El gran jefe [BL]

321

321: Decidir

Al día siguiente, Wang Cheng tomó el lou mei que había hecho y fue con Chu Yifeng a la casa de Chu. Originalmente quería traer algunos conjuntos de ropa, pero Chu Yifeng le dijo que ya se había preparado ropa para él.

Chu Wenting y Shen Qing ya habían partido ayer. Planearon tener una luna de miel tan pronto como se casaran, pero algunos factores finalmente les impidieron irse. Después de que nació su hijo Kunkun, los dos tenían aún menos tiempo. Ahora, sin embargo, Chu Wenting sintió que no debían retrasar más su luna de miel, y la pareja decidió de inmediato partir de viaje.

No fue hasta que Wang Cheng vio al pequeño frijol Kunkun girando su trasero mientras gateaba hacia ellos que recordó algo: Chu Wenting y su esposa no se llevaron al pequeño con ellos en el viaje. ¿Habían querido que miembros de la familia ayudaran a cuidarlo? Wang Cheng de repente hizo un descubrimiento notable y, al mismo tiempo, sintió una sensación extraña cerca de sus pies. Cuando bajó la cabeza, vio a Kunkun agarrando la pierna de su pantalón y mirándolo con entusiasmo.

"¿No le gustabas más a este pequeño?" Wang Cheng miró a Chu Yifeng sin palabras. Pensó que el pequeño estaba corriendo hacia Chu Yifeng, pero como resultado, ¿el pequeño cambió de objetivo en el momento en que se distrajo?

Chu Yifeng se encogió de hombros y tomó el lou mei de sus manos: "Tal vez le gustes. Llévalo adentro". Después de dejar esas palabras, levantó el pie y se alejó.

"Oye, oye ..." Wang Cheng llamó apresuradamente a Chu Yifeng, quien ignoró resueltamente a Wang Cheng y se alejó, dejando a Wang Cheng y al pequeño todavía agarrados a las piernas de sus pantalones.

Wang Cheng se detuvo y miró al pequeño con impotencia. "Kunkun, ¿no te gustaba más tu tío mayor? Solo te he visto unas pocas veces".

Kunkun parpadeó y lo miró sin decir una palabra.

Wang Cheng lo miró fijamente durante un rato y finalmente se rindió. Resignado a su destino, lo levantó y entró. Se encontró con Chu Yifeng cuando salía de la cocina, así que le preguntó: "¿Chu Wenting y su esposa dejaron a Kunkun en la casa de Chu así? Si nadie en tu familia tuvo tiempo de cuidarlo, ¿por qué?" ¿No lo enviaron con los padres de Shen Qing por unos días?"

En general, en las zonas rurales, si el esposo y su familia estaban ocupados, dejaban que la familia de la esposa cuidara al niño.

"Los padres de Shen Qing trabajan para el gobierno al igual que mi tía y mi tío, por lo que generalmente no tienen tiempo libre". El Viejo Shen y el Viejo Chu de la familia Shen eran compañeros de guerra desde que eran jóvenes. Sin embargo, la familia Shen no era tan próspera como la familia Chu, por lo que no muchas personas podían quedarse en casa.

"Dale un abrazo a este pequeño". Wang Cheng intentó apresuradamente entregarle a Kunkun.

Chu Yifeng no reaccionó. "Ya que le gustas, puedes abrazarlo por un tiempo".

"Vamos, sus brazos están bien abiertos, obviamente quiere que lo abraces". Wang Chengcheng sabía que a este pequeño le gustaba más Chu Yifeng. Sin embargo, justo cuando terminó de hablar, el pequeño retrajo los brazos.

"..." Los niños de estos días maduran demasiado rápido.

Después de que Wang Cheng se sentó en la sala de estar, Kunkun se inquietó y comenzó a gatear sobre él, como si de repente le hubieran inyectado TDAH. Al principio, Wang Cheng mantuvo la guardia alta para evitar que se cayera. Luego se dio por vencido y sintió que también podría dejarlo trepar.

La anciana no los hizo esperar demasiado. Pronto llegó la hora del almuerzo, pero el Viejo Chu y los demás no regresarían de la zona militar hasta la noche. Entonces, solo los tres adultos y el pequeño Kunkun comieron el almuerzo de hoy.