08| Red

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"Red"
Narrador| Black

—¿Y por qué no deberíamos confiar?—preguntó Clara, en cuanto todos estábamos en la pequeña sala de la cabaña.

—¿Es necesario que te recuerde lo que pasó?—dije, frunciendo el ceño y sentándome a un lado de Amaya en el suelo.

—¿Y es necesario que yo te recuerde que tú y White hicieron lo mismo?—contraatacó, entrecerrando sus ojos—ambos ocultaron cosas para intentar protegernos, Blaise y Valeria hicieron lo mismo.

—No me vengas con ese sentimentalismo, no confío en ella, ha demostrado muchas veces ser una traidora y yo no seré tan estupido como para volver a bajar mi guardia con ella aquí.

—Black, no fue una traición—Clara resopló—también me enojé en cuanto me entere lo que ella y Blaise ocultaron todo este tiempo, ¿pero acaso no habíamos llegado a la conclusión de que nosotros cuatro hacíamos lo mismo? Somos unos tercos, y hacemos ese tipo de estupideces para proteger a los demás—Valeria asintió ligeramente, y yo fruncí aún más mis cejas—solo prometamos aquí y ahora que no haremos algo así, pero esta vez de verdad.

—No, no confío en su palabra y mucho menos en una promesa que venga de ella—interrumpí, observando como Valeria mantenía una expresión neutra—y si van a dejar que se quede aquí esta noche, no le quitaré la vista de encima.

—¿Podemos dejar de discutir?—Bee habló cansada, suspirando y pasando una de sus manos por su rostro.

—Conversemos mañana—propuso Clara, y suspiré frustrado al ver que Valeria asentía.

—¿Quieres dormir?—pregunté en un susurro, viendo a Amaya, quien se limitó a responderme con un pequeño movimiento con su cabeza.

—¿Donde dormirá Valeria?—preguntó Clara.

—En el bosque o en la carretera, que ella decida lo que más le agrade—solté, y ella me miró con una ceja alzada.

—Deberíamos dormir todos aquí—propuso White, y bueno, quizás la idea de que ella durmiera afuera era mejor, pero si no la aceptaban, la mejor opción es dormir todos en la sala, y así puedo vigilarla.

White y Clara fueron a buscar las cosas para poder acostarnos aquí, y yo me levanté, dejando a Amaya aún sentada.

Sus piernas le ardían y aún no tenía muchas energías, pero no la presionaba, debía esperar que se recuperara a su tiempo, y si no quería hablar de lo que sintió en aquel momento, no me gustaba obligarla. Ella es fuerte, y en caso de que necesite desahogarse, sabe que cuenta conmigo.

Caminé hacia Valeria, extendiendo mi mano.

—Dame tu cuchillo.

—¿Por qué?

—Dámelo.

—Por favor, hablas como si yo fuese capaz de asesinarlos.

—No me importa si tú eres o no capaz, pero ten en cuenta que yo si lo soy, así que dame la maldita navaja—frunció el ceño, y de mala gana, cedió, sacando el cuchillo de su bolsillo trasero y poniéndolo sobre mi mano.

La parejita llegó con las cosas, y mientras Clara y Valeria ordenaban algunas almohadas, ayudé a White a traer los colchones.

Valeria comenzó a cerrar la ventanas, y nosotros dos acomodamos las cosas en la sala. Mi vista se desvió hacia Amaya, quien estaba conversando con Clara.

Parecía que hablaban un tema serio, sus expresiones eran bastante preocupantes.

—Listo—White suspiró, sentándose sobre uno de los colchones. Clara se volteó, abrazando a Amaya una última vez antes de caminar hacia el colchón también.

Faceless Revenge ©Where stories live. Discover now