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[¡Comenten que me gusta leerlos! Espero que lo disfruten❤️‍🔥]

Dalila POV'S

Las chicas dejaron la mesa hace algunos minutos, acordaron ir a la pista de baile y mover las caderas por un rato. Por si a caso ellas tienen otros planes luego del club, nos despedimos. En cuanto al italiano y a mí, decidimos permanecer en el piso superior, bebiendo más vino y conversando.

Pero todavía no puedo quitarme de encima el horrible malestar de lo ocurrido. Esperaba otra cosa.

Después del comportamiento de Cristina y las muchas miradas reprobatorias que Kat le lanzó durante a lo largo de la noche en un intento de hacer que cambie de actitud, creí que Alexandro estaría molesto, quizás incluso incómodo pero hasta el momento parece llevarlo todo muy bien.

—¿Más vino?—Me obligo a dejar todo eso para más tarde cuando escucho esa profunda voz. No es el lugar ni el momento de replantearse que diablos le ocurre a mi amiga, más si nunca fue así conmigo o con algún allegado mío.

Me esfuerzo por sonreír. Relajo los hombros y me acomodo sobre la silla, aunque realmente no sé si logro verme tranquila.

—No para mi, gracias—Niego.

Sus oscuros ojos se clavan en los míos. Me observa con detenimiento, tanto así que comienzo a sentirme nerviosa—No es mi intención ser entrometido, Dalila—Su rostro se tensa, mi pulso se acelera. Cada vez que estoy junto a éste hombre es muy difícil mantenerme serena—¿Está todo en orden?—Suena a pregunta, aunque hay un ligero tono a demanda en el final.

Paso saliva con dificultad. Nada de esto es su culpa y no quiero hacerle pensar que mi repentino cambio de humor se debe a él porque eso está muy lejos de la realidad.

—Por supuesto que si, sólo...—Joder. No puedo soltarle como si nada mi drama de amigas, además dudo mucho que tal cosa le interese. Entonces, en lugar de dejar que el vómito verbal me afecte me dedico a darle un buen vistazo. Mi mirada se desliza por su nariz recta, los labios y mandíbula afilada. Alexandro alza una ceja de forma inquisitiva. Sus ojos se estrechan hacía mi. Tomo una profunda respiración y cuando menos me lo espero mi boca se abre y le suelta;—¿Cuándo me dirás que es lo que realmente buscas de mi?

El italiano esboza una sonrisa fugaz, no sin antes abrir los ojos un poco debido a la sorpresa. Fui directo al hueso, eso está claro. Concisa y sin tanto rodeo. Mi pregunta no tiene nada de falso, tal vez nos distraiga del punto real que me tiene tan inquieta ésta noche, pero eso a él no le incumbe.

—Mañana en la cena, creí que ya lo habíamos dejado pactado—Sus ojos se ensombrecen—Nuestro acuerdo, aquel que hicimos en el casino, ¿Lo recuerdas? Me debes unas cuentas noches de compañía, bella bruna. Así que será mañana, cuando estés descansada y preparada.

Niego, impaciente y medio harta de tanto misterio—Ahora.

—¿Ahora?—Alza las cejas, incrédulo.

—¿Por qué no?—Mi ceño se frunce—¿Cuál es la diferencia a esperar un día más?—Cruzo una pierna sobre la otra, tiro del borde del vestido hacía abajo, sin querer que nada quede al descubierto.

—Porque yo lo digo—Sentencia.

Una risa corta se escapa de entre mis labios. Me quedo viendo al italiano esperando a que sea una broma, pero cuando no ríe ni da algún indicio de que así sea, la sonrisa se me comienza a desdibujar.

—¿Es en serio?—Su mirada brilla, no sé si por diversión o quizás en un destello de enfado. Me acomodo mejor para encararlo, mi largo cabello cayendo hacía un costado—No puedo creerlo—Me vuelvo a reír, irónica y escéptica, hasta un poco molesta.

Esclava del PecadoWhere stories live. Discover now