Capítulo 31

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Música de este capítulo:
Inspiración (acortada también por falta de tiempo, presupuesto y ánimos)

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5:00 de la tarde.

Mirabel llamó a la puerta de Isabela, el mismo tocar que ha usado durante años y que la mayor de los nietos Madrigal reconocería como propio de Mirabel. Con el corazón latiendo con rapidez y sintiéndolo en la garganta, esperó paciente, en verdad no podía culpar a su prima si no deseaba abrir la puerta, o abrirla solo para reprenderla por lo que había pasado.

La puerta se abrió, clara invitación a que entrara, por lo que Mirabel ingresó de inmediato a la habitación de Isabela, cerrando detrás de ella la puerta. Con cautela se adentró a la habitación, mirando a la cama de su prima que se encontraba muy lejos del suelo.

—¿Isa? —la llamó con inseguridad, si Mirabel era honesta, no sabía que esperar de Isabela en este momento. En la cena su prima le gritó que la odiaba, que no podía creer lo que había hecho y lucía muy frustrada, aún no sabe si era mera actuación por la abuela que se encontraba cerca o era algo que Isabela simplemente sintió en el momento (lo cual la aterraba, que Isa le gritara que la odiaba le hacía temer que de algún modo reiniciaran desde cero y comenzara a comportarse como lo hizo hace unos años).

Mirabel observó como la cama de Isabela comenzó a descender, las lianas florales giraban lentamente la cama para mostrar la figura de la mayor de los nietos, con una mano sobre una de las flores, acariciando sus pétalos.

—Luisa no puede levantar ni una empanada, la nariz de Mariano está hecha papaya y la cena de compromiso fue un fracaso —dijo Isabela con un tono peligrosamente plano, tomando la flor de la enredadera para después aplastarla y girar su cabeza en dirección de Mirabel, quien se estremeció ante la mirada llena de frustración y preocupación en el rostro de su prima —¡¿Enloqueciste mujer?! —grita alterada, bajando de su cama de un salto para comenzar a bajar los escalones.

Mirabel no pudo evitar morder sus labios, por un momento, quizás sería una opción ir directo al grano, decirle a su prima que necesitaban darse un abrazo porque eso resolvería el problema de las grietas, cumplir ese objetivo porque eso había mostrado una visión de Bruno como la solución, pero... No se sentía bien, como si el abrazo no fuera lo único, debía haber algo más.

—Lo siento por arruinar la propuesta, Isa —se disculpa sinceramente, decidiendo que no será una insensible y no tomará a la ligera la molestia de Isabela. Mirabel no conoce si Isa en verdad le gusta Mariano, jamás supo si Isa sabía de qué a Dolores le gustaba Mariano, pero eso no importa, porque aún si no fue la intención de Mirabel, ella arruinó la cena importante de su prima/hermana.

Isabela la miró seriamente a los ojos unos segundos, antes de que su expresión decayera, luciendo repentinamente agotada —. Mimosa, necesitaba que la cena fuera un éxito. Que fuera perfecta —Mirabel no puede evitar sentirse inquieta, por alguna razón, algo no le gusta —. Necesitaba comprometerme y simplemente superarlo —susurró, evitando la mirada de Mirabel y cruzándose de brazos. Por alguna razón, la quinceañera sentía una pequeña muralla entre ellas, estaban a solo unos centímetros separadas una de la otra, pero se sentía una gran distancia, la sensación de que Isabela ocultaba más de lo que dejaba ver había vuelto.

—¿Isa? —la llamó con suavidad, inclinándose un poco para invadir en menor medida el espacio personal de su prima, pero a la vez tratando de entrar a su campo de visión —¿Qué quieres decir con superarlo? —Mirabel se sintió muy preocupada al notar el conflicto en los ojos de Isabela.

—Yo... —los ojos de Isabela se llenaron de lágrimas, finalmente mirando a los ojos de Mirabel —¿Puedo decirte algo y prometes no gritar? —le pregunta con voz temblorosa. Mirabel arruga su entrecejo, asustada de ver a Isa en ese estado, pero asiente en silencio —. Yo no quiero casarme con Mariano, en realidad ni siquiera me gusta —la quinceañera jadeó horrorizada, eso significaba que su prima se estaba casando sin amor.

Arde, mi bella estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora