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Aiden

Abro los ojos y lo primero que veo son nuestras manos. Sigo aferrándome a su mano como lo hice cuando empecé esta locura de traerla de vuelta. En la habitación de hospital en la que estamos reina el más absoluto silencio y fuera está oscuro. Tampoco hay mucha luz a mi alrededor. Vuelvo a mirar a mi alrededor, pero no encuentro a Will. Antes de empezar estaba conmigo en la habitación, pero ahora no hay rastro alguno de él. Me levanto sin soltar su mano y me inclino sobre ella depositando un beso sobre su frente.

Siento un leve apretón sobre mi mano.

- Hola- dice una voz dulce y suave.

Es ahora cuando me doy cuenta de lo mucho que he echado de menos esa voz. Sus ojos están apenas abiertos y ella parece adormilada.

Sonrío al instante y la miro. Siento como las lágrimas llenan mis ojos al ver que sus labios se curvan en una pequeña sonrisa.

- Hola- me sorprende la dulzura que escucho en mi voz.

Al mismo tiempo que lo digo me vuelvo a sentar a su lado. Le acuno la cara con una sola mano moviendo mi pulgar sobre su pómulo derecho. Ella busca mi caricia con su cabeza.

Ella se mueve torpemente hacia un lado y le da palmaditas a la cama para que me tumbe a su lado. No hace falta que lo haga dos veces. Me tumbo a su lado. Ella gira su cabeza para verme y vuelve a sonreír, solo que esta vez me regala una sonrisa más amplia que la anterior.

- Hola- repite otra vez y me da un beso en la frente.

- ¿Qué tal estás? – pregunto con sus labios todavía sobre mi frente.

Necesito tenerla cerca. Ha estado alejada de mi por unos días, pero se me han hecho eternos.

- Bien- inspira profundamente y luego suelta ese aire despacio- ¿Qué pasó? – pregunta.

- No hace falta que te lo cuente ahora mismo lobita. Lo que más importa en este momento es que te mejores. Lo demás puede esperar- otro suspiro pesado.

La verdad es que no quiero revivir todo lo que ha pasado desde que la dispararon. La herida que eso causó en mi todavía es muy reciente. Más aún sabiendo que no sé muy bien lo que realmente pasó. Y no hay nada que quiera más que averiguarlo, pero como dije hace unos minutos, puedo esperar.

- Voy a llamar a los médicos- ella asiente- ¿Quieres que también llame a tus padres?

- Primero los médicos y luego mis padres, estoy bastante cansada.

Deposito otro beso sobre su frente y me salgo de la habitación en busca de los médicos.

El vínculo-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora