Capítulo 11

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Esmeralda 

*En mis sueños hace tiempo vives conmigo, ahora quisiera comenzar a conocerte en realidad...*

Aun tengo esa sonrisa estúpida en mi rostro, se que luzco como una adolescente después de haber recibido un guiño del chico popular de la escuela, lo peor es que ni siquiera se quien es el chico. Se que debería tener miedo de esto, podría ser algún loco que me esta acosando pero algo dentro de mi me dice que no corro peligro, tal vez sea mi obsesión por las historias dramáticas y románticas, esas donde el chico lindo se enamora de la protagonista y viven felices por siempre, historias por las cuales los estándares sobre los hombres se vuelven inalcanzables, pues esa clase de hombres no existen. Los libros suelen describirte al personaje, te dan los rasgos generales y tu mente dibuja su retrato, mi mente hoy esta en blanco, mi príncipe no tiene un rostro, ni una voz, solo se que tiene una linda letra, una hermosa manera de escribir y la manera exacta de sacarme de quicio. 

Recordé la nota que venia en el libro que me enviaron hace unas semanas, abrí el cajón de mi mesa de noche y busque entre mis cosas hasta que la pequeña nota apareció.

-¡Lo sabia!- dije para mi misma, comparé ambas notas y era la misma caligrafía.

Todo este tiempo había tenido la idea de que la nota del libro había sido escrita para alguien más y es que , como suponer que era para mi cuando no conozco a nadie, pero después de hoy como podría negarlo cuando la segunda nota tiene mi nombre, incluso la dejaron en la banca donde siempre me siento los días que no voy a la universidad. Debó reconocer que esto da un poco de miedo pero también es una de las cosas más emocionantes que me ha sucedido. 

Dice que quiere conocerme pero ¿Cómo?, hasta hoy todo lo ha hecho mediante notas y lo único que puedo hacer es dejarme llevar o dar aviso a la policía, aunque se perfectamente que hare lo primero, me dejaré llevar y que pase lo que tenga que pasar. 

Sentí un poco de frio y abrí mis ojos, me había quedado dormida sobre mi  cama sin destender y en mi mano aun tenia ambas notas, sonreí y las guarde, eran las dos de la mañana asi que volví a dormir. La mañana siguiente desperté y  realice mi rutina de siempre, tomé café y me prepare para ir a la escuela, hoy había un evento en donde se donaban algunas cosas a la escuela, este evento se hace cada año para recaudar fondos para niños que no pueden pagar ciertas cosas y fondos para la escuela, se dona dinero, libros, materiales, etc. Pedí permiso para faltar hoy a la universidad pues el evento es algo cansado y soy una de las que ayudo a organizarlo esta vez. Los niños harán presentaciones, bailes, obras de teatro, algunos otros cantaran, es como un show de talentos para los pequeños y también es una manera de agradecer a todas las personas y empresas que donan.

En el transcurso del día algunos materiales empezaron a llegar, en el evento se hacen las menciones de las donaciones pero desde temprano cajas y cajas llegan a la escuela, así que nos dedicamos a guardar lo que había en ellas, también tenia que estar al pendiente de que todo estuviera listo para las presentaciones de los niños. Me encontraba en el pequeño auditorio de la escuela, estaba revisando las luces y el telón que cubría el escenario, un árbol de cartón que pertenecía a la escenografía de una de las obras se había caído y se había atorado con el telón, no estaba tan alto así que pensé que si me paraba de puntitas y me estiraba podría desatorar las cosas, me estire lo más que pude y las puntas de mis dedos rozaban la parte de tela atorada, vi una mano colocarse sobre la mía, desenredo el telón y sostuvo el árbol para que no cayera al suelo. La sensación que invadió mi cuerpo fue la misma que sentí la vez que entré a la librería cuando aquel chico alcanzó el libro por mi. Sentí su cálido aliento en mi oreja y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

-¡De nada!-susurro y recargo su pecho de nuevo sobre mi espalda para dejar el árbol en su lugar, mi corazón se aceleró y se hizo un hueco en mi estómago, había soñado con esa voz tantas veces que perdí la cuenta y la sensación de calidez de su pecho contra mi espalda casi provoca que mi corazón se salga de mi pecho.

Me gire para ver su rostro pero él estaba parado justo frente al reflector que daba hacia el escenario, solo pude ver parte de su sonrisa antes de que diera media vuelta y desapareciera del lugar. Mis piernas no respondían aún, simplemente me quedé mirando el lugar por donde se fue, la cabeza me daba vueltas, estoy segura que es él pero lo que más me molesta es que siga teniendo este efecto sobre mi.

-¡Esmeralda!- Micaela entro gritando por un lado del escenario -aquí estas- hizo una pausa y me observo -¿Estas bien? ¿Viste un fantasma?
-Ay Mica, te distraes fácilmente- dije intentando cambiar de tema y ganando tiempo para recuperar mis sentidos. -Venias gritando mi nombre ¿Paso algo?
- Ah si, es verdad- dijo tomando aire y empezó a contarme sobre un problema con el sonido.

Media hora más tarde la gente empezó a llegar y el evento comenzó, algunos grupos bailaron y se empezó a dar gracias a la gente que hizo donativos. Lo bueno de todo esto es que yo ayude a organizar pero no dirigí el evento pues el chico de la librería y un muchacha guapísima, iban en representación de una editorial que dono libros a la escuela. La chica fue a la que presentaron y la que dedico algunas palabras, él se quedó a un lado del escenario, la observaba y le aplaudía mientras a mi me invadía una sensación de molestia. Ella terminó su discurso y él camino hacia las escaleras para ayudarla a bajar, tomó su mano y ella le sonrió, yo solo me quedé observando mientras ellos caminaban por un lado de mi, la chica le guiño un ojo a él y volteo a verme mientras me sonreia, parecía estar demostrandome que era suyo. Él por su parte ni siquiera volteo a verme, camino con su arrogancia hacia la puerta y volvió a desaparecer de mi vista.

Cuando terminó el evento todos los maestros y las personas importantes que asistieron se reunieron fuera del auditorio escolar, vi que la señorita presumida y el señor arrogante estaban ahí y decidí ir por mis cosas a mi salón de clases y regresar al auditorio a recoger para no salir tan tarde de la escuela. Minutos despues Mica entró al lugar.

-¿Aún sigues aquí? ¿Por qué no saliste?, quería presentarte a alguien pero no te encontré.- me dijo mi amiga mientras yo terminaba de guardar mis cosas en mi bolsa.
-Me siento agotada y quería terminar de ordenar aquí para poder irme temprano.- le sonreí - ¿A quien querías presentarme? ¿Es lindo?- pregunte riéndome.
-Es un tonto pero cuando quiere puede ser lindo.- las dos empezamos a reír y nos fuimos. -Algún día te lo presentaré- dijo viendo el libro que sostenía en mis manos -Me parece que tienen mucho en común- suspiro y sonrió.

Hobi paso a la escuela a recogerla e insistieron en llevarme a mi casa. Había visto a Hoseok unas cuantas veces, es muy agradable y me impresiona saber como conspiró el destino para que dos personas que están echos el uno para el otro se hayan podido encontrar, siempre he pensado que todos tenemos un alma gemela pero que pocas veces coincidimos con ella. Espero llegar a coincidir con la mía.

Ya estando en casa, me bañe y cene, tome mi libro y me fui a acostar, normalmente termino rápido los libros pero últimamente me distraigo fácilmente por lo que me he demorado más tiempo con este. Hojee el libro en busca de la página en la que me quedé y una pequeña tarjetita salió volando de él. Era su letra, sentí mi cara ponerse roja y mi estómago encogerse.

*Empiezo a creer que el destino tiene sus propias jugadas y este insiste en encontrarnos.
¿Que deberíamos hacer?*

Abajo venia un número de celular, supongo que espera una respuesta.

-¿Qué debemos hacer?...

Destino: Tómame Where stories live. Discover now