Era la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...
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Jimin asemejaba estar relajado, con sus piernas ligeramente abiertas, descalzo y con solo su camisa arremangada y abiertos los primeros botones de esta; sin embargo estaba tenso. Lo que había comenzado como un sencillo pasaje de modelaje en el que TaeHyung y JungKook le mostraban sus ropas nuevas; había terminado con un deje de indignación y a la vez deseo en el mayor.
Si bien la ropa de JungKook era todo cómoda, habiendo escasos dos pantalones que no fueran deportivos, y de gamas oscuras. Verlo ahora de traje, enfundado a la perfección y marcando su estrecha cintura mientras se hacía una coleta con la goma que en su día le dio Jimin dejó al Alfa embobado. Y fue peor, cuando las ropas anchas y coloridas en tonos pasteles de TaeHyung se cambiaron por un pantalón ceñido blanco y una camisa trasparente de gasa amarilla.
-¿Por qué mierda te compras siempre ropa trasparente? -La voz de Jimin salió grave y enfurecida, TaeHyung rodó sus ojos.
-Porque es mi cuerpo y me pongo lo que yo quiera. -Le sacó la lengua burlón, viendo su reflejo en el espejo de su cuarto y admirando su bronceada piel con lunares bajo la camisa trasparente.
-Provocas a los demás Alfas. -Escupió el mayor poniéndose en pie como símbolo primitivo de dominancia ante el desafío de su Omega a su poder.
-No es mi culpa que no sepan mantener sus penes o vaginas tranquilas al ver a un Omega bonito y sexy. -Rebatió el castaño girando a verlo, alzando su pecho y encarando al mayor.
-¡Pero me pone de los nervios que ellos te miren! -Gritó, habiendo resultado tierno, si no fuera algo tremendamente tóxico el micro Alfismo arraigado en el sistema del rubio para TaeHyung.
-Jimin. -La voz de JungKook sonó dulce a su lado, pasando una de sus manos por una de sus mejillas y su mandíbula apretada en tensión. Park suspiró relajándose al instante y besando la palma de la mano de su Beta. TaeHyung soltó una enorme carcajada.
-Já, hasta Kookie sabe que tengo razón y debo presumir este bello cuerpo al mundo entero... -Comenzó a burlarse moviendo sus caderas como si bailara y siendo detenido por el mismo Beta, esta vez su voz ruda y dominante haciendo callar y parar de golpe.
-TaeHyung. -El nombrado lamió sus labios antes de morderlos. Los tres habían notado eso recientente, era natural e innato en JungKook ser dulce y ciertamente sumido con el Alfa mientras que con el Omega era parcialmente dominante y decidido.
-No debería, pero me pone demasiado tu dualidad. -Habló abrazándose a sí mismo el Omega, dando varios pasos hasta estar frente al menor.
-A mí me pone simplemente dentro de ese traje. -Confesó Jimin sujetando sus caderas increíblemente delgadas y marcadas en ese traje de tres piezas y bajando su rostro para besar el cuello del menor con ligeras succiones.
-No seas así Alfa. -Murmuró sonrojado hasta la médula, TaeHyung pasó con descaro sus manos por el pecho cada día más fuerte y ancho, por los vitaminas y buen cuidado, del Beta. -¡Ya vale! -Golpeó con gracia las manos del castaño que rio enternecido a pesar de haber sido mandado.
