Capítulo 19

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Esmeralda

Desde que recibí su mensaje mi cabeza no ha podido dejar de darle vueltas al asunto, dije que hoy seguiría adelante pero tengo una sensación bastante familiar cada vez que veo un mensaje de "Él", la cosa es que ni siquiera lo conozco, no se su nombre, ni siquiera su edad.. ¿Qué tal que es un viejo?

Mi cabeza empezó a dar vueltas y a doler, estaba en el salón de clases esperando que mis alumnos terminaran sus trabajos para calificarlos pero no podía dejar de pensar en todo esto, incluso tuve que cancelar mis clases en la universidad para ir hoy al parque, jamás en toda mi docencia había faltado a una clase, a menos que me sintiera muy mal. No puedo creer que estoy haciendo esto pero necesito saber que esta sucediendo para poder seguir adelante.

Salí de la escuela y fui tranquilamente por mi café de siempre, pasé por la librería y camine al parque, estaba tan absorta en mis pensamientos que pedí mal mi café, aunque no puedo quejarme porque sabe bastante bien, entre a la librería en busca de material para mis clases y compre un libro de romance, no era precisamente lo que buscaba pero igual ya no tenía nada para leer. Llegué a la banca de siempre y una pequeña brisa comenzó a caer, era de esas lluvias que no se sentían pero te dejaban empapado, voltee a la banca y no había nada así que tomé asiento esperando a que llegara. Más adelante unos niños intentaban alcanzar una pelota que quedó atrapada en un árbol, no era un árbol tan grande pero si algo alto como para que un niño pudiera bajar su pelota sin ayuda. Me encantan los niños y sus personalidades, todos son diferentes, no se dejan manipular por nada ni nadie, si no les gusta algo lo van a decir, de la misma manera que cuando algo les encanta. Camine hacia ellos, tome una rama que estaba tirada cerca de ahí y golpee la pelota para que cayera.

-¡Gracias!- dijeron todos al mismo tiempo lo que me recordó al saludos de mis alumnos cuando entro al salón de clases.
-¡De nada!- dije y les hice señas con la mano para que se fueran- vayan a sus casas se van a mojar- los pequeños me dijeron adiós con la mano y se fueron corriendo.

Estaba decidida a irme cuando voltee una vez más hacia la banca y vi a alguien acercarse, empece a caminar cuando vi que se agacho y dejó algo, dio la vuelta para irse así que camine más rápido y vi la hoja con mi nombre.

-No tan rápido. Esta vez no te iras tan fácil- dije sin pensarlo, sentía la adrenalina recorrer todo mi cuerpo- ¿Quien eres? Al menos me mezco un nombre.- No se que esperar pero ya no hay marcha atrás, necesito saber que esta pasando. Dio media vuelta y se quito su gorro mientras levantaba la vista. Los segundos se me hicieron eternos y no se en que momento empecé a aguantar la respiración.

-Me llamo Taehyung- sabía su nombre antes de que lo dijera.
-¿Qué haces...- estaba a punto de reclamar le cuando me interrumpió
-Mucho gusto, me llamo Taehyung, soy capricornio, me gusta el color verde, los peluches y molestar a mis amigos, hablo dormido, me encanta la música y leer, pero me encantas más tú.- su confesión me dejo sin palabras,  no esperaba esto y definitivamente no lo esperaba a él -No soy la persona que crees, mis amigos dicen que parezco un niño pequeño pero también puedo ser alguien muy serio, soy tímido con las mujeres pero por algún motivo no podía dejarte ir así que solo hice lo primero que se me ocurrió. No planeaba molestarte ese día en la librería pero estoy feliz de haberlo hecho o no habría tenido ningún motivo para acercarme a ti.
-Seguiste enviando las notas después de saber que era amiga de las chicas- dije aun sin poder creerlo
-¡Lo siento!- dijo y agacho su cabeza -no planeaba seguir con esto, pero cuando paso lo del beso... Yo... No sabía como acercarme a ti.- sentí que mis mejillas se ponían rojas de la vergüenza
-Pero tú... Tú te arrepentiste, lo vi en tu cara, por eso me fui
-Claro que estaba arrepentido, había planeado contarte todo primero para que no pensaras que estaba jugando contigo pero me estaba volviendo loco, no me controle y te bese, cuando me di cuenta era demasiado tarde y estaba pensando como solucionarlo.- se acercó y tomó mi mano mientras la lluvia seguía cayendo sobre nosotros - Necesito solucionarlo, porque no puedo estar sin tí.- puso su mano sobre mi mejilla y se acercó poco a poco, se detuvo a milímetro de mi rostro esperando aprovacion así que acorte la distancia yo misma, el beso era cálido, dulce y lento, el agua corría por nuestra cara, nuestros cabellos estaban completamente mojados pero no nos importo, Tae se retiro un poco, tomó mi cara entre sus manos y colocó un beso en mi frente.

-Ya no te dejaré ir, ¿lo sabes, verdad?- dijo él cambiando totalmente de personalidad, no era el Tae temeroso de hace algunos minutos pero tampoco era el Tae seductor que conocí antes, este era tierno y romántico, mi corazón seguía latiendo como loco. -Vamos te acompaño a casa.

Corrimos bajo la lluvia tomados de la mano hasta llegar a mi casa.

-¡Pasa!- Tae se detuvo en la puerta.
-Me iré a casa, es nuestro primer día y esto no es apropiado.- tomo mi rostro y deposito un beso en mi frente y luego otro pequeño en mis labios.- te llamo más tarde, toma algo para que no te resfríes.
-Claro, adios- dije y el se fue corriendo.

Las cosas no siempre son lo que uno planea, empezaba a creer que el destino tiene sus propios planes y estamos a expensas de él. No planeaba regresar a este pueblo y ahora hasta tengo mi propia casa aquí, tengo amigos y trabajo, ahora tengo novio y esto, definitivamente, no estaba planeado. Me di una ducha y me puse mi pijama, prepare un té y una pastilla para que no fuera a resfriarme y recogí mi ropa mojada para echarla a lavar. Suelo revisar los bolsillos de mis pantalones pues siempre hay papeles en ellos, una vez eche a lavar unos sin antes revisarlo y los demás Jeans salieron llenos de pedacitos de papel, tuve que lavar todo de nuevo y aun así costó mucho trabajo quitar todo el papel de ellos. Tire a la basura lo que saque de mi pantalón cuando recordé la nota que Tae había dejado en la banca, corrí a bote de basura y saque el papel que acababa de echar ahi, lo des doble y mi corazón empezó a latir fuerte.

*Soy lo que has hecho de mí.

Toma mis elogios, toma mi culpa,

toma todo el éxito, toma el fracaso.

Toma mí mano,

en resumen, tómame.*

La forma en la que este chico podía llevarme al cielo con solo unas palabras era inexplicable, me tuvo desde la primer nota que escribio, sin saber quien era, yo ya era completamente suya.

*Me gustas como para
dejarme llevar.
Y llevar...
Y llevar...
Y no pensar en volver.*

Envie el mensaje sin dudarlo, nadie puede asegurarte que las cosas funcionen, el futuro es incierto pero hoy estoy segura de lo que quiero y lo quiero a él.

Destino: Tómame Where stories live. Discover now