Capítulo 32

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Esmeralda

Lo primero que hice fue ponerme a llorar, toda clase de sentimientos me invadían pero la rabia era el principal de ellos. Había tenido un día bastante tranquilo, fui al colegio, cancelaron mi clase en la universidad así que regrese temprano, me di una larga ducha para relajarme y fui a hacer las compras. Andy había quedado conmigo para acompañarme, él también tenía que comprar detergente y algunas cosas para comer. No pasó nada del otro mundo pero su compañía fue bastante agradable, bromeamos, reímos y quedamos en salir de nuevo, a una cita real. Lo mejor de todo es que no hubo incomodidades y me hizo olvidarme de todo por un momento. Regrese a casa y acomode todo lo que compre en su lugar, recibí una llamada de mi hermana, tenía tanto tiempo de no hablar con ella que me hizo muy feliz escucharla. El día de ninguna manera podía ir mal, me recosté en mi cama y recordé las bromas que Andy me hizo, empezaba a sonreír como una tonta cuando mi teléfono vibro.

*Ojalá, cada vez que mires tus manos sientas que te faltan las mías*

Mi mente se bloqueo por un instante hasta que las palabras de ese texto se hicieron camino y se tatuaron en mi cerebro. Una lagrima empezó a rodar por mi mejilla lo que me provocó más coraje, me había dicho a mi misma que ya no lloraría por él, el problema era que el simple hecho de haber leído su nombre en mi celular hizo que mi corazón se acelerará y esto es lo que provoca que las mil emociones vengan a mi.

Apague el celular y lo guarde en el cajón de mi mesita de noche, conecte el despertador digital y lo programe para mañana, a pesar de mi rabia y de aun no tener tanto sueño, me acosté y me obligue a dormir.

Las olas mojaban mis pies y la arena se adhería a mis dedos hasta que la siguiente ola volvía a limpiarlos, el viendo era fresco y el atardecer hacía que el agua se tornará naranja. A pesar de la tranquilidad del lugar la sensación de vacío no me dejaba. De repente empecé a sentirme perdida, el sol había terminado de ocultarse y ahora el agua era tan oscura que se perdía con el cielo y la profundidad de la noche, no sabría que el mar estaba ahí si no pudiera escuchar las olas. Una sensación de ansiedad se apoderó de mi, no sabía que hacer ni a donde ir. Estaba buscando a algo o a alguien pero no podía encontrarlo, seguía caminando por la orilla del mar en busca de lo que fuera que hiciera que me dejara de sentir de esta manera. Me empecé a desesperar e intenté gritar pero no pude, el viendo empezó a soplar con más fuerza y las olas se escuchaban cada vez más fuerte y más cerca. Estaba a punto de dejarme caer y esperar a que pasara lo que tuviera que pasar cuando su mano rozo la mía, sus dedos se entrelazaron con los míos y de repente todo se detuvo, el aire dejó de soplar y las olas volvieron a su oleaje tranquilo y suave, una sensación de paz y tranquilidad se instalo dentro de mi. Di media vuelta para verlo, yo sabía quien era pero necesitaba ver su hermoso rostro, levante la vista...

La alarma del despertador sonó, sentí que la noche no había durado nada pero aun sentía esas sensación de paz, fue un sueño bastante real y aunque no logre ver su cara, sabía que esa mano era de Taehyung. Me hice a la idea de que el sueño fue a causa del mensaje de anoche, le reste importancia y me levante. Me bañe y me arregle bastante rápido, acomode mi habitación y desayune, después todo lo que había hecho era buena hora, salí y camine tranquilamente por la calle hasta llegar a la escuela. Una vez en mi salón, encontré una rosa roja con una tarjeta en mi escritorio.

*Ten un lindo día
-Andy*

Sonreí pero no me emocione tanto, siendo honesta los detalles de Tae habían dejado un poco alto el estándar, yo no era exigente y agradecía el detalle que había tenido, darme flores no era algo que tuviera que hacer y aun así lo había hecho así que mi agradecimiento era sincero, el problema era yo y mi costumbre a Taehyung. Tomé mi celular y le envié un mensaje a Andy

*¡Que hermosa sorpresa!
Espero que tu también tengas un lindo día.*

-¡Hola! - dijo Mica entrando a mi salón, dejé el celular en el escritorio y voltee a verla -¿Como dormiste?
-Bien, gracias. Tuve una experiencia algo desagradable antes de dormir pero por suerte logré quedarme dormida- Y era verdad, a pesar de que mi sueño era sobre Tae ella no lo sabia y yo no estaba mintiendo sobre eso.- ¿y tu?
-Todo bien- me sonrió -Solo quería avisarte que nos reuniremos en casa de Lex esta tarde. Al parecer consiguieron un plan de viaje para la luna de miel y nos avisaran de que va.
-Esta bien. ¿Vamos juntas?
-Esa es la cosa amiga, tengo que ir a hacer unas cosas saliendo de la escuela, Hobi me recogerá e iremos a ver a su mamá rápido
-No te preocupes, puedo llegar caminando allá
-Bien, nos vemos allá-me lanzó un beso -Me voy que ya están llegando mis niños.

Me había olvidado del viaje y a decir verdad necesito vacaciones urgentemente, el solo pensar en tomar el sol a la orilla del mar me dan ganas de hacer mi maleta e irme ahora mismo. Todo el resto del día estuve de muy buen humor, acordarme de la salida con los chicos había hecho que me emocionara muchisimo y aunque estaba en clase mi mente no dejaba de pensar en las cosas que necesitaba comprar. El último mes había perdido un poco de peso así que probablemente necesitaba un traje de baño nuevo y ropa de playa, tal vez una toalla y algún par de sandalias, amaba ir de compras, siempre era un buen distractor y para mi cualquier pretexto era bueno para ir al centro comercial.

Las clases terminaron, tome la rosa que me regalo Andy y salí del salón, pensé en pasar a comprar un helado e ir comiendolo mientras caminaba a casa de Lex. Estaba imaginando todos los sabores que vendían en ese lugar para ver cual se me antojaba más, camine hacia la salida de la escuela, saque mi celular para ver la hora y al levantar mi cabeza él estaba parado ahí, llevaba un traje gris oscuro y su camisa blanca estaba desabrochada de los primeros botones, su cabello estaba peinado de manera que dejaba su frente descubierta. Sentí que mi boca se secaba y que mis pulmones no funcionaban correctamente. A pesar de todo Taehyung lograba desestabilizarme en un abrir y cerrar de ojos, recobre un poco la cordura y camine hacia él.

-¿Qué haces aquí?- pregunté intentando sonar molesta
-Vine a recoger a alguien- respondió sin voltear a verme.
-Bien- respondí y me sentí como una tonta por haber preguntado, di la vuelta para continuar con mi camino pero su mano me detuvo
-Sube al auto, Esmeralda- dijo viéndome a los ojos, parecía estar molesto
-¿Por qué?
-No tengo tiempo, sube- aún con su mano rodeando mi brazo, abrió la puerta y me subió a su carro, cerró la puerta y rodeo el automóvil para subir. - Me pidieron que viniera por ti- dijo molesto y arranco
-Si tanto te molesta, no lo hubieras hecho.- voltee de reojo a verlo y su mandíbula estaba tensa, parecía estar apretando los dientes y pasaba una mano por su barbilla para contenerse. De repente alargo su mano y encendió la radio, una canción familia empezó a sonar, gire mi cabeza a la ventana al saber que canción era, últimamente la había estado escuchando mucho y no quería que me afectará, Tae empezó a cantar, era una voz profunda pero a la vez suave, no quise voltear a verlo, esto haría que las lágrimas que había estado ocultando todo el día detrás de esa fingida felicidad, salieran de mis ojos sin aviso.

**Yes, I do, I believe
That one day I will be where I was right there, right next to you.

And it's hard,
the days just seem so dark, the moon, the stars, are nothing without you.**

No creo que esta canción tenga el mismo significado para él que para mi, y eso me dolía aún más. En cuanto se estacionó fuera de la casa de Lexy, baje del auto y corrí hacia la puerta de la entrada. No soportaba tenerlo cerca, quería odiarlo con todo mi corazón, pero lo seguía amando con mi alma entera.

**Si, lo hago, creo que un día estaré donde estaba, justo ahí, justo a tu lado.
Y es difícil, los días parecen tan oscuros, la luna, las estrellas, no son nada sin ti. - Sam Smith, Lay Me Down**

Destino: Tómame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora