CAPÍTULO 4

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Di un suspiro de alivio cuando Tasha me alejó a un lado de nuevo. Mientras caminábamos noté que no había quitado su brazo de mi cintura y también noté que yo no quería que lo hiciera.

—Ahí lo tienes, ¿no fue demasiado malo o sí? —bromeó, agachándose para examinar mis ojos con una sonrisa de satisfacción a través de su rostro.

—Mientras tú no sonrías así —repliqué, poniendo mi mano sobre su boca. Ella se rió y mordió la palma de mi mano ligeramente haciéndome reír y quitar rápidamente la mano, limpiándola en su camisa.

Después de otros pocos minutos de coquetear y bromear por ahí, nos marchamos todos hacia la recepción.

—Espero que traigas puestos tus zapatos de baile —canturreó Tasha, sonriendo felizmente cuando íbamos en coche al hotel donde se llevaría a cabo.

—¿Por qué, tienes algunos movimientos rompedores?

—Fui conocida por ello en mis tiempos. —Ella me sonrió con satisfacción, haciéndome reír.

Cuando llegamos al hotel, tomó mi mano de nuevo, conduciéndome por el salón de eventos hacia la parte de atrás. Estaba maravillosamente adornado. Las mesas redondas fueron esparcidas alrededor del salón, cada una cubierta por un mantel azul y servilletas a juego. Sobre el centro de cada mesa había un arreglo floral azul y blanco. Era perfecto.

—Parece que llegamos temprano —reflexionó Tasha —. Vamos a revisar dónde nos sentaremos y recemos para que no sea cerca de la tía Antonia. —Ella me miró con horror fingido mientras nos dirigíamos a los asientos. Se paró cerca, detrás de mí, mientras explorábamos, buscando su nombre. Su aliento soplaba por mis hombros haciendo mi cuerpo casi temblar con excitación—. Oh caray, nos sentaremos con la tía Pepper y el tío Tony —refunfuñó bajo su aliento.

Me di la vuelta para estar enfrente de ella, sonriendo. —¿Más pervertidos?

Ella sonrió abiertamente y negó con su cabeza. —No, pero si quieres oír historias de cómo era yo cuando era niña y ver fotos de bebé desnuda, entonces estamos sentados en el lugar correcto. —Ella cerró los ojos y sacudió la cabeza, como si estuviera sufriendo. Me eché a reír. Esta cena va a ser formidable.

Tasha fue increíblemente graciosa durante la cena. Su tía era una de aquellas linduras que pellizca mejillas y saca las fotos de su bolso para mostrarte. Durante los tres tiempos de la cena, oí toda clase de historias de la infancia sobre ella y su hermana. Algunas buenas, otras malas. Tasha fue un niña bastante traviesa por lo que escuché.

Cuado ella era más joven le cortó el pelo al gato de la tía Pepper con la maquinilla eléctrica, pintó los muebles de su sala con la pintura de esmalte que encontró en su cobertizo, ventanas rotas con el basketball y hasta me enteré de que mojó la cama hasta los cinco años. Cuando se hizo mayor estrelló el coche de la tía Pepper en una farola de la calle, llegó bebida una noche cuando ella se quedaba en su casa y se hizo pis en su armario porque creyó que estaba en el baño. Una vez, puso un huevo en una sartén, luego se fue para mirar el basketball por la TV e incendió la mitad de su cocina.

Sin embargo cada una de las historias que contaba, lo hacía con una amplia sonrisa en su cara. Adoraba por completo a Tasha, era absolutamente obvio. Ella sólo se sentó allí todo el tiempo como una buena deportista, no se quejó una sola vez aunque yo bromeé sobre su vida toda la tarde.

Cuando la música finalmente arrancó, ella inmediatamente saltó de su silla y me arrastró a la pista de baile. —Maldición, eso fue vergonzoso, ¿hay alguna posibilidad de que puedas olvidar que escuchaste algo de eso? — suplicó, jalándome cerca de ella cuando la primera canción lenta comenzó.

Cuando el verano termina  (Adaptación Wandanat)Where stories live. Discover now