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Aiden

Sus palabras me golpean tan fuerte que siento como algo se rompe dentro de mí. El instante en el que esa última palabra sele de sus labios, siento una punzada fuerte en mi interior. Sabía que el rechazo duele, pero nunca pensé que de esta forma. Ahora ya lo sé, acabo de ser rechazado, Kiara acaba de dejarme claro que lo que quiere de mi es amistad, solo amistad. Un nudo se forma en mi garganta y no sé qué hacer. Intento que desaparezca junto con el dolor que siento ahora, pero no lo logro. Siento como el miedo me invade ante la idea de la soledad que ha aparecido en mi pensamiento. No debí enamorarme de ella, nunca debí hacerlo, pero tampoco pude evitarlo. La única cosa que sé a ciencia cierta es que no elegimos a quién amar, no nosotros. No me atrevo a mirar en su dirección.

- Si desde el primer día nos hubiésemos llevado bien, habría sido otra historia- dice sin ningún tipo de emoción en su voz y eso hace que duela más.

Me levanto de forma brusca y rápida de la roca sobre la que estoy sentado y Kiara me mira desconcertada.

- No vamos- digo sin mirarla- Empieza a hacer frío.

El camino de vuelta a mi coche lo hacemos en completo silencio, que esta vez es de lo más incómodo. A pesar de estar cabreado, voy a una velocidad segura para que ella no se haga daño. Cuando llegamos al coche, le abro la puerta mientras ella entra, una vez dentro pongo la radio y arranco. Al igual que antes, el camino hacia la casa de Kiara lo hacemos en total silencio, exceptuando la música que sale por los altavoces. Ella no aparta la vista de la ventanilla del copiloto y yo doy gracias de que no mire en mi dirección ni una sola vez. Sé que me estoy comportando como un auténtico idiota, pero ahora mismo prefiero estar así a hablar con ella. Una vez en su casa, me apresuro a abrirle la puerta del coche, pero se me adelanta. Parece que está enfadada. En parte no la culpo, no me estoy portando nada bien, deduzco que lo que la ha enfadado ha sido mi cambio repentino de humor. Puede parecer que se trata de una tontería, pero no lo es.

La acompaño hasta la puerta y ella entra sin más, sin despedirse de mí, cosa que le agradezco infinitamente. Llevo el coche a casa pero no entro, en vez de eso me transformo y salgo corriendo. Mientras corro y el aire me golpea, una sola palabra acapara mi mente, "amigos". Seis letras que me hieren peor que un arma de plata. No sé muy bien cuanto tiempo corro sin rumbo fijo, al final acabo en una colina. Levanto la cabeza y me fijo en la luna. Su color es tan blanco que puede confundirse con un azul muy claro. Con la vista fija en ella y siento con un aullido intenta salir. En un primer momento intento que no llegue a producirse, pero la segunda vez, no puedo retenerlo y aúllo. El sonido que sale de mi garganta está lleno de tristeza y dolor.

Al llegar a casa me doy cuenta de que las luces están ya apagadas, saco el móvil del bolsillo de mi pantalón y miro la hora. Son las doce y diez de la noche, no me extraña que la casa esté a oscuras. Miro hacía la entrada y me encuentro con que alguien está sentado en las escaleras de la entrada a casa. Al acercarme más, veo que es Logan. Me transformo mientras me acerco más a él para sentarme a su lado.

- Traes una cara de mil demonios- dice.

- He tenido una tarde de mierda.

- Esa boca- lo miro con mala cara, no estoy para bromas, pero sé lo mucho que odia las palabras malsonantes- Lo siento.

- ¿Qué ha pasado? El sonido ha sido desgarrador.

- Kiara-solo digo eso.

- Me dijo Emma que habías quedado con ella, ¿tan malo ha sido?

- Me ve solo como a un amigo, me lo ha dejado bastante claro esta noche.

- ¿Estás seguro de ello?

El vínculo-EditandoWhere stories live. Discover now