Arde, mi bella estrella

Capítulo 32

Música de este capítulo:
—This life is mine by Jeff y Casey Lee Williams
—No callaré de Nikki García.

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5:40 de la tarde.

«Hay una parte de mi que está desesperada por cambios.
Cansada de ser tratada como un peón, pero hay una parte de mi que me devuelve la mirada desde dentro del espejo, parte de mí que está asustada de que pueda estar mal, que no puedo ser fuerte. —This life is mine»

Mirabel se levantó de inmediato, cortando por completo la distancia para encontrar a la abuela, quería de alguna forma ser un muro entre Isabela y su abuela. Su primer instinto fue cubrir a su hermana mayor, quien apenas estaba soltándose de su jaula de oro. Sabía lo que la decepción de la abuela le haría a Isabela, Mirabel no estaba tan atada, pero Isabela si, muy muy atada a las expectativas de abuela, así que sería un duro golpe para Isabela recibir un sermón que mataría por completo su espíritu y eso era algo que Mirabel no deseaba que ocurriera.

—¡Abuela! ¡Escucha! ¡Esto es lo que debíamos hacer! —le dice a su abuela apresuradamente, permitiendo que Isabela se dirija a dónde sus tíos están (no sabe en que momento aparecieron, pero Mirabel no tiene tiempo de pensar en eso), así que captura toda la atención de la abuela —¡Vamos a salvar el milagro! ¡La magia—!

—¡¿De que estás hablando?! —la abuela la interrumpe —. Mira nuestro hogar, ¡mira a tu hermana!

—Pero es que, ¡Isabela no se sentía feliz! —lo intentaba, enserio deseaba que su abuela la escuchara al menos con esto y seguir desviando su atención de Isabela, quien parecía intentar involucrarse en la conversación, mirando alarmada entre las dos.

—Claro que no está feliz, ¡arruinaste su propuesta! —abuela refutó de inmediato.

—¡Es que yo debía arruinar su propuesta y luego hicimos todo esto! —enserio quería intentarlo, al menos que su abuela se diera cuenta, al menos... —¡Y la vela brilló más fuerte! —la abuela la llamó, pero Mirabel intentó continuar explicando, casi desesperada por convencerla, apenas y se dió cuenta cuando su familia había llegado a Casita y estaban a varios metros detrás de abuela —¡Por eso me ví en la visión! ¡Debo salvar el milagro!

—¡Tienes que parar ya, Mirabel! ¡Las grietas empezaron contigo! ¡Bruno se fue por culpa tuya! ¡Luisa pierde sus poderes, Isabela se sale de control, por culpa tuya! ¡Alteraste el equilibrio de esta familia! ¡Todo fue culpa tuya! ¡No sé porque tú no recibiste un don, pero esa no es excusa para que sigas dañando a esta familia! —le gritó su abuela, sin paso a discusiones, sin esperar que se defendiera, algo definitivo.

«Estuve asustada, nunca valiéndome por mi misma, dejé que tú fueras quien tuviera mi orgullo. Te creí cuando me dijiste que no era nada por mi misma. Escucha cuando digo, ¡lo juro aquí hoy!, No me rendiré, ¡esta vida es mía!»

Mirabel se quedó paralizada solo un segundo, las palabras de su abuela corriendo desenfrenadas en su mente y repitiéndose como disco rayado.

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«El temporal me intenta arrastrar a un sitio helado y profundo. Vuelvo a quedar callada al ahogar mi voz mientras me hundo —No callaré»
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¿Su culpa? ¿Su abuela todo este tiempo la culpó de las grietas? ¿La culpó de la desaparición de Bruno? ¿De qué la dinámica en su familia cambiara?

"Mirabel Margarita Madrigal, jamás, escucha bien, jamás tendrás la culpa de lo que sucedió, jamás será tu culpa que no hayas recibido un don, jamás será tu culpa que Julieta y Agustín se hayan apartado de tu vida, jamás será tu culpa que la abuela no pueda ver lo especial que eres" ~Pepa.