27| Fiesta

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"Fiesta"
Narrador| Amaya

—¿Nos falta algo?—preguntó Gray, y yo negué con mi cabeza, revisando una vez más la lista de cosas que debíamos hacer.

Suspiré nerviosa, viendo a los demás.

Todos estábamos vestidos con lo que usamos para nuestra graduación, porque, por supuesto, nos dio flojera buscar nueva ropa.

—Bien, recuerden, apenas entremos con mi padre a la sala pequeña, ustedes les dicen a los invitados que se vayan—recordó Blaise, mirando a Lea, Alena, Hashley y Nerón, quienes asintieron firmemente.

—Y se van ustedes también—agregó Gray, y de mala gana, ellos asintieron de nuevo.

Los habíamos convencido de irse antes de que nosotros saliéramos con el papá de Blaise de la "negociación", teníamos miedo de que algo saliera mal mientras ellos estén aquí.

—Te ves hermosa—alcancé a oír el susurro de Black, seguido de sus brazos rodear mi cintura para que mi espalda chocara contra él. Sonreí, sintiendo mis mejillas arder.

Por mucho que me lo dijera, seguía poniéndome nerviosa cada ves que lo hacía.

—Y a mi me encanta lo atractivo que te ves con esa camisa—murmuré de vuelta, viendo de reojo como esbozaba una leve sonrisa, pero, cuando estuve a punto de girarme para lograr besarlo, escuchamos tres golpes en la puerta.

Y, por supuesto...todos entramos en pánico en cuestión de segundos.

Nerón y White corrieron hacia la puerta, mientras los demás íbamos a nuestras posiciones. Podía sentir cada latido golpear mi pecho mientras observa las dos grandes puertas de madera, con acceso a la gran sala, abrirse.

Una multitud de autos, en su mayoría de colores oscuros, se estacionaban frente a la entrada. Tragué, viendo que de estos bajaban aquellas personas que, a diferencia de mí, no aparentaban ser algo que no son, porque ellos, lamentablemente, sí eran parte de una mafia.

Comencé a caminar por la sala inquieta, haciendo sumas mentales en mi cabeza para evitar pensar en algo que pueda ponerme más nerviosa, sin embargo, no funcionó mucho, porque a penas mi atención volvió a la realidad, un escalofrío me recorrió al ver un montón de personas en el interior de la sala.

Suspiré, moviéndome entre ellos con cuidado de no chocar contra nadie.

—Son los dos de allí—me detuve al ver que, frente a mí, una señora de avanzada edad, con su cabello teñido atado en un apretado y perfecto peinado, hablaba con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, señalando a White y Black.

Fruncí mis cejas, intentando escuchar sin que notaran mi entrometimiento.

—No, es él—y un hombre, quien supuse era su pareja, señaló a Gray, en otra de las esquinas de la sala.

—Decídanse, ¿cuál de los tres?—y finalmente, mi mirada cayó sobre una hermosa chica. Tal vez un año mayor que yo. Su cabello rubio, algo ondulado, caía deslumbrantemente por sus hombros, dando inicio al escote de su vestido burdeo. Pestañee repetidas veces, carraspeando y retrocediendo un poco para disimular.

—Hija, el mayor de los tres es quien probablemente tiene heredada la fortuna—soltó el sujeto.

¡Ja! Como si Gray fuese a darle una oportunidad.

Todos sabemos perfectamente que, o es Blaise, o es nadie.

O eso creí.

—¿Debería asustarme por tener tres miradas sobre mí?—la voz de Gray me hizo volver a fijar mi vista en aquella familia de tres.

Faceless Revenge ©Where stories live. Discover now