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🎄| Especial Navidad

La navidad era un día especial.

Oh bueno, tal vez más que un día.

En aquella mansión, la época navideña empezaba desde el primer día de diciembre. Tenían muchos espacios que decorar y muchas cosas que organizar para el especial día.

Pero esperen, esa no es la parte más complicada.

Lo difícil era comprar los regalos de todos los demás sin que nadie lograra descubrir que compró cada uno.

—¡Blue, dile a Halter que deje de hurgar los regalos! —White se cruzó de brazos mientras el pelirrojo se carcajeaba, corriendo con un par de paquetes en sus manos.

—¡Ver los regalos antes de tiempo es delito navideño! —apoyó Amaya, persiguiéndolo también.

De un momento a otro, todos se unieron a la persecución en contra de Halter, quién luego de ser detenido y despojado de los regalos, bufó.

—El verdadero delito navideño es que todos apoyen a White y nadie a mí.

—Ya va a llorar —se burló la más pequeña de la casa, Rose.

—Tu cállate, tu padre es el más llorón —se defendió Halter, señalando a la niña, quien abrió su boca en una inmensa O.

—¿Alguien me recuerda en qué momento decidimos adoptarlo como parte de la familia? —y ahora, Black fue quién se quejó. Y bueno, él tiene razones para no tener paciencia en este momento, después de todo, ha sido el único que se ha encargado de decorar las galletas—. Y cambiando el tema, ¡¿nadie piensa ayudarme?!

—Yo ya decoré una —se excusó Lori, alzando su mano.

—Genial demonio, ahora solo te faltan diez más —su padre le apuntó la extensa bandeja de galletas y la pequeña pelinegra puso sus dos manos sobre su cintura.

—¿Y qué me gano yo?

—¿Disculpa? —soltó Black, divertido—. Ganas diversión.

—Bueno, pero yo no limpio —aclaró, acercándose a la pequeña mesita de la sala para sentarse en la alfombra a un lado de su padre—. ¿Puedo ponerles cara malvada?

—Como quieras —susurró Black, entre risas.

Mientras tanto, Carter se acercó a la misma mesa con un par de decoraciones navideñas hechas por él mismo, y las dejó encima, mostrándoselas a Lore.

—¡Dibujas tan bien! —celebró ella, levantándose del suelo únicamente para aplaudirle estando de pie.

Y no se trataba de una exageración. Carter tenía talento, y dibujaba mucho mejor de lo que un niño de su edad suele hacer.

Él sonrió, y Black tomó aquel dibujo, alzando una de sus cejas.

—¿Es un perro con un suéter navideño? —le preguntó, y Carter asintió entusiasmado.

—Un perro con suéter navideño sobre un cohete espacial manejado por Santa —agregó él, señalando con uno de sus dedos cada parte del dibujo.

—No sé si felicitar tu dibujo o tu creatividad —bromeó Black, entregándole aquella hoja de vuelta.

La sala estaba algo llena. Todos se adueñaron de un espacio para hacer lo que tenían que hacer.

Algunos decorando galletas, otros cocinando la cena, y los demás...

Bueno, los demás fingían estar haciendo algo productivo.

—¡White! —Clara bajó las escaleras, y en cada una de sus manos sostenía un vestido diferente. O bien, eso decía ella.