✨2.DESPEDIDAS:2.I Un callejón sin salida

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2.I Un callejón sin salida

La furia, la soledad y todas las incógnitas sobre su futuro más inmediato prometían mantener a Marciano insomne una noche más. Pasadas las exequias, Benigna volvería a Neguri y con ella el olor a pastel recién cocinado. Diría adiós a las miradas cómplices de las niñas, quienes habían vuelto a sonreír... muy a pesar de Eustaquia. Aquella amarga señora veía con malos ojos y reprochaba con lengua de esparto todo lo que no supusiera mantener un comportamiento de luto riguroso.

Tal y como le anunciara Micaela antes de su fallecimiento, Eustaquia no estaba dispuesta a cuidar de Pilar, lo cual, agravaba mucho el problema. Por lo menos, había accedido a quedarse durante algún tiempo en Santa Cruz. Sus taciturnos pensamientos derivaban perdidos. En vano, intentaba que a su cabeza no volviera al ácido recuerdo del reciente altercado entre ellos. Desgraciadamente, y por mucho dolor que hubiera en su corazón, era conocedor de sus limitaciones. Incapaz de trabajar y cuidar de los pequeños, necesitaba encarecidamente la ayuda de su suegra.

—¡Ay, si yo pudiera olvidarme tan solo durante un minuto de toda esta carga que recae ahora solo sobre mis hombros!—sollozaba en la más absoluta de las soledades. Sus manos estaban juntas como implorando ayuda—¡No puedo hacerlo sin ti!—a su reclamo solo acuden la rabia, la impotencia y el desamparo—.¿Cómo voy a poder sacar adelante a los niños, yo solo, Micaela?— esa misma pregunta había buscado respuesta primero en un vaso de vino. Ahora, en su propia imagen reflejada en el fondo de la jofaina llena de agua.

Aunque en un principio se había visto tentado a no escribir a Benigna, ahora se veía en la obligación a reconocer que había tenido un efecto balsámico en la casa. Sobre todo, cuando las cosas se pusieron tensas entre Eustaquia y él en la conversación durante la cena:

Su desesperación me arrastraba una y otra vez a esa discusión, un momento envuelto en olor metálico. El mismo, que el olor a la sangre de su esposa y, que todavía, sentía impreso en sus manos.

¡Se lo prometí a Micaela en su lecho de muerte, Eustaquia!—gritó Marciano con furia¡No me obligue a faltar a mi promesa!Sus ojos eran puro fuego.

No deberías prometer cosas que no puedas cumplir— sentenció para luego continuar —:¡No cuidaré ni alimentaré a nadie que no sea de mi sangre!

Madre, ¡por el amor de Dios! ¿Se está usted escuchando? Se trata de una niña intercedió Benigna—. Una niña a quien su familia abandonó y que acaba de perder a su madre.

¡No! —chilló de nuevo Eustaquia, sintiéndose acorralada¡Ya no es tan niña!, ¡con poca más edad partiste tú para Bilbao!rebatió gritando, y levantándose de la silla.¡Ya voy a cuidar de un recién nacido y otras dos pequeñas cuando Marciano esté trabajando! añadió inflexibleTendré que estar aquí, aunque Sabina y Emérita me necesiten allí.

Su tono iba "in crescendo" a medida que añadía argumentos. Sin que nadie osara interrumpir:

Deberíais agradecer todo lo que sí estoy dispuesta a hacer, ¡todos los sacrificios que hice y hago! gritó mientras su dedo acusador apuntaba directamente a Benigna¡Renuncié a todo para procuraros comida y techo!

Varias incógnitas me extrajeron con violencia de entre las aguas turbulentas de aquel recuerdo. Me sorprendió no haberme percatado de ellas durante la discusión:¿Acaso, era posible que alguna de las niñas hubiera sido adoptada? Todas las evidencias parecían corroborarlo: Los pensamientos de Mercedes, la preocupación de Micaela. Las palabras de Eustaquia. Todo se unió para reflejar una imagen nítida ¡Pilar!. Ahora precisaba comprobar si la adopción pudiera ser ese ansiado cabo suelto. Esperaba que seguirlo me llevara hasta mi misión. Volvió a mí de nuevo el eco de la voz de Eustaquia "no deberías prometer cosas que no puedas cumplir". ¿Sería posible que fuera una promesa lo que me estaba reteniendo? ¿Y si tenía que ayudar a que Marciano pudiera cumplir con la promesa hecha en el lecho de muerte a su esposa?. Me maldije por haber perdido mi memoria. Todo sería infinitamente más sencillo si pudiera recordar lo que todos parecían ya saber.

Marciano se sentía igualmente desesperado. Ahogado, volvió a intentar soltar los botones de una camisa ya desabrochada.

Era muy consciente de que debería hacer concesiones. Después de tantos años, y de la muerte de Micaela, esperaba poder enterrar las viejas rencillas familiares. Estaba decidido a renunciar a su felicidad, pero sentirla no era algo que estuviera a corto ni a medio plazo entre sus planes.

Pronto entró en un nuevo monólogo interno:

Hablaré con Padre. Sí. Mañana en el funeral—Aseveró—. Él siempre ha sido más razonable y conciliador¡Si tan solo Madre acudiera mañana al entierro—pensó sintiéndose acorralado—todavía quedaría una pequeña esperanza de poder mantener unida a la familia—me casaría con quien ella designara!

Aquellos pensamientos me desorientaron por completo nuevamente. Una vez más había perdido mi norte y mi brújula se agitaba convulsa. Si la felicidad se encontraba en la ignorancia, ahora mismo debería ser el ser más feliz del inframundo: Primero, la revelación de la adopción de Pilar. Ahora la evidencia de que los padres de Marciano seguían vivos y, que al parecer, residían allí mismo. En Santa Cruz. Lo cual carecía de sentido. La lógica no hacía sino mandarme preguntas para las que no encontraba respuesta: ¿Por qué solo acudieron en su ayuda su suegra y su cuñada?, ¿Por qué habla de casarse de nuevo si acababa de quedar viudo y...? ¿Con quién? ¿Por quién me habían tomado por el espíritu del maldito Sherlock Holmes? Por lo menos, sabía dónde empezar a buscar respuestas... Las cartas. 

                                                                   💔​💔💔💔 💔​💔💔💔💔​💔💔💔

                                                                                        ¡¡Hola almas bellas!!

💔 Pobre Marciano. Es realmente duro sentir que no tienes opciones. ¿Verdad?

Recuerda que esta historia está en construcción.Por eso te invito a que me sigas para no perderte las actualizaciones semanales. Además ,siguiendo vuestros consejos, los capítulos serán mucho más cortos. Como este aproximadamente, ;-)

 Cualquier estrellita, comentario o sugerencia  será bien recibida. Muchas gracias a todos.


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Sin embargo, es gris. (En edición)Where stories live. Discover now