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Kiara

Es increíble lo que le ocurre a mi cuerpo cuando Aiden se encuentra cerca de mí. No hace falta que me toque, su mínima cercanía hace que una corriente eléctrica recorra todo mi ser. Y cuando junta sus labios con los míos, aunque sea en un beso corto, mi cuerpo se estremece y pierdo la noción del espacio y del tiempo, dejo de pensar y me dejo guiar por él y por mi propio cuerpo, dejando que suceda lo que tenga que suceder. Y es lo que está pasando ahora. Sus labios se mueven despacio sobre los míos, y como dije antes, mi cuerpo se estremece al sentir el roce. Aiden se inclina hacia adelante y yo me reclino más hacia atrás. Vuelve a inclinarse aun más y antes de que caiga de espaldas en la cama, siento como coloca su brazo en mi espalda haciendo que me tumbe despacio. Sus labios se separan un breve instante de los míos para coger aire y luego vuelve a la carga. Las sensaciones que ahora recorren mi cuerpo son mucho más fuertes debido a que el beso se ha tornado en uno más profundo. Su mano se cuela debajo de mi camiseta y empieza a acariciarme la tripa con sus ásperos dedos, enviando impulsos eléctricos a todas y cada una de las partes de mi cuerpo. Su boca abandona la mía y sigue su camino a lo largo de mi mandíbula, depositando pequeños besos. Mi respiración se vuelve pesada y un gemido escapa de mi boca cuando alcanza mi cuello.

Si un beso suyo hace esto conmigo, estaré totalmente perdida cuando lleguemos a más.

Su mano baja un poco y vuelvo a la realidad de golpe. Por mucho que me guste no quiero que lleguemos a más, por ahora no. Antes de que pueda decir algo, Aiden saca su mano de debajo de mi camiseta y abandona mi cuello. Se apoya sobre sus antebrazos y me mira directamente a los ojos.

- No pensaba llegar más lejos. No hoy-.

Una sonrisa pícara adorna sus labios y mi autocontrol se tambalea. Levanto un poco la cabeza para besarle pero él se aleja.

- No creo que sea una buena idea.

No tiene que decir más, sé a lo que se refiere. Solo asiento. Él se tumba a mi lado mirando al techo. Me acerco y hago lo mismo. Nos quedamos en completo silencio por unos instantes, hasta que hablo.

- ¿Vamos a decírselo a alguien?- pregunto.

Él se gira y se queda tumbado de lado a pocos centímetros de mí.

- ¿Te refieres a lo de la telepatía?- asiento- Si te soy sincero no lo sé. Por una parte no lo veo necesario, es algo nuestro, así como el hecho de que estamos saliendo, solo nos implica a nosotros dos y a nadie más. Por otra parte tengo curiosidad de saber por qué esto es posible- me sonríe- Pero me encanta que seamos la excepción, que no seamos algo convencional.

Estira su mano y coloca un mechón de mi pelo detrás de mi oreja y la toca con sus dedos haciendo que me estremezca.

- Como sigas así no seré responsable de mis actos- dice con voz grave y yo me muerdo el labio inferior- Lo haces aposta ¿verdad?

Trato de retener la risa mordiéndome el interior de la mejilla, pero mi cuerpo vibra por ello. Estallo en una carcajada cuando Aiden empieza a hacerme cosquillas.

- Para- digo entre risa y risa.

- Creo que no- sigue con las cosquillas.

Para minutos después cuando me cuesta respirar por reírme tanto. Me da un beso en la frente y se sienta en la cama de espaldas a mí. Me molesta que lleve una sudadera encima, si estuviera con una camiseta mi vista estaría más agradecida, pero por lo que veo tendré que esperar. Me arrastro por detrás y le abrazo dejando un beso en su mejilla.

- Vas a acabar conmigo lobita.

- No exageres, no te estoy haciendo nada.

El vínculo-EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora