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17| Confianza

"Confianza"
Narrador| Clara

—No despertará dentro de unas horas, tal vez debas aprovechar de dormir un poco—propuso Ethan, el chico que acabábamos de conocer, yo negué una vez más, no me movería de aquí—como prefieran.

—Gracias—susurró Cassandra, sonriéndole levemente, y lo vi asentir, guardando algunas cosas en un pequeño bolso—comprendo que no estén pasando por un buen momento, y que no tengan la confianza de alejarse de ellos hasta que se encuentren mejor, pero les aseguro que Ethan es de confianza.

—¿Y por qué querría ayudarnos él?—escuché a Black, y cuando me volteé a verlo, noté su ceño fruncido.

Yo suspiré, pero después de todo, tenía razón, no podíamos confiar en cualquier persona.

—Porque Cass quiere ayudarlos, y yo la apoyo si así lo necesita—respondió el de ojos verdes, y antes de poder decirle algo, continuó—pero no se preocupen, yo no me interpondré demasiado, solo aportaré con el cuidado que ellos requieren para recuperarse, así que no es necesario que me confíen nada.

—Lo agradecemos mucho—murmuré, intentando mostrar una sonrisa. Él volvió a asentir en respuesta, y luego de ello, lo vi dar unos pasos lejos de la sala.

—Creo que debemos conversar—la dulce voz de Cassandra se llevó mi atención, y tragué, suspirando mientras la veía sentarse en uno de los sofás—sé perfectamente que no confían en mi del todo, no me conocen mucho, pero creanme que si yo quisiera hacerles daño, no estaría sentada frente a ustedes.

—¿A qué te refieres?—pregunté, entrecerrando mis ojos y observando de reojo a Black, quien, por su expresión, supuse que también estaba analizando cada palabra que ella decía.

—Los hermanos Dagger fueron un caso muy nombrado, soy psicóloga, ¿creen que no sé analizarlos?—mis labios se entreabrieron al oírla, ¿acaso ella notó algo?—siempre supe que algo ocultaban en su último juicio contra el padre de Amaya.

—¿Estuviste allí?—inquirí, y ella negó.

—No, pero nos hicieron analizar el juicio cuando estábamos estudiando en la universidad.

—Según tú, ¿qué ocultamos?—interrumpió Black.

—Tú y tu hermano—inicio ella, entrelazando los dedos de sus dos manos—algo malo.

Black sonrió ladinamente, tomando una pose firme sobre el sofá mientras apoyaba sus codos sobre sus piernas.

—No eres la única buena analizando—susurró, y en cuanto posé mi mirada una vez más sobre Cassandra, la vi tragar saliva pesadamente—¿y sabes que es lo que yo estoy viendo?

—¿Qué?

—A una persona muy asustada, porque está consciente que si yo me llego a enterar que en realidad ella sabe demasiado, tendré que eliminarla

—Te equivocas con la primera parte.

—Estás moviendo mucho tu pie, te encorvaste, y desde acá puedo ver lo tensa que estás—lo oí reír burlesco, y yo me removí en mi asiento algo nerviosa.

—¿Estudiaste lenguaje corporal acaso?

—No, pero no es difícil leer a las personas si les prestas atención—añadió, y lo oí aclarar su garganta mientras se recargaba en el respaldo del sofá—así que deja de mentir, y dime todo lo que sabes, Cassandra.

—Yo...—ella titubeó, desviando su mirada a sus manos—según mis teorías, White y tú...

Mi corazón latió más rápido, si ella los descubría significaba que los chicos tenían riesgo de ser descubiertos.