Era la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...
COMENTAD POR FIS 🥺 el siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18, no son muy explícitas pero avisados estáis
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-¿Crees que deberíamos pedirle que no lea estas cosas? -Preguntó Jimin sentado en el sillón de su cuarto, teniendo a TaeHyung sobre su regazo de lado y ambos enfocados en velar el sueño de JungKook sobre su cama.
-¿Quienes somos nosotros para prohibirle o negarle nada? -El Alfa hizo una mueca antes de suspirar pesado.
-Lo sé, sé que tienes razón. -Acarició su mejilla antes de besar sus labios finos y rosados. -Además adoro lo que está haciendo, pero me preocupa que le afecte tanto lo que pueda estar descubriendo. -TaeHyung rodeó su cuello y dejó su frente reposar sobre la del mayor.
-Puede parecer que no, pero ambos sabemos que Kookie es el más fuerte de los tres. -Susurró sobre sus gruesos labios. -¿Has leído algo de su libro? -El rubio negó. TaeHyung desabrochó ligeramente su corbata y los primeros botones de su camisa. El pobre de Jimin había llegado varias horas antes a casa llevado y llamado por el miedo de TaeHyung cuando JungKook se desmayó y por el dolor que este último trasmitía también por su lazo de unión. Casi sufre un infarto, gruñendo a todos a su paso y ligeramente agresivo hasta que los encontró a ambos en su cuarto recostados.
-Quiero leerlo una vez finalizado. -Apretó el hueso marcado de su cadera.
-Yo he podio leer algunas cosas porque sabes que le ayudo con la gramática y las faltas de ortografía. -Jimin asintió, adoraba tantos verlos susurrar en su despacho entre sonrisas y besos melosos que los hacían sonrojar mutuamente. Cuando estaba estresado, releyendo un contrato o una oferta, elevaba si vista y era todo lo que necesitaba para poder hacer desparecer cada mal sentimiento. -Está haciendo un trabajo increíble y que, en mi opinión, salvará muchas vidas.
-¿Cómo alguien puede pensar que él está mal? -Miró a su Beta dormitar. -Él es todo lo que está bien en este mundo. -Enfocó sus ojos claros en el Omega. -Él y tú.
-Nosotros tres. -Sonrió besando sus labios, caricias suaves que les llamaron a abrazarse más en ese estrecho sillón. Un beso leve y cargado de amor que evolucionó hasta perderse en uno más profundo y salvaje cuando las pequeñas pero fuertes manos del Alfa subieron apretando sus costados bajo su camisa hasta llegar a sus pezones rosados y los pellizcó. -Ah~. -Jadeó TaeHyung dejando si boca abierta y dispuesta a ser profanada por la lengua del mayor.
Los chasquidos de saliva comenzaron a hacerse escuchar, a la par que los jadeos del Omega o los gruñidos el Alfa tratando de tomar el control que Kim se negaba a darle solo por diversión y la rudeza que sabría vendría después al al fin ser dominado. Sus pieles quemaban, la ropa estorbaba. TaeHyung sonrió entre el beso, rompiéndolo, cuando una manos ajenas y que él tanto conocía comenzado a deshacerse de si camisa de seda.
