Era la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...
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Ambos adultos lo vieron, sonrojado y con los ojos opacos brillando solo por ellos, su visible y marcada erección bajo la mano de Jimin y esas sábanas finas.
-Kookie, perdón bebé. -Susurró TaeHyung, su respiración agitada y su rostro rojo a la par que sus labios hinchados y ensalivados.
-¿Te duele? -Preguntó Jimin, apretando más la dura erección cada vez más grande le menor con su mano, JungKook volvió a gemir y asintió ligeramente ido.
-Joder. -Se quejó el Omega ante la imagen, su cuerpo se contrajo ante el pequeño chorro de lubricante que escapó de su sistema y manchó su ropa interior dejando el almizcle en el ambiente. -Jimin, por favor. -Pidió, más que nada para que parara, pero el mayor sonrió socarrón y se negó a detenerse.
-A la cama, tumbado con Kookie. -Demandó el mayor, con la voz grave y ronca y dejando a los contrarios estáticos. TaeHyung murmuró algún insulto bajo tipo "cavernícola" pero obedeció. JungKook rio hasta que Jimin desapareció bajo las sábanas.
-¿Qué haces Jimin Hyung? -El aludido no respondió, sin embargo ambos notaron sus calzoncillos ser bajados hasta ser retirados de su cuerpo. -Me da vergüenza. -Dijo hacia su Omega tumbado boca arriba también a su lado.
-A mí también. -Confesó entrelazando sus manos bajo las sabanas.
-Por eso lo hago aquí abajo. -Escucharon al Alfa antes de sentir su aliento en sus zonas más vulnerables.
Los dedos de Jimin podrían ser cortos y sus manos pequeñas, pero solo TaeHyung y JungKook sabían lo bien que lo podían hacer sentir l tocarlos. Un dedo entró, tras bordear el aro rosado y virginal del castaño, en su interior. Daba vueltas, apretaba y estiraba a su paso dejando que más lubricante saliera de él. La mano contraria empezó a subir y bajar por el pene de JungKook mientras lo apretaba. Ambos gimieron bien alto cuando la sensación de otro dedos entrando en el Omega y su lengua pasar por su punta les sobresaltó.
-¡Jimin! -Exclamó TaeHyung sujetando con su mano libre del agarre con el Beta la muleca de la mano que enterraba dos dedos en él.
-¡Alfa! -Gritó JungKook cuando la cabeza de su pene fue succionado por la boca ajena. Sus dedos entrelazados con los del Omega dolían de lo mucho que apretaban su agarre.
La mano de JungKook libre se dirigió a jugar con los cabello suaves y rubios bajo las sábanas, sus caderas levantándose ligeramente mientras seguía siendo masturbado por el mayor y su boca. TaeHyung se retorcía y apartaba por instinto su interior en las falanges de su Alfa pidiendo más y finalmente callándose cuando el Beta se lanzó a besarlo.
Un beso desordenado que había nacido desde los más profundo deseos de su ser, uno que ninguno sabía dar a ciencia cierta pero que parecía ser el correcto cuando gemidos del contrario eran tragos en sus gargantas. JungKook gimió alto y fuerte cuando se vino en la boca ajena, ese sonido agudo y maravilloso llevó a TaeHyung a no poder contenerlo más y se corrió apretando de forma deliciosa los dedos del Alfa en su interior.
