CAPÍTULO 21

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Estuve pensativa el resto de todas las clases de la tarde acerca de lo que Natasha era. «Éste es el porqué» dijo. ¿Quiso decir que era porque quería besarme o porque ella sabía lo que sentía por ella y no quería animarme? No podía sacarme de la cabeza lo cerca que estuvo y cómo sus suaves labios habían rozado los míos muy ligeramente. Mi mente volaba a los besos que compartiríamos y a su sabor. Suspiré y sacudí mi cabeza, intentando concentrarme en lo que estaba diciendo la profesora de español y en la tarea en la que suponía que se estaba trabajado justo entonces, pero fue inútil. Mi tonto traidor cerebro se negaba a centrarse en otra cosa que no sea en Tasha.

Cuando el timbre señaló el final de clase gemí. No con todo el mundo alrededor al menos, me encantaría hablar con ella sobre nosotras y hacerle decirme qué demonios quería decir tratándome así. ¿Aún querría estar conmigo aunque yo sea una estudiante? ¿Era eso lo que quiso decir?

—Wanda, ¿vienes o no? —Pietro rió golpeando mi codo que estaba sujetando mi cabeza. Mi cabeza cayó rápidamente. Me las arreglé para sujetarme antes de que mi barbilla golpease la mesa. Rió enloquecido y agitó su cabeza—. Enferma de amor Wanda, es tan divertido.

Exasperada puse los ojos en blanco. —Vamos entonces, vamos a probar y ver si las habilidades de Kate con las clases particulares son peores que yo cocinando para ella. —Enlacé mi brazo con el suyo y fuimos tranquilamente a clase.

—Entonces, ¿no hay nada entre ustedes dos? ¿Sólo amigas? —aclaró, mirándome con curiosidad.

—Sólo amigas —confirmé.

Suspiró, mirándome con tristeza. —Es una pena porque ella siempre era tan dulce contigo.

—Sé que lo era, pero no podía funcionar y no podía dejarla seguir adelante sabiéndolo —admití. Pietro y yo habíamos hablado mucho sobre ello antes de que yo rompiese con ella. Él pensaba que debería haber continuado con ella, que el amor a veces crece. Él pensaba que debería haber seguido viéndola y que me enamoraría con el tiempo. Sin embargo no habría sido capaz de hacerle eso. Kate ya estaba loca por mí y quedarme con ella por la posibilidad de enamorarme no habría sido justo para ninguna de las dos. Kate merecía algo mejor que eso.

—Y tú, ¿qué cuentas? ¿Hablaste con Vis ya? —pregunté, sabiendo que si traía a colación su largo encaprichamiento cambiaría para hablar de ells y cambiaría el tema de mi vida amorosa.

Suspiró soñadoramente. —No, no todavía. ¿Le has visto esta mañana? ¡Guau!, él está tan bien de azul. Creo que el azul es su color. —Movió su cabeza, riendo.

Reí y puse los ojos en blanco. —Pensaba que dijiste que le favorecía más el negro.

Sonrió abiertamente. —Lo hice, ayer. Debo admitir que el chico está bien con cualquier color. Cualquier color que lleve es mi color favorito del día.

Pietro estaba loco por Visión Stark desde primer curso, pero nunca le había hablado ni una vez. Para empeorarlo, cuando fuese que Vis estaba cerca él parecía derretirse en un tembloroso charco a sus pies y lo hacía parecer de algún modo un idiota.

—A nadie le quedan bien todos los colores, estás siendo parcial —dije, entornando los ojos. Bueno en realidad, pensando en ello, todavía no he visto a Tasha con un color que no le vaya.

Lo empujé dentro de la clase y eché una ojeada. Llegamos más tarde de lo normal, pero Natasha todavía no estaba allí.

—Vamos, cojamos sitio. —Miré alrededor y vi dos sitios juntos, pero otra vez estaban delante. ¡Maldita sea, no quiero sentarme delante siempre en sus clases! ¿Por qué, oh por qué el aula de español tiene que estar en el otro lado de la escuela y así todos los sitios buenos están tomados para cuando llego?

—Hay dos sitios —cantó Pietro, yéndonos a la primera fila.

Me senté y saqué los libros, rezando para que esta hora pasase sin problemas. Estaba esperando que de verdad todo el tiempo que Kate y yo pasamos juntas el sábado valiese la pena y al menos yo pudiese entender vagamente de qué iba hoy.

Natasha entró un par de minutos más tarde. Inmediatamente sentí arder mi cara mientras recordaba lo cerca que ells había llegado a estar de mí a la hora de la comida. Dejó su portátil en la mesa y miró a la clase. Cuando sus ojos encontraron los míos. Le vi sonreír con satisfacción. Probablemente divertida con que estaba sonrojada ya otra vez, no hay duda.

—Bien entonces, clase, quiero que todos ustedes hoy hagan parejas con la persona que esta a su lado y vamos a hacer un proyecto de presión y cómo las matemáticas pueden ser usadas para predecir con exactitud los resultados de ciertas situaciones, incluso algunas científicas. Las matemáticas, no son sólo números, pueden ser usadas como la base de un montón de cosas en la vida —dijo, sonriendo de oreja a oreja. Obviamente le divertían este tipo de cosas.

Gemí suavemente, cuando ella empezó a hablar de hacer un cohete a partir de una botella de soda vacía y globos y eso. Repasó cómo obtener la fórmula exacta para la cantidad de presión por pulgada cuadrada que haría elevarse la botella en el aire y aterrizar en el objetivo. Cada pareja debería darle ciertas variaciones, como una mayor o menor distancia a la que la botella tenía que viajar, así cada fórmula sería diferente.

Por lo visto, si hacíamos bien esto contaría también como parte del proyecto de ciencias. Me senté en silencio, sintiendo hundirse mi corazón. No tenía ningún sentido, y tenía la sensación de que estaría llamando a Kate sobre ello un montón la semana siguiente.

Miré a Pietro con una expresión de impotencia, pero movió la cabeza indicando que él tampoco lo tenía. No nos sería útil asociarnos, porque sería como un ciego llevando a otro ciego. Miré a mi otro lado y avergonzada. Hela la friki Odinson. ¡Guau! ¿Podía la vida hundirme aún más que en este momento?

—Tienen un par de clases para trabajar sobre ello. Al final de la semana quiero que presenten sus resultados a la clase y cómo llegaron a la ecuación. Hasta haremos demostraciones prácticas en el exterior —dijo Natasha entusiasmada, frotando sus manos alegremente. Bien, mi estúpida pregunta de si la vida podía empeorar ha sido respondida, y la respuesta es que demonios que si puede alucinar.

—Tú y yo entonces, princesa del caos —dijo Hela, mofándose de mí con desprecio cuando Pietro formó pareja con Suri a su otro lado. Era una buena pareja para él. Suri estaba un poco chiflada pero era realmente amigable, así que ellos al menos se divertirían intentando sacar esto adelante.

—¡Genial! No puedo esperar —mentí fingiendo simpatía. Con suerte si lo intento de verdad, de verdad intentar ser agradable con ella, ella será amable conmigo.

—No me des la lata hablándome, sé que no te interesa así que yo haré el trabajo y tú puedes ponerte conmigo en la presentación y estar guapa. ¡Espera!, olvidaba que no serás capaz de hacerlo, en realidad tendrías que ser buena para el trabajo. Um, me temo que tendré que hacer también esa parte —se mofó, mirándome por encima y levantando su nariz.

Mi mano instintivamente se cerró en un puño. Estaba a punto de chocarlo contra su cara cuando Natasha se cruzó.

—Hela, necesito que ayudes a James. —Señaló con la cabeza hacia el fondo de la clase donde James estaba sentado. ¡Guau! Pobre James. Inmediatamente, Hela se puso en pie y cogió sus libros moviéndose hacia él. Ella parecía más que aliviada al no tener que trabajar conmigo.

Busqué alrededor a alguien más, pero ya estaban todos emparejados. Espera, pero entonces no tendré un compañero, noté, entrando en pánico porque no tenía la menor idea de cómo empezar con este trabajo.

—La ayudaré yo, señorita Maximoff. —Tasha sonrió bondadosamente. ¿Qué demonios? ¿Qué era todo eso de: «no me gusta estar a solas contigo»? mierda, ¿entonces? Quita a mi compañera, así, ¿puedo emparejarme con ella?

—Mónica Rambeau está ausente hoy, cuando vuelva puede tenerla como compañera; sólo le ayudaré hoy — añadió Natasha encogiéndose de hombros como si no fuese un gran trato.

Asentí sin respiración. Estaba agradecida por no tener que trabajar con Hela, pero al mismo tiempo, preferiría trabajar con ella que con la pelirroja. Hacía malditamente difícil estar cerca de ella a veces con su buena arrogancia y su divertida personalidad. Guau, va a ser una hora divertida... ¡No! 

Cuando el verano termina  (Adaptación Wandanat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora