𝑶𝒕𝒕𝒂𝒏𝒕𝒂𝒕𝒓𝒆́

156 19 87
                                    

Lo que fuiste
.

Editado
—Te juro que no puedo creer que estés acá, frente a nosotros, es todo tan extraño.

Exclamó Kevin, quien me miraba como si lo que estuviese viendo no fuese real.

—No sabes lo que te extrañamos.

Soltó Daniela, quien se acercó para abrazarme una vez más, en este momento nos encontrábamos en la sala de estar de su casa, sentados en aquella mesa rectangular, que por arriba de la madera tenía un vidrio. Las sillas eran blancas, y en medio de aquella tabla firme, en donde habitualmente tal vez ellos coman diario, había una línea negra en medio, que iba de punta a punta, un diseño espectacular.

—Yo también los extrañé, no saben cuánto.

Respondí, mientras aceptaba el abrazo que Dani me proporcionaba.

—Pero no entiendo, el chabón ¿te tuvo secuestrada dos años?

Pregunto Kev, a lo que yo asentí.

—Si, bueno podía salir y todo, pero estaba en Tokio, entre que no entendía una mierda, y tenía a ochenta monos siguiéndome hasta para cagar. Mucho no podía hacer.

—¿Te tocó? o ¿algo?

Acotó Dan, quien me miraba con atención.

—No, jamás llegó a ese punto.

—Menos mal, porque sino ya estaba viajando a Japón para romperlo todo.

Exclamó McKeviñio, mientras se apoyaba sobre la mesa que nos separaba a él y a mi, ya que Dani quiso sentarse al lado mío.

—No es necesario, ya debe de estar pagando mucho.

Respondí.

—¿Te pidió disculpas?

Pregunto Daniela.

—Daniela no me descanses, una disculpa no le van a recuperar los dos años que le arrebato.

—Ey, ey, ey pequeño, trátala bien porque te rompo la cabeza, mira que Maru ya no está para salvarte.

Acote, mientras lo amagaba con la mano.

—Oye, tranquilo viejo, solo bromeaba.

—Más te vale. Y si, las disculpas no me iban a devolver los dos años, pero por lo menos si me las dio.

Conteste, viajando mi vista hacia Dan, quien solo reía por lo que Kevin y yo decíamos.

—¿Lo perdonaste?

Pregunto la ojiverdes, a lo cual negué.

—No, que se yo, no le tengo rencor, pero tampoco sentí disculparlo, me sacó ese tiempo en el cual yo podría estar diferente. Hoy en día podría estar haciendo otras cosas, no se.

—Lo importante, es que ahora estas acá, yo no le quiero dar las gracias, pero si no fuese por el, vos enserio no la contarías.

𝐑𝐨𝐥𝐞𝐩𝐥𝐚𝐲 L.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora