29| Arruinaste mi vida

4.5K 510 373
                                    

"Arruinaste mi vida"
Narrador| Amaya

Mis manos tocaron débilmente la puerta de vidrio. E intentando limpiar una última vez mi rostro, esperé a que alguien respondiera.

—¡Adelante!

Di un profundo respiro antes de entrar a la oficina, cerrando detrás de mí. A unos metros, sentado frente a su escritorio, vi a un hombre leyendo unos papeles.

—Mi secretaria me dijo que una chica quería hablar conmigo—soltó, carraspeando y acomodándose en el asiento mientras dejaba sobre la mesa el montón de papeles—dime, ¿por qué una adolescente querría hablar con el jefe de la policía?—inquirió, y, cuando por fin alzó su vista, ambos nos miramos sorprendidos—¡Amaya!—exclamó.

Forcé una sonrisa, sorbiendo mi nariz antes de acercarme a él para darle un abrazo.

—Mira cuánto creciste—él rio ligeramente, y yo mantuve mi forzada sonrisa.

Era Jax, uno de los compañeros de mi parte de have mucho tiempo.

—No sabía que subiste de rango.

—Me ascendieron hace un par de meses—aclaró, indicando que me sentara frente a él—¿quieres café?

—No, gracias—negué con mi cabeza, notando su fija mirada en mi rostro—veo que lloraste bastante—me extendió con su mano derecha un paquete de pañuelos, y agradeciendo, los tomé—lamento lo que pasó.

Y, cuando estuve a punto de sacar uno de los pañuelos, me congelé.

¿Lamenta lo que pasó?

—Tu padre me ha comentado que su relación contigo no es tan buena como lo era cuando eras una niña, pero aún así debió doler.

—¿Dolerme?

—Sí—asintió, bebiendo un sorbo de café—saber que solo podrás verlo de vez en cuando.

—No entiendo...—murmuré, y el frunció sus cejas, inclinándose hacia mi para apoyar sus codos sobre el escritorio.

—¿No sabes?

—¿Qué cosa?

—Tu padre ha salido libre—comentó, y yo asentí.

Oh, eso ya lo sabía.

—Y hace unas horas vino hasta aquí, se sentó en la misma silla en la que estás ahora, y me mostró un video—añadió, y yo tragué grueso—confesó estar relacionado con la mafia, y que, gracias a ello, se enteró de que aquel video había salido a la luz.

—¿Cuál video?—inquirí preocupada, sintiendo como el control que había logrado mantener para no llorar, se iba.

—Donde disparas accidentalmente—soltó, sin pudor.

Cubrí mi boca, las lágrimas volvían a bajar por mis mejillas mientras mis ojos irritados volvían a cristalizarse.

—Lo lamento—dije, cubriendo mi rostro—yo realmente lo siento, jamás quise disparar—añadí.

Dolía recordar eso.

Dolía aún más saber que ese error me perseguiría el resto de mi vida.

—Amaya—Jax se levantó de su asiento para arrodillarse a un lado de mi, sentí su mano sobre mi rodilla mientras su mirada de compasión observaba mi rostro—tú no eres la culpable, tu padre es quien debe hacerse cargo.

Limpié mi rostro, odiaba llorar frente a alguien.

Di un suspiro profundo, alzando mi vista para verlo directamente.

Faceless Revenge ©Onde histórias criam vida. Descubra agora