Arde, mi bella estrella

Capítulo 22

~Marzo~

Mirabel apiló los platos conforme los lavaba, tarareaba una melodía en voz alta mientras Julieta se encontraba ocupada cocinando las reservas de la semana de comida curativa. Para tranquilidad de Mirabel, cuando Julieta habló con la abuela logró convencerla, así que Julieta solo hacía una reserva de comida por semana y establecía solo usar la comida cuando fuera muy urgente, también, Julieta ya no era quien salía a repartirla, esa tarea la habían tomado Agustín y Félix, llevando las canastas y solo entregando a casos urgentes, mientras tanto, Julieta solía quedarse en Casita, la mayor parte del tiempo sentada en el patio de Casita o encerrada en su habitación. Mirabel no tiene idea de que hacía Julieta en su cuarto, pero normalmente, cuando Camilo y ella volvían de la escuela y la encontraban en el patio, la mujer parecía ansiosa, jugando con sus manos mientras tenía un puñado de estambre abandonado en sus piernas y los hilos desordenados, con una mirada lejana. El color en el rostro de Julieta a veces se esfumaba, incluso Mirabel siente que la mujer parecía constantemente cansada.

Tiene sentimientos contradictorios, una parte de ella sigue y seguirá enojada con Julieta y Agustín por algún tiempo, jamás explicaron porque la dejaron, jamás entenderá porque renunciaron a ella... Jamás se disculparían por eso, pero estaba bien, porque tenía a Félix y Pepa, ellos eran sus papás, siempre serían sus papás, tenía unos hermanos maravillosos y a un par de primas/hermanas que le cubrían la espalda sin dudarlo. Quizás es por eso que hay un poco de aceptación por su parte, sí, no le gustó para nada que Julieta tuviera un bebé al inicio, se sentía reemplazada, pero no era algo que podía cambiar, tampoco debería afectarla, ese bebé no tenía nada de culpa, por lo tanto, dejará de lado un poco esos sentimientos contradictorios.

Pueden llevarse bien, ¿no?, quizás si no peleaban y dejaban de aplicarse la ley de hielo, la tensión disminuirá, su mamá no estaría tensa en presencia de Julieta. Pepa estaba notoriamente preocupada por su hermana, pero a la vez incómoda de apoyar a Julieta por lo que hizo, y sí Mirabel pudiera al menos acercarlas...

—¿Tía Julieta? —la llama, prueba usar la etiqueta la cual todos en el pueblo aplican. 

Observa como Julieta se paraliza, su mano temblorosa deja de lado el cuchillo por mera seguridad, la mujer parece estar procesando lo que acaba de escuchar, pero igualmente le dirige la mirada —¿Si, Mirabel? —responde con una sonrisa temblorosa.

—¿Cómo te sientes? —pregunta torpemente. Si llama a Luisa e Isabela "prima", mucho más fácil será referirse a Julieta y Agustín como sus tíos, porque aún si le molestara, ellos viven en la misma casa y deberían llevarse bien. Quizás, debería enterrar lo que sucedió, ¿no? Era una pena, sus padres biológicos no se quedaron con ella, pero no había nada que hacer, así que, ¿para qué pensar más en eso? Ella ya es de Pepa y Félix, ella pertenece y pertenecerá siempre a los colores cálidos, así que no importa mucho ya. Además, ha observado la tensión que había entre Dolores y Camilo con Luisa e Isa al inicio, y peor es con Julieta y Agustín... No deberían haber más divisiones, así que, si Mirabel debe dar el primer paso, entonces lo dará.

—Estoy mejor, el descanso me ha funcionado —le responde, y Mirabel puede percibir como Julieta parece relajarse, volviendo a cortar la verdura —. Debiste asustarte mucho ese día —suspira, mirando fijamente la verdura.

—Está bien, no importa —le dice Mirabel, esperando que eso sirva para no abrumar tanto a Julieta —¿Estás bordando una manta para tú bebé? —le pregunta con curiosidad —. Es que en el patio suelo verte con estambres y ganchos —agrega, bajando el volumen de su voz.

Julieta le devuelve la mirada —. Lo hago, pensé que sería buena idea para mantenerme ocupada, pero mi vida siempre ha sido esta cocina, así que estar mucho tiempo fuera de ella... —las palabras de Julieta quedan flotando en el aire, su mirada se vuelve distante y por unos segundos se quedan en silencio.