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Kiara

- No te olvides de los preservativos- dice Em desde mi cama.

Le conté que Aiden y yo íbamos a pasar el fin de semana juntos a saber dónde. Le pregunté si sabía dónde me llevaría, pero ella dijo que sabe a quién vamos a ver pero que no tiene ni idea de dónde vive, muy pocos lo saben.

- No podías haberlo dicho más alto ¿verdad? - pregunto con sarcasmo.

- ¡No te...! - le tiro una almohada antes de que termine de gritar la frase, solo me faltaría que mis padres la escuchasen.

- El sexo no es nada malo, Kiara. Y tarde o temprano sucederá.

- Estuvo a punto de suceder la semana pasada, ¿Logan no te lo ha contado?

Mi amiga abre los ojos como platos y yo caigo en que no se lo conté, ahora sí que me va a matar, primero por no habérselo contado y segundo porque Logan lo supo antes que Ella.

- ¡¿Me estás diciendo que se lo contaste antes a mi novio que a mí?!- pongo cara de cachorrito- No me vengas con esas Kiara me parece muy fuerte que se lo hayas dicho a él y no a mí.

- Lo siento.

Me siento a su lado en la cama, pero ella se aleja. Entiendo su enfado, yo también lo estaría si ella le hubiese contado una cosa así a Aiden antes que a mí. Le cuento lo que sucedió el viernes por la noche y ella escucha con atención.

- Estaba fatal Em. No tenía ni idea de porqué Aiden había parado y se había ido sin decir ni una sola palabra. Logan me vio mal y quiso ayudar. Sabes que no pude decirle que no, vosotros tenéis ese instinto que os indica que algo va mal. Sus palabras lograron tranquilizarme de alguna forma, y lo más importante es que dejé de sentirme culpable por lo sucedido, no del todo, pero al menos un poco.

- No pienso justificar la actitud de Aiden, pero tampoco puedo culparle del todo.

- Algo parecido me dijo Logan.

- No quiero que vuelvas a sentirte culpable por algo así. Aiden se asustó y el miedo le hizo huir. Cuando se trata de emociones, muchas veces no sabe qué hacer, no sabe cómo lidiar con ellas, especialmente cuando se trata de una emoción tan intensa como el amor. Te quiere y teme hacerte daño, si siempre ha sido muy cuidadoso, imagínate ahora que la persona más importante de su vida es una humana y no una de los nuestros. A nuestros ojos todo ser humano normal- hace el gesto de las comillas con los dedos- es más frágil. Y conociéndole como lo hago, sé que si pudiera te metería en una burbuja para que nada malo te pasase, incluso sería capaz de alejarse de ti para no hacerte daño.

Eso último hace que el miedo se instale en mi interior. ¿De verdad sería capaz de irse para no hacerme daño?

- ¿Crees que sería capaz de irse?

- Ahora que está contigo lo veo difícil. Ese chico te ama Kiara, está perdidamente enamorado de ti, y como te dije antes eso también le da un poco de miedo, porque a pesar de que tu sientas lo mismo, el temor de que encuentres a alguien mejor o que simplemente le dejes siempre está ahí,

- No pienso dejarle, no haría nada que pudiera hacerle daño.

- Lo sé, no sé quién de los dos está más enamorado del otro. Sabes lo vuestro es uno de los pocos casos de humano con licántropo. No es fácil mantener una relación con dos seres tan parecidos, pero a la vez tan diferentes, principalmente porque la idea que nosotros tenemos del amor es muy diferente a la vuestra, bueno tal vez diferente no sea la palabra más adecuada para describirlo, pero nuestros sentimientos son, por decirlo de alguna forma, más fuertes.

- Si, Aiden me lo contó- sonrío.

- Bueno, volviendo a nuestro tema, que conste que sigo algo molesta contigo por no habérmelo contado, pero entiendo que necesitabas soltarlo cuanto antes- se acerca a mí y me abraza.

- Gracias.

- Por cierto, ¿qué les has dicho a tus padres?

- ¿Sobre?

- Que vas a pasar el fin de semana con Aiden.

- Eso mismo, que voy a pasar el fin de semana con Aiden.

- ¿Y no te han dicho nada? - pregunta sorprendida.

- La verdad es que no, pero supongo que no lo han hecho porque se trata de Aiden, ambos le tienen cariño y confían en él más incluso que en mí.

- Si, bueno, es el encanto Hunter - dice divertida.

Me rio un poco, pero se me pasa cuando un pensamiento cruza mi mente. Me pongo seria y mi amiga lo nota, de hecho, estoy segura al cien por cien que sabe de lo que se trata.

- Sabes que tarde o temprano pasará, y como persona con mucha experiencia en el tema, - una sonrisa pícara aparece en su rostro- te aseguro que no te vas a arrepentir. Y seamos sinceras, es Aiden Hunter, cualquier chica estaría encantada que Aiden...

- ¡No sigas! - digo sintiendo como el calor sube a mis mejillas, probablemente estoy tan roja como la camiseta que Em lleva puesta- Lo de que tarde o temprano va a pasar lo sé, pero lo que me preocupa es que pase lo de la semana pasada.

- Eso es algo que tú no puedes saber ni decidir, es cosa de Aiden. Mientras él crea que puede hacerte daño, no hay nada que hacer. Pero, no me cambies de tema. Recuerda que si pasa, debéis usar preservativos, no quiero ser tía a los diecisiete, más adelante por supuesto, pero ahora no.

Meneo la cabeza ante las ocurrencias de mi amiga. Aunque la idea de tener hijos con Aiden es algo que me gustaría que pasara.

Abro el armario y miro a ver que ropa llevar. Aiden no me ha dicho mucho sobre el lugar, pero por lo visto está bastante alejado y está entre las montañas, por lo que tengo que coger ropa cómoda.

- Llévate algo cómodo, porque capaz que Aiden te hace escalar montañas o algo- dice divertida a lo que yo le saco la lengua.

Leggins entonces. Saco del armario dos pares de leggins gruesos, un pantalón de chándal, dos sudaderas y tres camisetas, eso más la ropa interior y calcetines. Al abrir el cajón de la ropa interior me surge una duda bastante tonta. Me quedo mirando un rato lo que hay dentro y suspiro al ver que todo lo que hay en él es ropa interior simple.

- Vas a dormir en una casa en las montañas no a un desfile de Victoria Secret.

- Ya lo sé, pero son sujetadores y braguitas simples, ni siquiera son de encaje.

- Y esa eres tú, te defines por llevar cosas simples, y créeme, Aiden ni siquiera se fijará en la ropa interior que lleves, lo único en lo que pensará es en quitártela cuanto antes.

- ¿No puedes ser un poco más sensible cuando hablas del tema?

- Estamos en el siglo veintiuno Kiara, ese tema es algo de lo que se habla día a día- suspiro sabiendo que tiene razón- Oye, no te preocupes por esas cosas. Ve con él y disfruta del fin de semana, ¿vale?

Asiento y le doy un abrazo.

- Y si sucede, quiero detalles, quiero que me lo cuentes con pelos y señales, ¿entendido?

- Si señora- me alejo de ella y hago el gesto que hacen los soldados cuando dicen eso, ella estalla en una carcajada.

El vínculo-EditandoWhere stories live. Discover now