El vínculo-Editando

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Aiden

El partido, como la gran mayoría, está bastante reñido. Nuestro instituto va ganando por dos puntos, y eso no es una diferencia que me deja tranquilo. A pesar de que ya no formo parte del equipo, sigo muy metido en él. Durante las dos primera partes le he estado dando instrucciones a Logan, quién al final me ha dicho que lo tenía todo controlado y que yo debo disfrutar del partido en vez de pensar en la táctica. Poco antes del final de la segunda parte, por el rabilo del ojo veo que Kiara se levanta. Oigo como le dice a Emma que va al baño, ella se ofrece a acompañarla pero finalmente Kiara va sola. Al verla subir las escaleras siento como algo pesado aparece en mi pecho, me inunda un sentimiento de intranquilidad. El pitido que indica el final del segundo tiempo me devuelve a la realidad. Los cinco minutos del descanso se pasan volando y cuando los equipos salen a la pista los espectadores empiezan a animar. Entre tanto grito escucho mi nombre.

- ¡Aiden!

Me levanto de un salto al escuchar la voz de Kiara. Emma me mira pero no le hago caso. Me abro paso entre las personas que animan y las cuales están de pie dificultándome el paso.

- ¡Aiden!

Kiara vuelve a llamarme y se me eriza el vello de todo el cuerpo mientras un escalofrío lo recorre cuando escucho su voz. Percibo terror en ella y mi nombre suena como un sollozo, su voz es temblorosa.

"Mierda"

- ¡Aiden!

Esta vez lo dice llorando y mi nombre suena como una súplica. Me doy más prisa y cuando salgo al pasillo me encuentro con la figura de un lobo. Mi mirada se dirige en la misma dirección que la suya y veo a Kiara parada de espaldas a la puerta del baño. Me acerco a grandes pasos y ni siquiera me doy cuenta de que me he transformado. Doy un salto y me pongo entre Kiara y el lobo. Kiara está solo a unos centímetros de mi por lo que puedo sentir como su cuerpo entero tiembla y noto que su respiración es muy agitada, al igual que los latidos de su corazón. Me acerco más a ella de tal forma que mi cuerpo toca el suyo. Siento como su mano se posa sobre mi lomo, pero aunque quiera, no puedo mirarla, si lo hago el lobo podría verlo como una oportunidad. Es mucho más grande que yo y de sus colmillos cae sangre, pero eso no me asusta, mi valor aumenta cuando se trata de Kiara, ya que ella es lo único por lo que puedo temer. El lobo muestra todo el tiempo sus dientes y yo hago lo mismo. No nos movemos de nuestros sitios, no pienso ser el primero en moverme.

- Entra, escóndete.

La mano de Kiara abandona mi lomo y noto como retrocede para entrar a baño. Me distraigo unos segundos y el otro lo aprovecha para abalanzarse sobre mí, pero reacciono a tiempo y ambos empezamos a pelear. Me tumba de lado y logra morderme en la parte superior donde empieza mi pata delantera y ahogo un aullido de dolor. Trato de zafarme pero su mandíbula hace cada vez más presión sobre mis huesos. Con una de las patas traseras le araño el abdomen. El momento en el que su mandíbula no me aprieta tanto aprovecho y vuelvo a atacarle dejándole mordiscos en diversas partes de su cuerpo. Damos unas cuantas vueltas por el suelo, hasta que vuelve a quedar sobre mí. Noto como su enfado emana de su cuerpo, pero no logro captar su esencia, no huele a nada. Ambos escuchamos un ruido y en ese momento el lobo sale disparado abriendo las puertas del recinto.

Me pongo en pie y siento como la sangre emana de mi cuerpo. Antes de poder ver la herida, Kiara sale del baño. Ya no parece tan asustada como antes y su corazón late más tranquilo aunque las lágrimas siguen recorriendo sus mejillas. Me giro para mirarla pero gruño por el dolor. Si me duele es que es una herida profunda, pero en vez de mirarla, mis ojos se encuentras con los de ella. Me observa durante un rato con los ojos llenos de preocupación. Luego se mueve y se pone delante de la pata que tengo mal. Sus ojos se abren mucho al ver la herida y me percato de que realmente debe ser algo grande.