Estrategia para capturar esa escoria gong

Maestro, ámame una vez más - Arco 2.1

Pregunta de opción múltiple: Gong A, Gong B, Gong C, Gong D

Al día siguiente al mediodía, Zhou Yian finalmente los encontró.

Zhou Yizhe sostuvo a Zhao Qing en sus brazos, ninguno de los dos se movió como si ambos estuvieran muertos. Zhou Yian sintió que le temblaban las manos. Observó al médico acercarse a ellos con los ojos muy abiertos. Las personas que Zhou Yizhe había organizado lo enviaron rápidamente para recibir tratamiento de emergencia en un hospital. Dejaron a Zhao Qing atrás, abandonado y sin ninguna ayuda.

Zhou Yian estaba bastante confundido. ¿Por qué… por qué no salvaron a Zhao Qing? ¿Por qué lo dejaron atrás…? Agarró el collar del médico y gritó enojado: "¿Qué están haciendo? ¡Claramente hay otra persona herida aquí!"

El médico miró al hombre frente a él con lástima: "Está muerto."

"No… ¡eso no puede ser!" Los ojos de Zhou Yian estaban rojos como si fuera una bestia frenética. Empujó al doctor y corrió hacia Zhao Qing, tomándolo en sus brazos. Su tono era implorante: "Despierta… despierta…"

Pero el joven en sus brazos nunca volvería a abrir los ojos. Toda su sangre se había escurrido de su cuerpo, haciéndolo parecer una escultura de color ceniza.

Estaba quieto y sereno… era solo que carecía de todos los signos de vitalidad.

Después de tres días de tratamiento de emergencia, Zhou Yizhe finalmente salió de una condición crítica.

Cuando se despertó, enfrentó los ojos de Zhou Yian que estaban tan oscuros que no se podía ver ningún rastro de vida en ellos, Zhou Yizhe sabía lo que había sucedido.

Lo que sucedió hizo que todas las venas de su cuerpo se congelaran. Él dijo: "Murió."

Zhou Yian no habló. Solo su mano que colgaba a su lado se movió, apretándose en un puño, temblando ligeramente.

Zhou Yizhe fijó su mirada firmemente en él y dijo: "Quieres matarme."

"No, no lo haré." Zhou Yian fijó fríamente sus ojos en él, "Tienes su sangre en tus venas, así que no dejaré que sus amables intenciones se desperdicien. Solo quería decirte… que debes seguir viviendo."

Zhou Yizhe observó a Zhou Yian alejarse. Su expresión no tuvo el más mínimo cambio; fue consistentemente indiferente.

De hecho, por un segundo, había esperado que Zhou Yian lo matara.

Entonces, no tendría que pasar por ese sufrimiento.

Pero… cuando recordó la expresión final de Zhao Qing, sus palabras finales…

Sabía que no podía ser tan deliberado…

Después de despertarse, lo primero que hizo Zhou Yizhe fue investigar el secuestro de Zhao Qing. Por lo que desenterró, todo apunta hacia Song Ruyi. Al mismo tiempo, todos sus crímenes sucios anteriores también fueron expuestos.

En unos pocos meses, él despojó a Song Ruyi de todo lo que tenía y la envió a una institución mental.

De principio a fin, Zhou Yian no expresó ningún tipo de opinión sobre su castigo. Él solo miraba fríamente desde un costado como si ella no fuera su madre.

En realidad, realmente pensó de esta manera. Anteriormente, nunca había esperado que esta mujer pudiera llegar a tales extremos, por el bien de su interés. A sus ojos, su hijo no era más que una herramienta para obtener beneficios. Ella lo engañó, hizo el ridículo… esta vez, ella destruyó su felicidad. La próxima vez, ella podría destruirlo. Ella era de sangre fría; lo asustó mucho.