59. "Podemos"

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When the evening shadows and the stars appear
And there is no one there to dry your tears
I could hold you for a million years
To make you feel my love

I know you haven't made your mind up yet
But I will never do you wrong
I've known it from the moment that we met
No doubt in my mind where you belong

I'd go hungry, I'd go black and blue
I'd go crawling down the avenue
No, there's nothing that I wouldn't do
To make you feel my love.

Make you feel my love,
Adele.

Jazmín.

La sala se encontraba llena de mujeres, algunas solas y otras acompañadas. Y a decir verdad, la mayor parte del tiempo que llevaba aquí, solo me había quedado mirándolas, haciéndome muchas preguntas. ¿Cómo estaban llevándolo? ¿Eran felices? ¿Había sido planeado? ¿Qué edad tenían? Todo ese tipo de cosas.

No podía dejar de mover la pierna que colgaba del asiento, y los nervios me estaban acribillando tanto que estaba mordiéndome la uña del dedo pulgar. Sentí náuseas, y respiré hondo, recostado mi cabeza sobre la pared que se situaba detrás de mi. Me decidí por cerrar los ojos, y no sé qué fue, pero el peso de la realidad cayó sobre mis hombros y la ansiedad tomó sus riendas para consumirme. Me sorprendí cuando vi que no tenía nada que ver con el miedo, sino con la ansiedad de ya descubrir todo, del querer hacerlo.

Y sé que quizás era apresurado, sin embargo, mi cabeza no podía dejar de proyectar la imagen de una familia con Dante, nuestra casa juntos, hijos, gatos -porque es alérgico a los perros-. Podía ser que era un poco precipitado pensar en eso, pero, ¿no estaba avanzando todo sin que nos diéramos cuentas? Un día estabas graduándote de bachillerato, tus padres se estaban divorciando y tenías que irte otro país, y al otro eras una adulta... Feliz.

Dante colocó su mano encima de mí pierna, su toque me tranquilizó y volteé a su lado.

—Tranquila, principessa. Todo va a estar bien —me aseguró, conciliador, mientras nos llamaban para pasar.

Había estado preparada para ponerme de pie y abrazar a Dante, mientras sonreíamos, pero no para lo que me dijeron. No habría estado preparado jamás para escuchar cómo me decían que de evaluar los resultados, el doctor descubrió que no estaba embarazada y que tras analizar el resto de los análisis que me había mandado a hacer para el chequeo mensual luego de nuestra llamada, me dijo:

—Revisé todos los análisis, Jazmín —comentó—. Y necesitas saber algo. Es muy posible que no puedas tener hijos...

Al inicio me reí, creyendo que se trataba de una broma. Lo era, ¿cierto? Sí, en definitiva era una broma. Mencioné que tenía todos los síntomas y que mi cuerpo estaba distinto, a lo que él, con sumó cuidado me explicó lo que sucedía. Un embarazo psicológico. Era cuando una mujer presentaba cambios corporales parecidos a cualquier embarazo normal, pero no se encontraba en estado.

No escuché el resto de sus palabras, creo que fue sobre métodos que me podrían servir en caso de que quisiera intentarlo o tal vez la razón del por qué existía la posibilidad de que nunca pudiera tener un bebé. Mi corazón se detuvo, y escuché los latidos frenéticos en mis oídos.

¿Jamás podría ser mamá? ¿No podría...? Yo... Joder. Nunca había soñado con ello, y sin embargo, ahora que me decían que era una posibilidad poco probable, me aplastaba de una forma insoportable. Quería hablar, más no podía articular nada. Sentí mi cuerpo entero quedarse muy quieto y apreté los dedos que rodeaban a la mano de Dante.

Las cartas de Dante © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora