Capítulo 12

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Taehyung

Apague de un golpe mi despertador y hundí mi cara en mi almohada, hoy teníamos que asistir al evento de la escuela a la que donariamos libros, Sarah daría un discurso y yo parezco su maldito guardaespaldas. No amanecí de buen humor así que espero no quiera hacerse la tonta el día de hoy.

Llegue a la oficina y ella ya me esta esperando, se levantó de la silla en cuanto me vio entrar, se acercó a mi y me tomó de la corbata.

-Hola, Tae- dijo casi rozando sus labios con los mios. Moví la cabeza hacia un lado y respire tranquilamente intentando calmarme para no aventarla hasta el otro lado de la oficina.
-¿Qué haces aquí?- pregunté fríamente
-Vaya, alguien está de mal humor.- camino de nuevo a hacia mi con una sonrisa juguetona en su rostro, se detuvo justo en frente y paso su mano seductora mente sobre mí hombro. -Necesitamos jugar un poco y recordar viejos tiempos- susurro de nuevo pegada a mis labios -Nos vamos en media hora.- rozó sus labios con los míos y salió cerrando la puerta detrás de ella.

Sarah suele cuidar mucho su trabajo, es por eso que hoy no supe como reaccionar a esto que ha sido lo más descarado que ha hecho, me tomó totalmente por sorpresa. Creo que hoy es un buen día para aprovechar que iremos al evento solos y hablar con ella sobre nosotros, debemos dejar de fingir que tenemos algo.

Una vez en el auto, nos dirigimos a la escuela primaria del pueblo, había una camioneta siguiendonos, en ella venían todas las cajas con los libros que se donarían, Sarah venía hablando por teléfono y dando indicaciones así que supuse que no era un buen momento. Llegamos a la escuela y empezaron a indicarnos a donde ir y en donde debían dejar las cajas, Sarah se fue con la directora y yo ayude cargar algunas cajas, las deje en el salón que me indicaron y decidí dar un recorrido por la escuela. Las aulas estaban bastante bien, los salones estaban decorados con letras y números de colores. Entre a un salón en donde un tigre bebé pintado en la pared daba la bienvenida, observe los materiales y algunos cuentos infantiles que estaban en un librero, di una vuelta al rededor del salón observando las decoraciones en las paredes cuando encontré una foto grupal. Había unos veinte niños en ella, un niño sonriendo ampliamente aunque se notará el hueco en el lugar donde estuvo su diente, una niña con su cabello alborotado, seguramente su mamá se había esforzado en peinarla ese día y la niña jugo y corrió sin importarle nada, los moños apenas y se aferraban a su cabello. Seguí observando hasta que llegué a la maestra y la manera en que mi corazón empezó a latir hizo que me mareara.

-¿¡Esmeralda!?- pregunté en voz baja para mi mismo, analice bien la foto y salí del aula caminando rápidamente, es obvio que si trabaja en esta escuela ella debe estar aquí en este momento, caminé por los pasillo y me asome en todos los salones, aun no sabía que es lo que haría después de encontrarla pero mis pies se movían por si solos.

Abrí la puerta que daba hacia un costado del escenario, en el auditorio de la escuela, las luces del lugar estaban apagadas a excepción de los reflectores del escenario. La luz daba directamente hacia ella, no podía ver su cara pero aún así sabía quién era. Esmeralda intentaba alcanzar algo, caminé despacio y me coloque detrás de ella, sentí que esto ya lo había vivido y recordé la vez de la librería, sonreí de lado, estire una mano para ayudarle a desenredar el telón de un árbol, volví a sonreír cuando sentí que su respiración se agitaba. Soy un cabron y lo sé, no debería estar haciendo esto y menos cuando se que he estado intentando acercarme a ella por medio de las notas, aun así volví a pegar mi pecho en su espalda con el pretexto de dejar la escenografía en su lugar, algo que pude haber hecho sin necesidad de entrar en contacto. Antes de dejar el árbol en el suelo susurre en su oído *De nada*, sabía que ella daría media vuelta y al momento de hacerlo no podría ver mi cara pues la luz no lo permitiría, esto no fue planeado pero agradecía que ese reflector se interpusiera, yo podía ver sus preciosos ojos sin sentir la intencidad de su mirada en la mía, sonreí de lado y di la vuelta para salir de ahí.

Al otro lado del escenario había una puerta que llevaba hacia una entrada al teatro, esta solo se usaba por el personal y los niños que actuarían, el evento aún no empezaba así que todo estaba oscuro. Al momento de cruzar la puerta una mano me tomó del brazo, Sarah salió de entre las sombras y se acercó a mí.

-Te estaba buscando, el evento está por empezar.- dijo ella.
-Vamos- dije mientras la conducía hacia afuera del oscuro pasillo.

Una vez que el evento comenzó, Sarah dio su discurso, ella siempre ha sido muy profesional, las palabras que dedico hacia la causa fueron bastante buenas, todo el tiempo mantuve mi vista fija en Sarah pero mi mente estaba concentrada en lo penetrante que era la mirada de Esmeralda, podía sentir que perforaba mi cabeza y yo no podía ceder esta vez, en este momento yo estaba trabajando y se que los niños no verían nada bien que me avalanzara sobre ella y le robará un beso, estuve a punto de hacerlo hace un rato y debo controlarme.

Sarah terminó de dar su discurso, le aplaudi y me acerque a las escaleras para ayudarla a bajar, tome su mano y cuando estuvo abajo caminamos hacia los asientos que se nos tenían asignados, pase frente a Esmeralda sin voltear a verla y una vez abajo solté a Sarah y salí del auditorio. Regrese al salón en donde vi la foto de Esme, supuse que había dejado sus cosas ahí y yo necesitaba dejarle una nota, decidí escribir mi número de celular en ella, necesitaba recibir respuestas, tal vez estaba llevando todo esto demasiado lejos y debía detenerme, pero eso era algo que ella tendría que decirme, incluso si no me contacta después de tener mi número debería tomarlo como una advertencia para dejar de molestarla.

Salí de nuevo al patio, el evento había terminado y todos estaban afuera, todos excepto ella, quería verla antes de irme pero creo que no podré hacerlo. Me despedí de Mica y regrese a mi oficina, decidí ir directo a mi casa después del trabajo, se que ella no estaría ahí y seguro la nota no la verá hasta tarde, podría ir con Yoongi a distraerme pero los nervios no me dejaran y tendré que contarle lo que he estado haciendo. Yoongi es una persona directa, te guste o no lo que tiene que decir de todos modos lo dirá, se que no está de acuerdo con mi manera de actuar y se que si los chicos se enteran me ganaré un apodo de acosador o algo así.

-Esto lo mantendré en secreto, aunque no se hasta cuando tenga que dejar de hacerlo.- sentí nervios de que ella no respondiera y aun más de no saber como detenerme si recibo su mensaje.

Destino: Tómame Where stories live. Discover now