Capítulo 4~JungKook

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Cuando pudieron terminar de curar su mano, habiendo dejado al Beta con el estómago lleno y siendo guiado por Seokjin y NamJoon hacia una de las habitación de servicio disponibles, la pareja de prometidos subieron a la planta superior pasa ir a sus propios cuartos.

Jimin simplemente pensaba irse a dormir, darse una ducha y relajarse era lo que necesitaba después de un día tan agotado rodeado de gente. Pero TaeHyung lo detuvo tomando su brazo ligeramente.

-¿Qué vamos a hacer con él? -Preguntó refiriéndose a JungKook, Jimin analizó su cara preocupada y suspiró.

-Se quedará aquí como tu padre quería. -TaeHyung estaba intranquilo. Aún si creía que Jimin no era mala persona, no lo conocía y lo poco que veía de él era una actitud cambiante y agria. -Es más seguro para JungKook estar aquí cuidando nuestra casa que en su propia casa. -Y el Omega sonrió relajado, Jimin aún degustando la sanción de decir ese nombre en sus labios.

-Gracias. -Susurró el castaño. -A penas es un niño. No tendrá más de 14 años y me siento incapaz de dejarlo a su suerte.

Jimin asintió, haciendo aquel gesto como una despedida y TaeHyung lo vio entrar a su cuarto sin más. Odia aquello, todo lo que estaba viviendo solo por existir. Y él sabía, lo tenía muy claro, que aún así debía dar gracias por haber nacido como Omega puro y en cuna de oro. Si no... tal vez le habría esperado una vida tan amarga como la del pobre JungKook.

-JungKook. -Susurró para sí mismo, sonriendo de lado y suspirando ridículamente complacido por solo decir su nombre.

 -Susurró para sí mismo, sonriendo de lado y suspirando ridículamente complacido por solo decir su nombre

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A la mañana siguiente, Alfa y Omega puros, estaban desayunando en un completo silencio sepulcral. Ni si quiera se dedicaban miradas pues TaeHyung estaba de nuevo molesto por la mirada de reproche de Jimin por su vestimenta.

-Señorito Park. -Llamó NamJoon entrando al salón, el rubio le miró indicándole que hablara. -Esta mañana llamó su padre para recordarle que debe ir a la prueba del traje de su boda. -TaeHyung sonrió a su mayordomo que se acercó a acariciar su lacio cabello con cariño cómo había hecho toda su vida, Jimin rodó sus ojos.

-Ya les dije a mis padres que me podría alguno de mis trajes. -TaeHyung le miró aún masticando su desayuno. -No es una boda real, así que no voy a malgastar mi tiempo en comprarme un traje especial.

-Sí es una boda real. -Defendió TaeHyung dejando sus cubiertos en la mesa con fuerza. -Es la única boda que tendremos en nuestra vida. -Añadió antes de mostrarse, sin quererlo, afectado por su afirmación verdadera. -Sé que no soy de tu agrado, pero dijimos que al menos íbamos a entregar llevarnos bien. -Jimin dejó de lado su desayuno también para verlo atento. -Al menos cúmpleme este capricho y viste como un novio en nuestra boda.

-¿Quieres una boda de ensueño a caso? -Preguntó arrugando sus perfectas y rubias cejas.

-Quiero una boda que cuando recuerde dentro de 30 años no sea dolorosa. -NamJoon a su lado volvió a acariciar su cabello y aquello captó la atención de Jimin. -Quiero que cuando mire al pasado al menos piense que me casé con un amigo y que ambos nos esforzamos por hacerlo bien.

Jimin apartó la mirada de la brillante del castaño. No lo habían dicho en claro, pero era seguro que ninguno quería el compromiso y responsabilidad de unirse tan jóvenes y a la fuerza. Pero TaeHyung tenía razón, aún si seguía retandolo con su atuendo o le soltaba comentarios mordaces, no eran egoístas o pretenciosos de niño mimado. TaeHyung solo lo desafiaba en la soledad de su casa y se comportaba obediente delante del resto aunque él notaba que quería responder y estallar.

Y él, Park Jimin, estaba cansado en solo tres días de tener que estar fingiendo tantas hora seguidas ser quien no era. Así que asintió.

-Está bien. -NamJoon y TaeHyung lo vieron al instante. -Dile a mi padre que mande al sastre a casa, no quiero ir hasta allí. -NamJoon asintió e hizo amago de retirarse, deteniéndose cuando se encontró de frente con un pequeño cuerpo.

-Lo lamento. -Susurró JungKook haciendo una reverencia al mayor. Acto seguido entró del todo en la sala y reposó sobre la gran mesa de comedor un ramo arreglado de las flores del jardín.

-Pensé que había sido un sueño. -Murmuró Jimin apretando el puente de su nariz. TaeHyung a su lado miró al menor.

-Buenos días JungKook. -El muchacho hizo una reverencia hacia ambos dueños de la casa. -Lo mandé al jardín a por flores ya que se levantó temprano por costumbre. -Dijo NamJoon. -Realmente no sé que tarea le quieran dar. -TaeHyung miró al instante a su prometido.

-Tan solo debe hacer nuestras camas y encargarse de que la casa esté limpia y ordenada. -JungKook asintió. -Si SeokJin o NamJoon necesitan algo, del mercado o lo que sea, debes ayudarlos. -El menor volvió a asentir. -Y comerás gratis y tendrás un sueldo al igual que ellos.

-¡Sí! -Exclamó alegre y de acuerdo TaeHyung. -Así podrás comprarte ropa nueva o ir de viaje en tus vacaciones JungKook. -El nombrado no dijo ni hizo nada aún confuso con lo escuchado, parecía nulo a sus palabras. -Te daré ahora después ropa que no gasto por si la quieres tener tú. -Añadió sin perder la sonrisa. -Y puedes gastar el teléfono para llamar a tus amigos o lo que quieras.

La supuesta y nula indiferencia del chico a las palabras bonitas de TaeHyung hicieron molestar a Jimin. No había, para él, peor falta de respeto que la indiferencia o el ignorar cuando te hablaban.

-JungKook. -Bramó con la voz ronca y dominante. -Levanta la cabeza y mira a mi Omega cuando te hable.

No solo se sorprendió TaeHyung por ser nombrado "su" Omega, también lo hizo NamJoon que se vio afectado por ese mandato de voz de Alfa puro aún si no era para él y también lo hizo Jimin al no recibir más que una respuesta escueta del menor.

-Lo lamento. -Ese niño parecía imperturbable.

-¡No le hables en voz de mando! ¡Lo asustas! -NamJoon miró a TaeHyung y este le pidió que se marchara, acto seguido el Omega se acercó al Beta. -¿Estás bien? Perdónalos, es algo bruto. -JungKook asintió viendo a la cara como le habían pedido entre las greñas largas de su cabello.

El señorito Kim era tan bonito, tan precioso y etéreo. Era delicado y masculino, con una fragancia natural que olía demasiado rica y con un cabello que llamaba a ser acariciado.

-Toma. -La mano más pequeña de Jimin y llena de anillos de oro apareció en su campo de visión impidiendo que siguiera admirando la belleza del castaño. Le estaba tendiendo una goma del pelo que siempre portaba en su muñeca pues un día se la guardó a su hermano Beomgyu y nunca más se la devolvió. -Recoge tu pelo para que podamos verte la cara.

JungKook dio un paso atrás, tomando su largo cabello azabache en una coleta alta y dejando que solo dos pequeños mechones enmascaran su rostro. Pudo ver entonces el rostro del señorito Park. Varonil, fuerte, marcado pero aniñado de forma adorable, mejillas murallas y ojos rasgados brillantes.

Por su lado los prometidos apretaron sus mandíbulas a la par que sus lobos elevaban las orejas en sincronía. Ese chiquillo, ahora que podían ver si rostro, guardaba las mismos cielos estrellados de galaxias en sus iris. Sus labios eran finos y rosados y la forma adorable de su rostro denotaba una belleza nunca efímera y embriagante.

TaeHyung y Jimin se miraron al instante, notando como sus lobos se revolucionaban y buscando la explicación a porqué lo volvían a hacer con tanto ahínco si ya lo habían hecho al conocerse entre ellos.

🐺💙🐺2/2🐺💙🐺

Nota: Esta historia costará más, paciencia y espero que os hayan gustado los dos capítulos. Nos leemos pronto 😘

Descubriendo el Trabajo de un Beta ~ VKookMin ~ JungKook, JiMin y TaeHyungWhere stories live. Discover now