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43| Una extraña familia

"Una extraña familia"
Narrador| Clara

🩸2 MESES DESPUÉS🩸

⚠️Advertencia +18
Advierto que en este capítulo hay más de una escena, tómenlo como una recompensa por lo que sufrieron en los capítulos anteriores ;D

*Capítulo bastante largo.

Reí suavemente sobre sus labios, disfrutando de las cosquillas que le daba a mi cuerpo en cada roce. Tomó de mi cadera, provocando que aquel frote se sintiera aún mejor.

Plantó un beso rápido, y cuando sonreí, tomó de mi labio inferior entre sus dientes, jalándolo suavemente antes de volver a besarme. Esta vez fue duradero, y no me separé de él hasta que me fue necesario recuperar el aire.

—Nada podría gustarme más que tú —susurró, y sonriente al oírlo decir eso, bajé mis labios hasta su cuello, besándolo mientras disfrutaba de lo bien que olía.

Sus manos comenzaron a subir mi polera, esparciendo su cálido tacto por mi abdomen.

—Me encantas —murmuré, asegurándome de provocar un cosquilleo sobre la piel de su cuello.

—Maldita sea —soltó, separándose bruscamente y empujándome para que mi espalda reposara sobre nuestra cama—. Quería controlarme hoy, hacer las cosas lento —añadió, acercándose y arrodillándose sobre la cama también—. Pero mierda, no puedo, no contigo —terminó de decir, desabrochando desesperadamente su cinturón.

Relamí mis labios, sonriendo victoriosa al saber a la perfección que él decía aquello de forma sincera.

Oí el cierre de su pantalón, y no tardé en llevar mis manos a su ropa interior para quitarle aquella prenda también. Soltó una suave risa de burla al ver mi desesperación, y manteniendo mi sonrisa, me senté aún sobre la cama, mientras él seguía arrodillado. Mi rostro quedó a la altura de su entrepierna, y ansiosa, logré terminar de liberar su erección.

Su mano tomó de mi mentón, alzándolo y provocando que nuestras brillantes miradas se conectaran.

Se inclinó hasta alcanzar el cajón, tomando uno de los condones para ponerselo con cierta prisa.

—Abre la boca, Firefly —susurró, y luego de esperar unos segundos para desesperarlo a él de igual forma, le obedecí, sin apartar mi vista de sus ojos.

Saqué ligeramente mi lengua al sentir como acercaba la punta de su miembro a mis labios. Di una lamida a lo largo de su longitud, y mi pulso se aceleró al escuchar un primer jadeo.

Esta vez yo acerqué mis labios, chupando la punta antes de rodearla con mi lengua.

—Abre —ordenó de nuevo, más roncamente. Y cuando abrí mi boca una vez más, comenzó a introducirse lentamente.

Intenté controlar mi respiración, haciendo lo posible por recibirlo todo, sin embargo, comenzaba a sentirme ahogada, y la falta de aire comenzaba a humedecer mis ojos.

Su mano acarició mi mejilla, deslizándose hasta mi cabello para alcanzar a juguetear con algunos de mis mechones.

Lo saqué de mi boca, dando un profundo respiro antes de volver a meterlo. Y, cuando al fin logré introducir gran parte, comenzó a mover sus caderas suavemente.