Faceless Revenge ©

11| Álbum

"Álbum"
Narrador| Black

—¿Podrías decirme lo que recuerdas?—inquirió Cassandra, sentada frente a mí.

—Llegué al hospital junto a mi chica
y hermano porque Clara, la novia de él, estaba herida—suspiré, intentando recordar más detalles, como el número de la habitación o el nombre del doctor.

—Según los informes que me entregaron, llegaste al hospital tú solo, diciendo que necesitabas ayuda porque una de tus amigas estaba herida.

—Clara—solté abruptamente, levantándome con el ceño fruncido—¿donde la tienen?

—No, no era Clara—ella agitó sus manos y yo retrocedí un paso, extrañado—su nombre era...espera, acá lo tengo—revisó su papeleo, tomando una de las hojas y deslizando su dedo por el papel para buscar el nombre—Valeria.

—¡¿Qué?!

—Así es—repitió, y yo negué frenéticamente, eso es imposible—te leeré esto.

Ni siquiera estando a la mitad de mis sentidos sería capaz de ayudar a Valeria.

—Llegaste a la entrada del hospital algo exaltado, pidiendo ayuda para tu amiga herida, y cuando los doctores salieron a ver, encontraron a Valeria en el auto, herida.

—No, no es posible—interrumpí, acercándome a ella para quitarle aquel papel de sus manos para asegurarme de que no mentía.

Pero ella tenía razón, eso decía.

—No, yo llegue al hospital junto a los demás, y estoy seguro de eso.

—Black, cuando te desmayaste los doctores dijeron que estabas alucinando—añadió, y comencé a estresarme—sé que estás confundido, pero yo misma fui a revisar los registros, y el nombre de Clara Denim nunca fue ingresado.

Cerré mis puños con más fuerza.

Yo no sería capaz de ayudar a Valeria y dejar a los demás atrás.

Nunca haría eso.

—Necesito salir de aquí y buscarlos—solté, y ella negó rápidamente.

—No te dejarán salir hasta que se corrobore que tú estás bien mentalmente—habló, y yo entreabrí mis labios.

—¿Acaso crees que estoy loco?

—Yo no, pero me exigieron por lo menos tener alguna señal de que lo que tú dices no son alucinaciones.

—¿Y como mierda esperan que corrobore eso?

—Con fotos de ellos junto a ti, tal vez—sugirió, y yo rodee los ojos—¿tienes alguna?

—No, pero no me importa, saldré de todos modos, y espero que no te interpongas, porque voy a apartarte también—mencioné, avanzando hacia la puerta para abrirla de una vez por todas.

—¡Black, espera!—ella corrió hacia mi, y antes de cerrarle en la cara para poder irme por el pasillo, alguien tocó mi hombro.

—Tranquila, puede irse, él no está mintiendo—una voz no conocida habló desde mis espaldas, y vi a Cassandra asentir ligeramente.

—¿Alguien vino a hablar?—preguntó ella, y yo me volteé, viendo que detrás de mi había una doctora bastante alta.

—Alguien trajo un álbum de fotos, al parecer si conoce a las personas con las que supuestamente entró—añadió, y yo alcé una de mis cejas.

¿Un álbum de fotos?

—¿Él ya puede irse?—y esta vez, aquella voz si fue reconocible para mi. Me volteé al instante, viendo a unos pasos de mi, a Blaise.