su silueta pero sabia que era él, entrando a la habitación, acostándose a mi lado y envolviéndome en sus brazos.

Desperté pero no abrí mis ojos, el sueño se había sentido tan real que aun tenia la sensación de ser abrazada. Mi cuerpo empezó a despertar y noté que realmente estaba siendo abrazada, abrí los ojos y el rostro de Tae estaba frente al mío. Me permití disfrutar de este momento sin moverme para no ser atrapada, su abrazo era cálido, recordé mi sueño pero no podía saber quien era el hombre que estaba conmigo, esperaba que no fuera él porque era mas que obvio lo que había sucedido en ese sueño, empecé a ponerme roja solo de imaginarlo cuándo de repente me di cuenta de algo, la ropa que traía puesta no era la mía.

No lo pensé ni un segundo, me levante, me arrodille sobre la cama, tome mi almohada y le di un golpe en la cara con ella. Tae despertó de un salto y yo seguí atacándolo

-¿Qué te sucede?- dijo cubriéndose
-¿Como es que estoy así vestida?- grite, no puede ser que se haya atrevido a tanto
-¿Preferirías estar desvestida?- se burlo el imbécil arqueando su ceja
-¡Eres un idiota!- le grite arrojándole la almohada -¿Tu cambiaste mi ropa?
- No, fue Lex.- dijo mientras me daba una botella de agua que había en el escritorio de su habitación -Toma, bebe esto o te sentirás mal
-No me des ordenes- dije -¿Por que estabas dormido aquí?
-Por que es mi habitación- hizo una sonrisa descarada, se seguía riendo de mí
-¿Y no hay otra habitación?- pregunte
-Si hay otra, el problema es que no esta acondicionada en este momento.- dijo dudando
-¡Vaya, que suerte!- No le creí nada y necesitaba estar sola, así fuera el baño necesitaba estar a solas
-¿A donde vas?- pregunto
-A la otra habitación- dije molesta -Ya no me hables y no me sigas- le advertí

Mi enojo y mi vergüenza mas que nada, no me permitían pensar bien, abrí la puerta que estaba a un lado de su habitación deseando que fuera la recamara vacía pero casi me muero, Nam y Lex estaban abrazados y por suerte aun dormian, hice el menor ruido posible pero antes de cerrar la puerta Nam levanto la cabeza.

-¡Lo siento, lo siento!- cerré la puerta de inmediato y voltee a ver a Tae
-¿Por qué no me dijiste que era la habitación de ellos?
-Me dijiste que no te hablara.
-¡Eres un tonto, Taehyung!- le reclame en voz baja pues no quería que escucharan, camine hacia él y empecé a golpear su pecho sin querer lastimarlo realmente. Tae tomó mis muñecas y me metió de nuevo a su habitación cerrando la puerta detrás de él, sentí chocar mi espalda contra la pared, mis manos estaban sobre mi cabeza aún sostenidas por las suyas y su rostro estaba a centímetros del mío, mis oídos se taparon y solo escuchaba el latir de mi corazón, mi pulso estaba acelerado y mi respiración empezaba agitarse.
-No tienes ni la menor idea de todo lo que hubiera deseado hacerte, sin embargo, no te toque ni un cabello más que para cargarte. Estoy apunto de volverme loco y tu tienes la culpa, la próxima vez no me voy a detener-

Taehyung había adoptado una actitud seria, su mirada era intensa y la sensualidad que desprendía su cuerpo era palpable. Nuestras miradas iban y venían de nuestras bocas a nuestros ojos, me miró fijamente como pidiendo permiso, baje la mirada a su boca y ese gesto en el que su lengua se pasea por sus labios y los humedece apareció, sentí como los centímetros que separaban nuestros labios se acortaban y yo solo cerré mis ojos. Tae me estaba besando y yo no podía pensar en nada más que en lo mucho que me gustaba esta sensación, ya después me ocuparía de mis sentimientos, de mi culpa, de todos los cuestionamientos que seguro tendría. Simplemente me deje llevar.

El beso fue tierno y suave pero poco a poco se fue volviendo intenso y lleno de deseo, nuestras respiraciones incrementaban el ritmo pues al parecer no llegaba suficiente aire a nuestros pulmones. Cuando pensé que ninguno de los dos lograría controlarse Tae se alejo, dio dos pasos hacia atrás y coloco sus manos sobre su cabeza, vi como el arrepentimiento lo invadía y no supe que mas hacer, solo salí corriendo de la habitación y abrí una puerta que por suerte era un baño, entre y me deje caer contra la puerta. Después de unos minutos la voz de Lexy se escucho en la sala, me levante y lave mi cara.

-¡Buen día!- dijo en cuanto salí del baño -¿Vas a desayunar?

-No, creo que ya mejor me voy a mi casa, me siento muy cansada- le sonreí como si nada hubiera sucedido.

-Necesitas desayunar Esmeralda, no puedo dejarte ir así y menos con todo lo que bebiste anoche.- me lo dijo con su cara de advertencia, sabia que esto no era para nada una sugerencia y yo no quería discutir con mi amiga.

-Esta bien... pero primero iré a cambiar mi ropa.- dije cuando Tae salio de su habitación e hizo un intento de acercarse a mi.

Caminé de prisa al cuarto de Taehyung y cerré la puerta no coloque seguro pues no creí que fuera necesario pero fue un grave error, a los cinco segundos él entro, cerro la puerta y camino hacia mi, levante una mano indicándole que se detuviera pero en el momento en que la baje el dio un paso, retrocedí y levante de nuevo mi mano.

-No estoy jugando, detente.- dije molesta 

-Tenemos que hablar, por favor- parecía estar nervioso y eso me molestaba -Esmeralda, lo que suce...- no deje que terminara

-Lo que sucedió fue un error, no te preocupes no volverá a pasar- abrió sus ojos como si le hubiera dicho que el cielo era verde

-¿Error? ¿Te parece que esto fue un error?- pregunto indignado 

-Sabes, estoy harta de tu juego. No se porque te resulta tan divertido jugar conmigo pero por favor déjame en paz.- dije sin gritar, no se porque me resultaba triste hacer esto, pero su cara después de habernos besado me indico lo arrepentido que se sentía, tal vez solo se había dejado llevar por su estúpido juego de seductor. El problema viene cuando mientras el jugaba, mi corazón se volvía loco dentro de mi pecho, tenia que detener esto o la única que saldrá lastimada seré yo.

Tome mis cosas y salí del departamento, mientras bajaba en el ascensor le envié un texto a Lex disculpándome por haberme ido así. Llegue a mi casa, me di una ducha y me acosté a ver películas, pedí pizza, saque un bote de nieve que tenia en el congelador y me permití deprimirme el día de hoy, a veces permitirte un día de depresión no quiere decir que te estés dando por vencido, realmente significa tener la madurez para darte un respiro y seguir adelante después de eso. Mañana será otro día y yo seguiré adelante.

Destino: Tómame Where stories live. Discover now