CAPÍTULO 29

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Un brazo rodeó mi hombro. Sonreí y rodé mis ojos pensando que era Kate, pero cuando me di la vuelta fue la cara sonriente de Agatha la que me saludó en vez de la de Kate. Resistí la urgencia de quitarme su brazo de encima. Era diferente cuando Kate lo hacía porque sabía que no significaba nada, pero con Agatha sabía que había un motivo detrás. Y ese motivo me hacía sentir incómoda.

—¿Quieres que te lleve a casa? —Se ofreció.

Miré a Pietro. Siempre regresaba a casa con él así que tal vez podría desesperadamente necesitarme o algo, deseé. Él sonrió emocionado y yo gemí mentalmente ¡Debí haber sabido que no me ayudaría!

—Gracias Aga, eso sería genial —mentí, sonriéndole.

Elal esperó pacientemente, hablando con uno de sus amigos del equipo de natación, mientras yo tomaba los libros de mi casillero. Cuando ya no pude posponerlo más, me di la vuelta poniendo una falsa sonrisa mientras me ofrecía su mano, otra vez. Me forcé a mí misma a aceptar su mano, uniéndolas, dejando que nos dirigiera hacia su auto en un silencio incómodo. Bueno, al menos para mí era incomodo, porque ella no parecía sentirlo también.

De camino a casa hablamos un poco acerca de nuestro día. Como es típico de los chicos, iba a votar por el paintball. Le dije que yo iba a votar por el santuario de caballos, y cómo solía montar cuando era pequeña pero había tenido que dejarlo hacía unos años porque no se acomodaba con mis horarios.

La miré secretamente varias veces en el camino. Tenía que admitir que era bastante atractiva. Su cabello negro azulado desordenado apuntaba en todas direcciones, pero se veía muy bien así. Nunca antes había salido con una chica como ella, usualmente mi tipo eran las de cabello castaño o negro natural. Supongo que siempre hay una primera vez para todo. Cuando se detuvo fuera de mi casa sonreí agradecida, esperando que eso fuera todo. Pero para mí horror, apagó el motor y me miró expectante.

—¿Crees que pueda pasar un rato? ¿O podemos ir a ver una película? —preguntó nerviosamente.

Miré a mi casa. Mis padres no llegarían aún, tendríamos otra hora y media antes de que salieran del trabajo. Supongo que puedo invitarla a pasar un rato. Esa es la clase de cosas que haces cuando quieres conocer a alguien, ¿no?

—Claro, pasa. Podemos ver una película.

Salí del auto y caminé hacia la casa, sintiéndome un poco enferma. ¿Intentaría besarme? ¿Qué haría yo si lo intentaba? Tan rápido como esos pensamientos se formaron, los envié lejos. Ella dijo que se lo tomaría lento así que no podía esperar mucho hoy. Esperaba que no.

Sonrió tímidamente mientras entraba al recibidor.

—¿Están tus padres en casa o...? —su voz se apagó, mirando nerviosa a su alrededor. Yo me reí. Probablemente le tenía miedo a papá.

—Mi papá está arriba, estará aquí en un minuto —bromeé, señalando con mi cabeza hacia la escalera. Su espalda se irguió al mismo tiempo que aguantaba la respiración, mirando a la escalera con sus ojos bien abiertos. Me empecé a reír y negué con la cabeza. ¡Era demasiado inocente!

—Solo bromeo, Aga. Estás a salvo. Ambos están en el trabajo. —Se rió nerviosamente y frotó con su mano la parte de atrás de su cuello.

—Eso fue cruel —me regañó, pero sonrió al mismo tiempo.

Una hora después estábamos sentadas viendo una película. No había puesto nada demasiado romántico, pues no quería darle una impresión equivocada, así que pusimos una comedia. The Hangover 2. Al inicio de la película Agatha se había sentado cerca de mí y su brazo descansaba en el respaldo de mi asiento. Todo el tiempo mi corazón estuvo latiendo demasiado rápido porque estaba esperando a ver qué haría después. Como a la mitad me volteé a preguntarle si quería otra bebida o algo, sólo para ver que ella también me estaba mirando. Sonreí nerviosamente y su brazo se movió a mis hombros, su mano jugaba con un mecho de mi cabello que caía por mi espalda. Ella sonrió y no pude evitar sonreírle también. En verdad tenía una linda sonrisa. No me hacía sentir mariposas revoloteando en mi estómago como la sonrisa de Natasha, pero era muy linda. Sus ojos se movieron hacia mis labios y mi respiración se quedó atorada en mi garganta.

Cuando el verano termina  (Adaptación Wandanat)Where stories live. Discover now