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Kiara

El fin de semana no hice absolutamente nada. Emma y Logan estuvieron ayudando la mayor parte el fin de semana a las autoridades a buscar al culpable de los asesinatos así que Grace y yo hicimos maratón de "Los Juegos del Hambre" el sábado y el domingo de "Cómo entrenar a tu dragón", mi trilogía favorita.

La semana también pasó tranquila. Lo único que me sacaba de mis casillas eran las clases de matemáticas. En muchas ocasiones sentía su mirada puesta en mí, pero cuando levantaba la vista siempre le veía con los ojos puestos en el libro de texto. Por lo visto, a día de hoy los casos de asesinato todavía no están resueltos, por lo que hay cierto aire de enfado y preocupación entre Emma, Logan y Aiden. Por su parte, Aiden me ha ignorado completamente toda esta semana. Me he repetido en muchas ocasiones que es debido a que es rastreador y probablemente sea quién más ayuda en la investigación, pero las palabras de Emma tenían también su efecto en mi. ¿Y si de verdad Aiden sentía algo por mi? No podía pensar en eso, ni siquiera quería creer que esa posibilidad podía existir, no quería ilusionarme con algo que probablemente nunca pasaría.

Hoy, es viernes de partido y el ambiente es bastante divertido. Las chicas revolotean alrededor de los jugadores dándoles ánimos. Por lo que me ha contado Emma, en el equipo contrario, al igual que en el nuestro, hay tres hombres lobo, por lo que el partido va a estar muy igualado.

- Entonces, ¿cómo vas eso de los jugadores licántropos y los que no lo son?- le pregunto a Logan mientras me acompaña a casa.

- Medimos nuestras fuerzas- le miro sin entender- En los equipos en los que hay licántropos y en los que no los hay siempre medimos nuestras fuerzas. No es lo mismo golpear a un licántropo con nuestra verdadera fuerza que golpear a un jugador que no lo es.

- ¿Y cómo sabes quién es quién?

- Por el olor y por los ojos claro. También si hay confianza entre los jugadores, casi siempre solemos avisar de que tenemos un nuevo jugador que es un hombre lobo.

- Vaya- le miro y pregunto sin pensarlo dos veces- ¿Crees que Aiden siente algo por mi?

Logan me mira levantando una ceja, pero no se detiene, sigue caminando.

- ¿A qué viene esa pregunta?

- El viernes pasado quedamos y le dije que todo hubiese sido más fácil si desde el principio hubiésemos sido amigos, y en ese momento su estado de ánimo cambió.

- Mira, Aiden no es de los que hablan de sus sentimientos, de hecho es bastante difícil que los demuestre, así que no sé qué decirte, a mi no me cuenta ese tipo de cosas. ¿Tú sientes algo por él?- su pregunta me pilla desprevenida y siento como el calor sube hacia mis mejillas, solo espero que Logan no se haya dado cuenta de eso.

- No, solo le veo como a un amigo.

Logan asiente, pero la sonrisa que se la ha formado en los labios no me deja muy tranquila que digamos. Llegamos a mi casa y Logan se despide diciendo que espera verme en el partido, le digo que no faltaré y se va a casa a prepararse.

- Tenemos asientos en la segunda fila cosa que no está nada mal- Emma me mira- Gracias por acompañarme- dice mientras busca un hueco para aparcar.

- No tienes por qué agradecerme, no puedo permitir que te mueras de aburrimiento en el partido- me rió y ella me acompaña.

Entramos en el edificio y nos dirigimos hacia los vestuarios. Antes de cada partido, Emma le desea suerte a su novio mientras yo la espero fuera, no soy muy fan de ver a chicos semidesnudos porque automáticamente me pongo roja como un tomate. Es lo que tiene tener la tez muy clara, cada vez que nos sonrojamos se nos nota a kilómetros. Avanzamos entre el tumulto que se ha generado en la entrada a las gradas y tras varios empujones logramos entrar al recinto. El frío de la pista me golpea la cara y doy gracias de traer una bufanda. El frío me encanta, pero lo que odio son los cambios bruscos de temperatura, eso de pasar de un sitio en el que hace calor a uno en el que hace frío no me agrada para nada. Bajamos hasta la fila dos y le veo. Aiden está sentado a unas seis butacas de donde estamos Emma y yo y observo que a su lado hay dos asientos libres. No se si Emma no le ha visto, pero mi intuición me dice que esto estaba planeado.

- Aiden- Emma le da la mano y él la aprieta.

- Hola- ni siquiera el miro a la cara.

- Kiara- dice con tono seco.

Por suerte Emma se ha sentado entre los dos.

El partido empieza y aunque no entiendo muy bien el juego, a pesar de que Emma ya me lo ha explicado, me distraigo mirando cómo juegan. Siempre es así, pero ahora lo veo un poco mejor. Me fijo más en cómo juegan , en los golpea que reciben los jugadores. Como me dijo Logan, puedo observar que algunos golpes son más suaves que otros, mientras que otros son mucho más fuertes. La primera parte avanza sin ninguna incidencia y al finalizar los nuestros van ganando. La segunda parte empieza siendo bastante tensa. Me permito mirar en dirección a Aiden y le veo muy concentrado. También me doy cuenta de que cuando Logan pasa por delante nuestro, asiente en dirección a Aiden.

- ¿Por qué Logan asiente cuando pasa delante nuestro?- le pregunto a Emma.

- Telepatía- me mira y yo abro mucho los ojos- Si nos comunicamos sin hablar, mediante nuestros pensamientos.

- ¿En serio?

- Si- asiente con una sonrisa- Podemos comunicarnos así con cualquiera, en algunos casos es más fácil y en otros más difícil- asiento- Es más fácil cuando se trata de miembros de una misma manada, es casi instantáneo, solo hace falta decir el nombre, si es con otros es un poco más complicado. para que suceda tiene que haber una primera conexión, que no siempre se da a la primera, y también tardas más en recibir la respuesta claro. Es un canal seguro y es más fuerte entre un alfa y sus betas que entre betas.

- ¿Más fuerte?

- Si. Más fuerte en el sentido de que se puede realizar a mayores distancias. También es nuestra forma de comunicarnos cuando nos transformamos y en forma de lobo es más duradera.

- Entiendo. ¿Se puede dar entre hombres lobo y humanos?

- No.

Su respuesta me deja tonta, ¿cómo es que yo escuché a Aiden esa vez? Puede que lo haya imaginado. No eso es imposible, escuché a Aiden, esa era su voz, la reconocería en cualquier lugar. Me dijo que me pusiera detrás de él. Emma se echa un poco hacia atrás y me fijo en Aiden, quién está concentrado en el juego. Seguramente le está dando instrucciones a Logan. Ahora que lo pienso, los del otro equipo pueden estar haciendo los mismo, claro por eso los partidos muchas veces terminan con una victoria justa.

- ¿Puede comunicarse uno con varios a la vez?

- Si, pero se necesita más concentración que con uno solo- asiento y no le hago más preguntas para que disfrute del partido.

Minutos antes de que termine la segunda parte, le digo a Emma que necesito ir al baño, ella se ofrece a acompañarme, pero le digo que voy sola. El pasillo está desierto y los servicios se encuentran al final así que me doy prisa y no es precisamente porque no quiera perderme nada del partido. Siempre me han dado un poco de miedo los lugares cerrados en los que no hay personas, como por ejemplo ahora. Entro al baño y me doy la mayor prisa posible. Al terminar me lavo las manos y me las seco con el papel, no soy muy de usar los secadores de las manos. Al salir del baño me quedo paralizada. Delante de mí hay un lobo negro enorme. Está de espaldas a mí. Siento como el corazón golpea mi caja torácica tan fuerte que me da la impresión de que me va a romper los huesos. Empiezo a respirar deprisa y con inhalaciones y exhalaciones cortas, y siento como las lágrimas inundan mis ojos. Mi mente me dice que vuelva a meterme en el baño, pero mis piernas no quieren hacerme caso alguno. Bajo la cabeza y mis ojos van a parar a una mancha que se extiende por debajo de la bestia y viene en mi dirección. A medida que se acerca, puedo ver su color rojo y un sonido escapa de mi boca. El animal lo escucha y se gira en mi dirección. Sus ojos gris brillante se clavan en mi y gruñe. Miro hacia el lugar del que procede la sangre y veo lo que perece ser un cuerpo. Mi cuerpo entero se sacude bruscamente, y cuando vuelvo a mirar a la bestia, está cada vez más cerca. Se acerca a mi despacio, como si disfrutara al sentir mi miedo. Intento gritar, pero el sonido que quiere salir de mi boca muere en mi garganta. Lo único que logro hacer es pronunciar el nombre de Aiden en mi mente mientras veo como el animal se acerca cada vez más a mí.

El vínculo-EditandoWhere stories live. Discover now