Capítulo 7

59 12 0
                                    

Esmeralda

Llegué a casa, me cambie de ropa por algo mas cómodo ya que iba a terminar de desempacar pero primero me dirigí a la cocina para preparar algo de comer. Cuando todo estuvo listo empecé a comer pero en ratos me encontraba pensando en el chico de la librería, me molesto muchísimo su actitud, pudo haberme preguntado si necesitaba ayuda, aunque siendo honesta eso no me molesto tanto y es que debo ser sincera conmigo misma, él tipo estaba buenísimo pero tenia toda la pinta de ser un jugador de primera y su actitud arrogante me lo demostró después. Esa clase de chicos no es mi tipo y no hablo del tipo físico porque obviamente es el tipo de cualquiera en ese sentido, me refiero a que siendo una persona aficionada a la lectura mi tipo de hombre se asemeja más al príncipe de los cuentos, soy realista no quiero alguien millonario con un castillo o un cuarto rojo, pero si busco a alguien un tanto romántico, que entienda mis gustos y que me haga sentir que soy la protagonista de su historia, no pido más.

-¡Si, como no!- me dije a mi misma y me levante de la mesa sin terminar de comer, este tipo de pensamientos es lo que me ha llevado a no tener ninguna relación seria, tal vez mis expectativas son muy grandes o de verdad no estoy hecha para el amor.

Empecé a sacar cosas de las cajas y a acomodarlas en los lugares asignados cuando tocaron el timbre de la entrada, salí y había un repartidor fuera de mi casa.

-Estas equivocado, yo no he ordenado nada- dije.

-¿Eres Esmeralda?- preguntó cuando estaba por entrar de nuevo a mi casa.

-Si, soy yo- el chico bajo de su moto y camino hacia mi con una pequeña caja, firme de recibido y él se fue sin decir una sola palabra.

Supuse que mi madre me había enviado algo y que se había olvidado de decírmelo, probablemente eran trufas caceras o algún obsequio de bienvenida, he estado aquí ya un par de semanas pero apenas le dije que ya me había mudado, así que no he ido a verla y tampoco les he permitido venir, no es que no quiera visitas pero conozco a mi madre y si los invito a venir es como decirle que venga a limpiar y no quiero eso. Deje el paquete en la mesa de la concina y seguí desempacando, tres horas más tarde por fin me había deshecho de todas las cajas, ahora solo faltaba acomodar mi colección de libros en el librero de la sala, pero estaba muerta, dejare eso para mañana e ire a calentar la comida que deje en mi plato. Cuando entre a la cocina vi el paquete en la mesa, la envoltura era de papel café de estraza y en lugar de un listón tenia un trozo de cuerda que envolvía el regalo y formaba un moño, en la parte de enfrente tenia una flor de naturaleza muerta y bajo de ella había una tarjeta. Había dado por hecho que el regalo era de parte de mi madre que ni siquiera puse atención en los detalles, ella jamás habría envuelto algo de esta manera, ella era demasiado tradicional para esto y la tarjeta que venía en frente tenía el logo de la librería a la que había ido esta tarde.

Habría pensado que cometieron un error y que se equivocaron de dirección, pero la nota tenia mi nombre, abrí el regalo y dentro venia un libro con una nota sobre él.

*Srita. Esmeralda:

Rain, Coffee and Book y todo el personal le ofrecemos una sincera disculpa por lo sucedido esta tarde. Nos encantaría seguir contando con su presencia. Deseamos verla pronto y que disfrute de nuestros libros. Que tenga un agradable día.

Rain, Coffee and Book.*

Definitivamente esto era algo que no me esperaba, saque el libro de la caja y vi que era la continuación del libro que acababa de comprar ahí mismo esta tarde, probablemente la chica que me lo vendió fue la que envío el regalo. No se que pensar, esto es un gesto muy bonito aunque siendo honesta no la pase tan mal en ese momento, creo que mi queja fue más porque el chico me gusto mucho y yo se que él solo jugaba, en fin.

Deje el libro en la mesa y calenté de nuevo mi comida, comí tranquilamente mientras hojeaba el libro que compre esta tarde, leí dos capítulos y me di cuenta que esta sería de esas historias adictivas que me leo en una sola noche. Levante la mesa, lavé los platos y cosas que ensucie, después de eso tomé ambos libros y subí a mi habitación necesitaba tomar una ducha así que avente los libros en mi cama y me dirigí a mi baño. Después de ponerme la pijama y ponerme una mascarilla para hidratar mi piel, me iba a costar a leer, esperaba que me diera sueño mientras leía, mañana tengo clases en ambas escuelas y necesito descansar bien pero de verdad que los libros son mi perdición, a veces ni siquiera me doy cuenta cuando voy cambiando los capítulos. Los primeros dos capítulos que leí son muy entretenidos y eso hace que me plantee un poco si empezar a leer ahorita o mejor durante el día, de verdad tengo que despertar temprano.

Antes de acostarme, levanté el libro que me enviaron de regalo para ponerlo en mi mesita de noche, aun estoy distraída mentalmente intentando decidir si leer o no cuando se me resbala el libro de las manos, el golpe del libro en el suelo hizo que regresara mi concentración a su lugar, lo levanté y una pequeña tarjeta se cayó al suelo, la tomé y vi que tenia algo escrito, la caligrafía en tinta negra era bastante linda, era letra cursiva con bastante detalle como si hubiera sido escrito hace muchos años, pero era obvio que la tinta y el papel eran nuevos. Después de analizar la tarjeta leí lo que decía, un escalofrío recorrió mi cuerpo y sentí que mi corazón se agitaba aunque no entendía por que mi reacción, no estaba firmado ni tenia un destinatario, podría ser para cualquier persona y bien pudo haberlo metido ahi alguien que hojeo el libro y la chica de la tienda no se dio cuenta cuando lo envolvió, aun así no podia dejar de leerlo. La tarjeta, la caligrafía, las palabras, todo era hermoso, era romántico y misterioso, sentí envidia hacia la persona a la que le escribieron esto y también sentí pena ya que este error haría que jamás lo recibiera.

Decidí no leer nada y apague la luz de mi pequeña lampara, dejé los libros y la nota en la mesita de noche y me acosté a dormir, no podia dejar de pensar en la nota y no supe en que momento me quede dormida, aunque  mi mente seguía dando vueltas.

Desperté de golpe, aun estaba oscuro, vi la hora en mi celular y eran las cuatro de la mañana, imágenes de lo que acababa de soñar invadieron mi mente, el chico de la biblioteca apareció en mis sueños, sus ojos y su voz eran tan profundos que me perdía en ellos y mientras yo caía en un espiral en donde solo lo podia ver a él, su voz repetía las palabras de la nota que encontré en el libro. No fue un sueño que me provocara miedo, de hecho el sonido de su voz era muy agradable, sentía la necesidad de seguir escuchándolo, encendí la lampara de mi mesa de noche y tomé la tarjeta, el mensaje de verdad me provocaba algo en el interior, no podia parar de leerlo, era la cita de un libro de Julio Cortázar un autor que me gustaba, creo que citar frases así lo hacia aun mas romántico.

*Como si se pudiese elegir en el amor,

como si no fuera un rayo que te parte los huesos

y te deja estaqueado en la mitad del patio.*

Mi corazón quería salirse de mi pecho cada que me imaginaba a ese chico repitiendo las palabras, si mi intención era dormir temprano, creo que más bien me hare a la idea de que no dormiré. Agarre mi libro y me puse a leer el resto de la noche.

Destino: Tómame Where stories live. Discover now