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25| Infancia

"Infancia"
Narrador| Amaya

Maratón (1/2)

—¡Te dije que no comieras antes de subir a los demás juegos!—regañó Clara, empujando a White hacia la habitación—dormiremos en el cuarto de Blaise y Gray, parece que no van a llegar—agregó, volteando a mirarnos.

Yo asentí, entrando en la otra habitación.

Black se adelantó, sentándose en el borde de la cama y alzando su vista ligeramente. Su expresión estaba algo seria, y preocupada, me acerqué a él.

—¿Todo bien?—inquirí, y él asintió—¿No la pasaste bien?

—La pasé muy bien, preciosa—respondió, y sonreí aliviada, quedándome parada frente a él para lograr tomar de sus mejillas.

—¿Y entonces?

—Vi la lista—susurró.

Uy...

—Yo...lamento si eso te hace sentir mal—dije asustada, realmente no quería pasar a llevar sus sentimientos, pero Clara y yo creímos que seria buena idea hacer una lista de lugares y cosas que podíamos hacer con los chicos para hacerlos vivir su infancia.

Uno de esos destinos, era un parque de diversiones.

—Bee, no te disculpes—interrumpió, y su mano rodeó mi muñeca, evitando que yo me apartara—a mi me dolía recordar que nunca tuve una infancia, y en caso de tenerla, no recordarla, ¿sabes lo mucho que aprecio tener personas como ustedes que hacen eso por nosotros?

—Entonces...¿no estás enojado?—pregunté nerviosa, llevando una de mis uñas a mi boca, sin embargo, él apartó mi mano, riendo suavemente.

—¿Por qué me enojaría el hecho de que intentes hacerme feliz?

—Creí que te parecería estúpido hacer cosas así.

—Claro que no, escuincla—aclaró, y, al fin, pude tranquilizarme respecto a eso—gracias por lo de hoy, Bee.

—No debes agradecerme nada, idiota—murmuré, soltando una risa cuando sentí sus manos tomando firmemente de mi cintura. Él se encorvó un poco, aún sentado en el borde mientras reposaba su rostro en mi abdomen.

Acaricié su cabello, permaneciendo así hasta que él decidiera separarse, sin embargo, al pasar los minutos, en vez de verlo apartarse, escuché un sollozo.

Mi corazón se rompió, y no tardé ni un solo segundo en arrodillarme para ver su rostro.

—Black...—susurré, observando las lágrimas escurrir por su rostro. Su vista estaba fija en el suelo, y su labio inferior temblaba, como si aquel dolor que acaba de dejar salir, hubiese estado guardado desde hace días—estoy aquí, tranquilo—agregué, limpiando con mi pulgar las gotas en sus mejillas.

—Extraño a mis padres—sus palabras se cortaban, y, entre cada una de ellas, había una respiración agitada debido a su llanto.

Soy realmente mala en situaciones así, pero sé que Black no necesita escuchar consejos, sino, ser escuchado, así que me mantuve allí, arrodillada frente a él, tomando de su rostro.

—Solo quiero darle su merecido a la persona que me los arrebató—soltó, rompiendo en un llanto más sonoro—quiero tomar venganza para poder vivir en paz con ustedes...y sobre todo, contigo.

—Todo saldrá bien—afirmé, intentando esbozar una sonrisa para entregarle algo de tranquilidad—lo que realmente importa, es que sin importar qué, todos nos mantendremos juntos—sus ojos llorosos me miraron, y sabiendo que era mi oportunidad de calmarlo, proseguí—no importa lo que suceda, tus padres jamás te dejaran solo, y nosotros tampoco.