𝑪𝒊𝒏𝒒𝒖𝒂𝒏𝒕𝒐𝒕𝒕𝒐

494 44 277
                                    

La torre
.

—Buena la comida, para demorar dos horas.

Acotó Enzo, mientras se metía la cuchara a la boca, al final terminamos cocinando Mari, Tiago, y yo, la recién nombrada nos enseñó a hacer un Risotto, que es una bomba.

—Y bueno Brother, cada comida lleva su tiempo, a Rusher le lleva tres horas hacer un pancho.

Respondo Tiago, mientras se servía coca en aquel vaso de vidrio.

—Cállate vo', en mi defensa, pensé que la hornalla estaba prendida, quien les manda comprar una cocina que no tira llamas.

—Se le ve la llama, ese día no prendiste la hornalla.

Contesto Enzo.

—Ah, bue que se yo, lo único que sé, es que había terrible olor a gas.

—Y si hermano, todavía no sé cómo no explotamos acá adentro.

Respondió ahora Tiago.

—Ni idea gato, la próxima, cuando vea que la comida demora en hacerse, les mando un mensaje.

Los demás al escucharlo reímos, a diferencia de Mauro, quien se encontraba en otro planeta, ni siquiera estaba prestándonos atención, solo estaba ahí existiendo, porque tampoco comía nada.

—Eu Chukillah, ¿todo bien?

El peli-blanco levanto la vista, y asintió con la cabeza, sin responderme una sola palabra, no entendía su cambio de humor, pero creía que era tan solo cansancio.

—Bueno, ¿quien friega ahora?

Pregunto Enzo, mientras se levantaba de la mesa, juntando los platos que habíamos utilizado anteriormente.

—Yo lavó, no te preocupes, Monzón ¿me ayudas?

Pregunté ahora yo, mientras me levantaba de aquella mesa de madera, que se encontraba en la misma cocina.

—Si dale, no hay problema.

Respondió el ojiverdes, mientras se levantaba de la mesa, para poder ayudarme a lavar. Mari y Thomas se habían ido a arriba porque todavía tenían que seguir ordenando un par de cosas de la valija, y acomodar el cuarto, mientras Enzo y Tiago, iban a fijarse si el quincho estaba bien cerrado, así después poder tapar la piscina, que hace unas horas habían limpiado. Por ende, en la cocina estábamos solo él y yo.

—Ey, a mi no me mentís, te conozco bien, y esa cara no es de "no pasa nada", no te quiero atosigar, pero quiero que sepas que si pasa algo, acá estoy, o sea, me podes comentar.

—Si, estoy bien, no me pasa nada, estoy cansado nomás.

Solté un suspiro pesado, y asentí con la cabeza, mientras él lavaba, yo secaba, y así. De repente la luz se corto, no había electricidad en toda la casa, con el rubio pensamos que se había cortado la luz en todo el barrio, o que los pibes en el patio nos estaban descansando.
Se escuchó un ruido raro en el living, entonces este decidió ir, dejándome en la cocina, secando las últimas cosas, una vez que él se va, siento como me agarran de atrás, quise gritar, pero no pude hacerlo.

𝐑𝐨𝐥𝐞𝐩𝐥𝐚𝐲 L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora