El gran jefe [BL]

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298: Regreso seguro

Wang Cheng y Chu Yifeng fueron rodeados tan pronto como regresaron a la casa principal. Sophie también estaba allí, después de enterarse por Emily de que Wang Cheng había desaparecido. Al igual que Chu Yifeng, inmediatamente sospechó de Johanna. Llamó a Johanna, pero su línea telefónica estaba ocupada, así que fue directamente a la villa de Johanna. Sophie llegó para ver a Johanna en un estado impactante y miserable. Una de las manos de Johanna y uno de sus pies habían sido rotos a la fuerza. Johanna ya se había desmayado del dolor cuando los sirvientes la sacaron de la villa, y su falda estaba manchada de amarillo. Pero fue solo una vez que Sophie estuvo más cerca y pudo oler un leve aroma que se dio cuenta de que Johanna tenía incontinencia. Sophie supuso que esto podría ser obra de Leon Ge, así que corrió a la casa principal para buscarlo. Como no encontró ni a él ni a Wang Cheng, acompañó a mamá Emily y al abuelo Locke a esperarlos. Cuando los dos regresaron sanos y salvos, finalmente todos dieron un suspiro de alivio.

"Hija mía, es bueno que estés bien". Emily abrazó a Wang Cheng. Había estado bastante preocupada desde que se dio cuenta de la gravedad de la situación.

"Mamá Emily, el abuelo Locke, Sophie, dejé que se preocuparan. Afortunadamente, no pasó nada". Wang Cheng miró a Sophie y al viejo Locke. Aunque este último no mostraba nada en su rostro, podía sentir que Old Locke también estaba preocupado por él.

Sophie abrazó el brazo de Wang Cheng. "Cheng Gege, es genial que estés a salvo. Estaba muerto de miedo. No te preocupes, el perpetrador ya recibió su retribución, creo que no se atreverá a aparecer frente a nosotros nuevamente".

Yo también lo creo. Wang Cheng le dio unas palmaditas en la cabeza.

Wang Cheng no tuvo que ir a trabajar al día siguiente. Justo después de que todos desayunaran, un invitado llegó a la casa principal sin ser invitado. Era el padre de Johanna, Carla. Carla había salido anoche y no fue a casa en absoluto, por lo que no se enteró de lo que le pasó a Johanna hasta esta mañana. Una sirvienta explicó que el perpetrador de las heridas de Johanna fue Chu Yifeng, pero la sirvienta no sabía qué hizo exactamente Johanna para causar esto. Carla asumió que Johanna había enojado accidentalmente a Chu Yifeng y que esta era su venganza. Vino en persona a pedir una explicación.

El viejo Locke pidió a los sirvientes que lo dejaran entrar. De todos modos, las cuentas de ayer tendrían que arreglarse en algún momento. Aunque tenía un poco de prejuicio contra Wang Cheng, era parte de su familia sin importar cómo lo expresaran. ¿La hija de un aristócrata sin recursos tuvo la audacia de hacer un movimiento tan audaz en su territorio? Claramente, ella no tomó en serio a la familia Eimer.

Cuando Carla entró en la sala de estar, notó que el ambiente estaba un poco apagado.

Obviamente, deberían haber sido ellos los culpables, pero sus expresiones eran como si quisieran comérselo entero. Incluso Emily ya no lo saludaba con una sonrisa.

"Carla, ¿cómo te atreves a venir aquí después de todo lo que pasó?" El viejo Locke gruñó enojado, mirándolo fijamente con una mirada ardiente.

Carla tragó saliva. "Señor Eimer, ¿por qué no me atrevería a venir aquí? Su nieto le ha causado tanta miseria a mi hija, ¿no se me permite venir a buscar justicia? Mi hija estaba bien ayer, pero hoy está atada a una silla de ruedas. Esto es todo obra de su nieto, los sirvientes de mi villa pueden atestiguar que vieron a su nieto romperle las manos y los pies a mi hija con sus propios ojos".

Sintió que Old Locke podría haber comenzado deliberadamente con tal declaración porque quería obtener una ventaja inicial en su argumento. Sin embargo, el hecho de que su hija fuera claramente la víctima lo hizo sentir más seguro en su justificación.