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33| Feliz cumpleaños

"Feliz cumpleaños"
Narrador| Gray

⚠️Advertencia +18

Ni siquiera habían pasado dos horas y todo se había ido a la mierda.

White ahogándose internamente en su tristeza al recordar, de nuevo, la pérdida de Clara. Mientras Amaya lloraba a solas, aún viendo aquel video en donde se veía directamente el disparo. Blaise no quería mostrárselo, sin embargo, ella insistió.

Suspiré, frustrado al saber que por ahora, no puedo hacer absolutamente nada por ayudarlos. White y Amaya necesitan tiempo a solas cada uno.

Black, por su parte, estaba sentado en la "sala" de la cabaña, con Jax en frente, quien jugueteaba con Carter y Lorena.

Miré a Blaise unos segundos, y él asintió ligeramente, animándome a acercarme a ellos.

—Entonces, ¿tú eres el padre?—al sentarme, Jax hizo lo mismo, dejando que ambos niños siguieran jugando. Black elevó ligeramente una de sus cejas antes de responderle.

—¿Por qué se sorprende? Hasta usted sabía que yo era el padre, menos yo mismo.

—Bueno, poniéndonos en una situación realista, ¿qué habrías hecho al recibir la noticia de una hija hace cuatro años atrás?—inquirió, y se recargó con toda confianza en el respaldo de su asiento.

—Hacerme cargo.

—¿Cómo una obligación?—cuestionó—por desgracia, la tarea de ser padre, o madre, debe incluir el deseo de serlo, de lo contrario, no sirve de nada.

—Aún así, es mi hija, y nadie tiene el derecho de...

—¿Hija?—estoy seguro que el corazón de todos se congeló cuando la aguda voz de la pequeña niña hizo aquella pregunta—¿les gustan las hijas?

—Higos—corrigió Carter—esas cosas que se comen se llaman higos.

—Es que son parecidos—argumentó Lorena, poniendo una de sus manos sobre su mentón, y Carter asintió, sorprendido al darse cuenta que ella tenía razón.

—¡Dibujemos higos!—propuso.

—¿Hijos o higos?—preguntó ella.

—¿No es lo mismo?—Carter llevó una de sus manos a su frente, desorientado. Yo reí enternecido.

—¿Viste? Ya me confundí—reclamó Lorena, tomando uno de los lápices de colores.

Y, cuando volví mi vista hacia Black, lo vi suspirar aliviado.

—Si no te sientes listo, o no quieres ser padre, por favor, no tomes aquella responsabilidad—Jax lo miró de forma seria, y yo fruncí el ceño—Amaya y yo podemos encargarnos, así que, o te haces cargo con amor, o no lo haces.

—¿Quién se cree que es?—Black escupió aquella pregunta con rabia, y no lo detuve. La conversación también me había molestado a mi—yo soy el padre, y les guste o no, no tenían derecho a ocultarme a mi propia hija durante cuatro malditos años.

—Si tanto deseas conocerla, entonces ve hacia ella y dile que eres su padre—mencionó Jax, entrelazando sus dos manos mientras apoyaba sus codos sobre sus piernas, inclinándose hacia adelante—Lori, todo este tiempo, ha querido conocer a su padre, porque lo creas o no, Amaya jamás se cerró a la idea de hablarle de ti.

Black se volteó para ver a la pequeña pelinegro de azules ojos arrodillada en el suelo para pintar sobre las hojas tiradas en el suelo, y luego, suspiró, cruzándose de brazos.