06

76.2K 3.9K 1.2K
                                    


Dalila POV's

—¿Qué es eso?—Pregunta Kat.

Las tres nos inclinamos sobre la mesa de la sala de estar observando con atención la caja enorme, realmente grande, color gris. Por encima está envuelta en un gran moño negro, y trae un sobre entre los lazos.

—No lo sé—Me encojo de hombros.

—¿Qué crees que tenga dentro?—La rubia extiende la mano para tocar, pero luego se arrepiente.

—Por cómo se ve, seguro que algo bastante costoso—Cristina agrega.

Las cosas de repente se pusieron interesantes cuándo un repartidor de paquetes llegó a mi edificio.

Mientras las tres nos encontrábamos en un debate sobre qué vestido debería llevar ésta noche, el guardia del lugar nos avisó que había alguien esperando por mí. No voy a mentir; me sorprendió bajar a recepción y ver a un chico sosteniendo un paquete tan grande que apenas si podía cargarlo entre sus delgados brazos.

Todo lo que me pidió después fue una simple firma, luego sonrío y al final se marchó.

Así que aquí estamos mirando fascinadas la caja gris, con una copa de vino en mano y yo a medio preparar para el evento.

Queda poco más de dos horas para la gala, todavía no me decido de entre las varias opciones que Cristina trajo de su guardarropas, sumándole las de Kat y su arsenal de zapatos.

Tengo una leve idea sobre quién podría haber enviado esto, mi corazón de repente se acelera ante tal posibilidad.

—No aguanto más la curiosidad, abre—Kat chilla emocionada. Cristina rueda los ojos.

—Estoy segura de que ésto lo envía tú italiano—Me mira con diversión—El hombre si que no tiene problemas en gastar dinero—La castaña me sonríe pícara.

—No es mi italiano—Le recuerdo—También pienso lo mismo. ¿Crees que de verdad gastó tanto en ésto?—De repente la idea me incómoda.

—Bueno, para saber eso primero tendrás que abrir la caja y darle un vistazo a lo que hay dentro—Kat se mueve inquieta. Parece una chiquilla en el día de su cumpleaños. Sonrío divertida.

—Bien, sostén esto por favor—Me decido. Le paso mi copa de vino blanco—Veré que dice el sobre.

Cuando tomo el papel al instante se siente suave al tacto, tallo con las yemas de mis dedos mi nombre impreso en tinta dorada.

Nunca creí que un simple sobre podría tener tanta elegancia.

Con mucho cuidado, sin querer ser demasiado brusca, lo abro. Me encuentro con una pequeña nota, y lo primero que noto es el nombre que firma al final.

—¡Es de él!—Chilla Kat cuando ve sobre mi hombro. También me entran las ganas de chillar, pero las aguanto. Cristina alza las cejas y sonríe encantada mientras pronuncia el nombre del italiano en voz alta.

—Alexandro Cavicchini—Intenta ponerle el acento. Las tres nos carcajeamos—Inversionista, dueño de múltiples establecimientos y un jodido buen mozo—Sigue marcando cada sílaba en un intento de escucharse europea.

—Gracias a Dios que él en verdad no habla así —Bromeo.

Kat, quien le estaba dando un sorbo a su copa, medio se ahoga cuando me escucha. Cristina aprovecha para burlarse, entonces pasamos las tres a reírnos envueltas en un aire ligero y divertido.

Ésto me hace creer que quizás algún día podamos hacer un vínculo entre las tres. Pero no las quiero presionar, al menos se llevan bastante bien. Aunque si no fuese por mí, seguro que ni se hablan.

Esclava del PecadoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang