Capítulo 20

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Taehyung

La reunión se alargo bastante, fueron casi tres horas escuchando el debate para elegir una de las tres sagas que quieren publicar, después tenían que elegir portadas y de más, ahora que mi trabajo ya no está a prueba las responsabilidades y participaciones aumentaron. Entré a mi oficina y tome mi celular para escribirle a Esmeralda, hemos tenido una semana un poco ocupada así que nos hemos visto muy poco, hace unos días por fin fui a la agencia de autos y conseguí uno, no es último modelo, ni de los más costosos pero esta bien, esta mañana me hablaron para decirme que el auto esta en la agencia así que esta tarde iré por él.

*¡Hola hermosa!
¿Tienes clases en la Universidad
esta tarde? *

Envié el mensaje a Esme que respondió enseguida

*¡Hola guapo!
Si, hoy salgo hasta las siete.
¿Por qué?*

Las cosas han salido bastante bien con ella, nuestra manera de ser varía de uno a otro, ella es centrada e inteligente y yo suelo comportarme como un niño la mayoría de la veces, aun que en gustos somo más parecidos, podríamos pasar una tarde entera leyendo sin necesidad de intercambiar palabras y estaríamos cómodos con el silencio sabiendo que el otro está ahí, compartimos el gusto por la comida, los niños, la música, y así es como las cosas toman un equilibrio en esto.

*¿Cenamos?
Quiero verte*

Su respuesta llegó inmediatamente pero no tuve tiempo de leerla, Sarah entro en mi oficina y cerro la puerta detrás suyo.

-¿Qué pasa?- pregunte.
-Nada, la mayoría de los empleados se han ido asi que aproveche para pasar a saludarte.- dijo sonriendo -te extraño, ¿cuando volveremos a salir?
-Sarah, te pedí que dejáramos esto por la paz.- ella camino al rededor de mi escritorio y se sentó a un lado mío sobre la mesa -Además, estoy saliendo con alguien.
-¿Quien? ¿La maestrita esa?- su tono me molesto pero sabia como era ella, no intentaba disculparla pero no ganaba nada enojandome con la hija de mi jefe.
-Si, ella.- la mire en modo de advertencia .
-Esta bien, no hay peligro.- dijo levantándose y regresando a la puerta de la oficina -Avísame cuando te aburras, estaré esperando.- salió de la oficina y yo solté el aire que había estado sosteniendo.

Hasta donde conozco a Sarah, es una persona profecional y muy ambiciosa, jamás había involucrado su vida personal con el trabajo hasta donde yo sé, pero tampoco es que la conozca tan a fondo. Ella y yo tuvimos algunos encuentros pero nada importante, ella sabía que nuestros juegos llegarían a su fin es por eso que me incomoda un poco su actitud aunque no creo que sea algo de lo que tenga que preocuparme. Nicole, mi asistente entró a la oficina y me distrajo.

-Señor, esta es la información sobre el contrato del autor, su viaje es la próxima semana.- dijo entregandome un folder amarillo.
-Su vuelo es el viernes a las ocho de la mañana. ¿Quiere regresar el mismo viernes por la noche o el sábado por la mañana?
-Mañana te confirmo, deja abierto el vuelo de regreso y la estancia en el hotel.
-¿Para los dos?- preguntó tímida.
-¿Dos?
-La señorita Sarah va con usted- coloque mi mano sobre mi barbilla mientras analizaba la situación.
-¿Por qué estas comprando tú los boletos de ella?
-Bueno su asistente me dijo que así nos pondríamos de acuerdo para que viajarán juntos.- se que esta jugada fue de Sarah, pero no planeo estar con ella.
- Dile a su asistente que ella se encargue de los boletos de su jefa y sus horarios, deja abierto mi vuelo de regreso y por favor no comentes mi itinerario con nadie. Eso es todo Nicole, gracias. -abrí el folder y fingí leer la información hasta que Nicole salió de la oficina.

No se si este viaje sea idea del jefe o de Sarah pero no pienso caer en su juego, tengo otros planes y espero no se echen a perder. Tome mi celular y vi el último mensaje de Esmeralda.

*Si, muero de hambre.
Yo a tí*

Esas simples palabras me hicieron sonreír, si no estuviera en el trabajo y tuviera que figir ser serio y poderoso, estaría brincando por todo el lugar.

*Te veo en la Universidad
a las siete.

'Si me ves por alguno de tus pensamientos,
abrázame que te extraño' *

Salí del trabajo y fui a la agencia de autos, firme algunos documentos y me fui a buena hora para recoger a Esmeralda en la universidad, no había podido ir a casa a cambiar mi ropa por lo que aun traía traje, me quite el saco y doble mis mangas hacia arriba, me deshice de la corbata, desabroche mi camisa de los dos primeros botones, me puse unos lentes de sol y baje del auto. Vi a Esme venir hacia la entrada de la universidad, aun estaba algo lejos así que me recargue en la puerta del copiloto para esperarla, cuando por fin levantó la vista y me vio, una sonrisa apareció en su rostro y camino más rápido, era maestra así que debía mantener la compostura a pesar de tener prácticamente la mismas edad que sus alumnos. Unos pasos antes de llegar a mi corrió y se colgó de mi cuello, cuando se hizo para atrás tomé su rostro en mis manos y le di un beso en la frente y luego otro en los labios, le abrí la puerta del auto y la ayude a subir.

No tengo muchos recuerdos de mis padres pero mi abuela siempre me dijo que mi papá era muy caballeroso, que trataba a mi madre como una reina así que ella me educo así, después tuve el ejemplo de los padres de Nam, el señor Kim trataba a su esposa como si fuera la única mujer en el mundo, cuidaba de ella y le daba la importancia que merecía, gracias a esto mi manera de actuar puede ser un poco anticuada pero me gusta ser así.

Lleve a Esme a cenar a un restaurante no tan elegante pero de excelente calidad, su comida es muy buena y el ambiente es relajado, después de la cena fuimos a la salida del pueblo en donde subimos una colina y llegamos a un mirador, se podía ver el mar y las luces de la ciudad que se encontraba al otro lado. Más tarde dejé a Esmeralda en su casa pero antes de irme tomó mi mano y me llevó dentro, soy anticuado pero también soy un hombre, había evitado estar a solas para que no pensara que estaba forzando la situación, mis manos empezaron a sudar y me sentí nervioso. Esme me dejó en la sala de su casa y entró a la cocina, regreso con un trapo y un bote con líquido.

-Quítate la camisa- dijo y supe que era lo que quería hacer.
-¡Esmeralda!- dije fingiendo estar asustado de ella -¿No crees que vas muy rápido?- ella se puso roja y se río.
-Deja de bromear y damela que ya no podrás sacar esa mancha.- me dijo extendiendo la mano.

Resulta que mientras cenábamos la mesera no dejaba de mirarme y por accidente tiro una copa de vino, por suerte mis pantalones no se ensuciaron pero mi camisa tenia salpicadas pequeñas gotitas y la manga tenia un gran circulo rojo.

-Pero como me la voy a quitar solo asi- dije apenado, Esme se levantó y trajo de su habitación una sudadera afelpada con unos ositos estampados en la parte de en frente. Entre al baño y salí muerto de risa, al verme ella también empezó a reír, su prenda me quedaba muy corta, me quedaba casi en el ombligo pero sirvió para que pudiera limpiar mi camisa.

Tenía que esperar a que mi ropa se secara, ella saco algunos juegos de mesa para pasar el rato, después nos sentamos a ver una película, hasta que nos quedamos dormidos.

Destino: Tómame Where stories live. Discover now