Era la época dorada de los negocios Internacionales en Corea del Sur, su mejor versión donde grandes empresarios viajaban y conocían nuevas culturas y formas de vida. Sim embargo, todo aquello llevaba molestia y angustia a los Alfistas empoderados...
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Jeon TaeHyun se paró mordiendo su labio inferior y jugando con el bajo de su camiseta frente a la puerta del cuarto que su hermano compartía con sus novios/esposo/destinados. Con la mano enyesada dio dos pelos golpes hasta que un ligero y suave "adelante" se escuchó. La sonrisa que TaeHyung le dedicó, algo desconcertada y caída sin pretenderlo, al verlo le hizo encogerse en su lugar.
Hyun quería a Tae, lo tenía muy claro, porque el Omega adoraba a su hermano menor y amaba a su hermano mayor. Sin embargo había compartido más tiempo y tenía una mayor complicidad con Jimin, por ser Alfa, por rescatarle, por cuidarle o por lo que sea. Y tuvo vergüenza cuando la sornisa del Omega tembló al verlo.
-Hey, creí que serías otra persona. -Susurró Tae acomodándose hasta tomar asiento en la cama recargando su espalda en el cabecero con almohadones.
-Puedo irme si necesita descansar o quiere ve a... -Su frase, de voz baja, fue interrumpida con una risa alegre del mayor.
-No digas tonterías. -Sonrió el Omega abriendo sus brazos. -Ven a darme un abrazo, te he echado de menos. -Hyung caminó rápido hasta él y se dejó arropar sobre su cuerpo como si fuera un cachorro. En silencio recibió cariños en su cabello, inhalando por primera vez en aroma del mayor y sonriendo de lado.
-Entiendo porqué YeonJun te ha cogido cariño tan rápido. -Susurró contra el pecho cálido del castaño. -Eres blandito y sabes dar buenos abrazos. -TaeHyung rio en una gran carcajada inclinándose a besar el cabello rubio algo despeinado. -Se siente bien el tener cariño paternal de un Omega.
-Mi amor siempre lo vais a tener y siempre que me necesitéis aquí voy a estar. -Murmuró tragando el nudo en su garganta que las crudas palabras del menor dejaron en él.
-¿Cuál es tu aroma? -Preguntó suave. -Nunca lo he sentido.
-¿No? -Preguntó buscando su mirada, el menor negó. -Polvos de maquillaje.
-Mamá no gastaba esas cosas así que nunca lo he olido... hasta ahora. -Puntializó acomodando su mano dañada sobre el pecho del mayor, TaeHyung acarició las yemas de sus dedos que salían sobre el vendaje.
-¿Te gusta? ¿O te desagrada?
-Me gusta porque eres tú. -TaeHyung sonrió de nuevo, un silencio creado entre ambos cómodo que realmente terminó siendo una expectante cuando poco a poco el cuerpo del Alfa comenzó a ponerse tenso sobre el suyo. El Omega le dejó su tiempo, aún acariciando su cabello o sus dedos hasta que la pregunta surgió de él directa y sin contemplaciones. Pareciera que era algo que había estado calculando mucho, sin saber el pobre como expresarlo y deseando, absurdamente, tener un aliado en todo aquello. -¿Hay algo de malo en que Beomgyu y yo seamos destinados?
