CAPÍTULO 30

150 14 3
                                    

La mañana siguiente pietro y yo estábamos chismeando en nuestros casilleros acerca del concierto de Daniel Masters. Anoche le dije por teléfono que mis padres se las habían arreglado para conseguir boletos como sorpresa. Estaba tan feliz que en verdad lloraba de felicidad, lloraba tanto que no podía entender lo que estaba diciendo así que tuvo que llamarme después de que se hubo calmado. De repente, alguien nos abrazó por los hombros a cada uno.

—Así que, ¿de quién hablamos hoy, chicos? —pregunto Kate, mirando por el pasillo discretamente.

—Daniel Masters —suspiró Pietro, soñadoramente.

—Oh, cantantes sobre valorados —respondió Kate, asintiendo como si quisiera unirse. Pietro hizo una exclamación sorprendida y le dio un codazo en las costillas haciéndola reír, quitando su brazo de su hombro.

—Ow —gimió, sobándose.

—Aw... ¿La bebé fue lastimada por un gran chico malo? —Pietro se burló.

Por el rabillo del ojo, vi a alguien acercarse a nosotros. Forcé una sonrisa cuando me di cuenta de que era Agatha. Nos habíamos mensajeado por casi una hora la noche anterior, afortunadamente mis padres me habían contratado un paquete con mensajes ilimitados porque de otra forma me hubiera costado una fortuna. Aunque ella estaba en lo cierto, definitivamente era mucho mejor con los mensajes. Me sonrió de vuelta, pero su sonrisa no llegó hasta sus ojos. Su cuerpo parecía tenso mientras se detuvo frente a mí y tomó mi mano. Sonreí débilmente y entrelacé nuestros dedos. Cuando me jaló suavemente hacia ella, el brazo de Kate se cayó de mi hombro.

—Hola tú —saludo Agatha, pareciendo un poco más relajada ahora que estaba cerca de ella.

—Hola —apreté su mano un poco, mientras ella acariciaba suavemente mi rostro con su otra mano.

—¿Quieres hacer algo después de clase? —me preguntó, mirándome esperanzadoramente. Hice una mueca. Tenía que estudiar con Kate. Los mejores días para ella eran los martes y los miércoles así que no podía pedirle que cambiara sus planes para otro día para que pudiera ayudarme con mi estúpida clase. Miré a Kate para ver si aún estaba dispuesta a ser mi tutora, pero estaba hablando con Pietro otra vez.

—No puedo, Aga. Se supone que debo estudiar con Kate hoy. Ella me ayuda con Cálculo —le dije en tono de disculpa. Agatha frunció el ceño decepcionada, y de repente me sentí terrible por ello.

—Yo podría ayudarte a estudiar, no me importaría. Además tiene más sentido que yo te ayude porque soy tu novia, después de todo —dijo, sonriéndome engreídamente.

—Lo eres, pero Kate ya aceptó ayudarme. Lo ha estado haciendo durante las últimas semanas y parece estar dando resultado. Creo que es mejor no dejarlo ya que está funcionando —me encogí de hombros. Kate parecía ser capaz de explicármelo muy bien y además era muy paciente conmigo. No le importaba hacer una y otra vez hasta que lo entendiera—. Además sería embarazoso que mi novia se diera cuenta cuán mala soy en algo —agregué tímidamente. Ella suspiró pero asintió, estando de acuerdo.

—Está bien. ¿Se reunen en la biblioteca o algo? Tal vez nos podríamos ver después. —Negué.

—No, estudiamos en su casa. Es parte del trato, ella me ayuda y yo cocino la cena. Estaré en su casa hasta tarde, lo siento.

Su ceño fruncido se hizo más pronunciado.

—Así que estudias con tu ex-novia en su casa, solas, y luego le cocinas la cena y te quedas hasta tarde. ¿Eso es lo que estás diciendo? —me preguntó, su voz se hizo ligeramente más dura mientras me miraba como si estuviera loca.

Cuando el verano termina  (Adaptación Wandanat)Where stories live. Discover now